Albiol en su salsa caldeada
El candidato del PP disfruta pidiendo el voto en uno de los barrios m¨¢s conflictivos de Terrassa
¡°Necesitamos que alguien limpie ca n'Anglada¡±, piden los hermanos Heredia a Xavier Garc¨ªa Albiol. Los hermanos Heredia son propietarios de la tienda de electrodom¨¦sticos H&H, fundada en 1973 y ubicada en la calle Sant Tom¨¤s de Terrassa. ca n'Anglada es uno de esos pocos lugares de Catalu?a en los que se ha llegado a encender peligrosamente la chispa del odio racial. ¡°Yo siempre visito los barrios m¨¢s caldeados¡±, asegura Albiol a unos se?ores que pasan la ma?ana en un centro social de La Caixa.
¡°Bueno, ?hab¨¦is tenido una visita interesante!¡±, dice Albiol a los periodistas. Su visita a ca n'Anglada es un paseo triunfal entre jubilados que sueltan pestes de la independencia y de sus vecinos de origen extranjero. A medida que avanz¨¢bamos metros, m¨¢s gente se agolpa entorno al candidato. Una de las personas que se ha dejado llevar por la m¨²sica de Albiol es Dolores M¨¢rmol, de 85 a?os, la mitad de los cuales los ha pasado en Terrassa aunque se identifica como cordobesa. M¨¢rmol ha quedado con una amiga en el centro c¨ªvico Montserrat Roig. Me pregunta a qui¨¦n esperamos y respondo que al candidato del PP: ¡°Del PP solo conozco al de la barba [dice refiri¨¦ndose a Mariano Rajoy]; de todas formas, yo a estos no les voto. Pero yo no quiero independencia, eso s¨ª que no¡±. Dolores admite que estas ser¨¢n las primeras elecciones auton¨®micas en las que piensa votar. Le pido una valoraci¨®n de c¨®mo ha cambiado ca n'Anglada: ¡°Va a peor. Antes, este barrio era una balsa de aceite y ahora tenemos lo peor: moros, negros, ecuatorianos¡±. Dolores tiene tres hijos, nueve nietos y cinco bisnietos. Un hijo ha tenido que emigrar despu¨¦s de cinco a?os en el paro y los otros dos solo consiguen trabajos temporales.
Dolores M¨¢rmol se echa para atr¨¢s cuando ve a Albiol por primera vez: ¡°Es que es demasiado alto para m¨ª¡±. Tambi¨¦n tiene la mala suerte que intenta saludarle justo cuando dos chicos de origen magreb¨ª se enzarzan en una discusi¨®n con ¨¦l. Los dos son activistas de un colectivo local de apoyo a los extranjeros. Albiol les explica que, seg¨²n su experiencia en Badalona, hay que favorecer la llegada de migrantes latinos, en detrimento de los musulmanes, porque se adaptan mejor. Los jubilados a su alrededor aplauden y gritan a los activistas ¡°?que se larguen ya!¡±. Dolores sigue el cortejo y al final consigue estrechar la mano de Albiol. Este, zalamero, la seduce, le cuenta que es de padre andaluz, que hay que evitar la independencia, y Dolores acaba prometi¨¦ndole el voto. Una asistenta de Albiol se saca del bolso el sobre con la papeleta del PP y se lo da a Dolores. El sobre est¨¢ arrugado y con manchas marrones. Parece que son de chocolate.
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