La NASA aterriza en Fuenlabrada

En el Aula de Astronom¨ªa de Fuenlabrada ya est¨¢ todo preparado: los planetas decoran las paredes, por el techo se deslizan constelaciones y los 75 estudiantes, la mayor¨ªa del instituto Federica Montseny, esperan expectantes el aterrizaje. El director de estaciones de seguimiento espacial de la NASA, Badri Younes, llega al municipio madrile?o con "muchas ganas" de conocer a estas mentes curiosas. Hasta ¨¦l, responsable de Servicios e Infraestructuras de Navegaci¨®n y Comunicaciones de la agencia espacial, se queda sorprendido con la observaci¨®n astron¨®mica remota que hacen estos j¨®venes. Tienen entre 14 y 21 a?os y ya saben manejar a distancia el radiotelescopio situado en la estaci¨®n espacial Robledo de Chavela (Madrid).

"De aqu¨ª saldr¨¢n futuros astronautas. Estos chicos tienen el espacio en sus manos", cuenta emocionado Younes que agradece la hospitalidad de los madrile?os. La visita de este directivo, celebrada el pasado viernes, forma parte del plan educativo PARTNeR (Proyecto Acad¨¦mico de Radiotelescopio de NASA en Robledo), una iniciativa de la agencia americana que trata de acercar el estudio del espacio a los colegios e institutos. Rub¨¦n G¨®mez, de 15 a?os, estudi¨® una nebulosa como parte del proyecto del a?o pasado. La visita de Younes le ha impactado: "Me ha encantado y me ha dado otro punto de vista. Ahora me apetece estudiar aeron¨¢utica o ingenier¨ªa aeroespacial".

De aqu¨ª saldr¨¢n futuro astronautas. Estos chicos tienen el espacio en sus manos", Badri Younes, director de tres estaciones de la NASA

La conferencia de este responsable de la NASA trata sobre el futuro de las comunicaciones espaciales y sobre las pr¨®ximas misiones de la agencia americana. Los estudiantes no dudan en hacer a Younes cuestiones sobre los agujeros negros, la antimateria o la teor¨ªa de la relatividad. El nivel de las preguntas de estos j¨®venes asombra al directivo. "La curiosidad es un elemento que todo cient¨ªfico debe tener. Yo veo esa curiosidad en sus caras. Tienen abiertas las puertas de la ciencia", comenta satisfecho.

A Lidia Paz, de 16 a?os, le ha interesado desde peque?a la astronom¨ªa. Cuando se enter¨® de la visita de Younes al Aula de Astronom¨ªa no pod¨ªa cre¨¦rselo. Aunque reconoce que le ha dado mucha verg¨¹enza, le ha hecho dos preguntas en ingl¨¦s al t¨¦cnico de la NASA. "Estoy emocionada", dice. Paz es una de las alumnas encargadas de ense?arle al directivo el funcionamiento remoto del telescopio de Robledo de Chavela.

Controlar un telescopio

En un proyector se muestran unos gr¨¢ficos inescrutables para alguien inexperto: el barrido, el tr¨¢nsito y las radicaciones del telescopio. Los j¨®venes siguen con facilidad la demostraci¨®n de sus compa?eros. Hace seis a?os, Alia Garc¨¦s y Sergio Duarte, de 20 y 21, ya estuvieron en contacto con la estaci¨®n madrile?a donde est¨¢ el telescopio. Estudiaban la rotaci¨®n de J¨²piter por tres sedes espaciales: California (EE UU), Robledo de Chavela y Canberra (Australia).

La experiencia les pareci¨® tan interesante que hoy vuelven a estar en un proyecto PARTNeR: la observaci¨®n de la nebulosa del Cangrejo. "Me gusta porque es una forma de saber si hay algo m¨¢s ah¨ª fuera", explica Duarte, que estudia enfermer¨ªa.

Incentivar a los j¨®venes para que se interesen por cuestiones cient¨ªficas es necesario, seg¨²n Younes. El directivo de la NASA lo tiene claro despu¨¦s del encuentro con los estudiantes: "Cu¨¢nto m¨¢s nos preguntemos qu¨¦ hay ah¨ª fuera, cuantas m¨¢s respuestas busquemos, m¨¢s avanzaremos. Los beneficios de una persona normal pueden ser, a largo plazo, los beneficios de la ciencia".