¡°Esta novela es la mejor de mis pel¨ªculas¡±, dice S¨¢nchez Ar¨¦valo
El cineasta, finalista del Planeta, cree que su obra enlaza con sus filmes porque "en todo busco encontrar tu sitio en el mundo"
Ha dormido poco y mal el director de cine Daniel S¨¢nchez Ar¨¦valo (Madrid, 1970) tras quedar finalista la noche del jueves en Barcelona del 64? premio Planeta con su primera novela para adultos, La isla de Alice. ¡°Pocas horas y sobre todo luces, flashes, ruidos y gente rode¨¢ndote y preguntando que no me sacaba de la cabeza¡±, admite con voz cercana y abriendo mucho sus ojos (?tirando a verdeolivacasioscuro pespunteados de marr¨®n?). Se le antoja a uno que exactamente as¨ª se le agolpan tambi¨¦n las historias a este narrador incansable desde que en 1992 empez¨® a escribir para el cine y ahora salta al libro adulto (respaldado con 150.250 euros).
Ni de sus relatos de pantalla (desde episodios de Farmacia de guardia y Hospital central a La gran familia espa?ola) ni de los de papel (sus dos libros de narrativa juvenil La maleta de Ignacio Karaoke y 31 de julio de 1993, de donde sali¨® Azuloscurocasinegro) admite S¨¢nchez Ar¨¦valo que nunca sabe d¨®nde est¨¢ su origen. ¡°Si repaso los cuadernos puedo encontrar una primera anotaci¨®n, pero suele ser banal, aunque siempre he desconfiado de las ideas luminosas¡±, afirma quien confiesa, eso s¨ª, que en la mesilla de noche tiene siempre una libreta, como Willy Wilder. ¡°Ahora lo que hago es tomar notas de voz con el m¨®vil: tengo miedo atroz a que algo bueno se me olvide; las otras que van saliendo las destierro r¨¢pido y s¨®lo me quedo con las buenas para que, lentamente, a partir de notas y notas, vayan echando ra¨ªz¡±.
Es dif¨ªcil, pues, averiguar d¨®nde est¨¢ el origen ¨ªntimo de La isla de Alice, pero s¨ª que iba para guion y que, tras seis a?os de enraizamiento, salt¨® a un libro en el que una mujer investiga la muerte en accidente de coche de su marido en un lugar muy alejado de donde deb¨ªa estar. S¨ª tiene claro el director de Azuloscurocasinegro, sin embargo, el humus que nutre esas ra¨ªces: ¡°Alice, en el fondo, lucha contra la idea de una vida de mentira que quiz¨¢ ha llevado, una burbuja que explota y tras lo cual empieza a caer todo y te cuestionas a ti mismo y dudas ya incluso si has vivido una vida real; y llegados al caso, ver c¨®mo reconstruyes ese mundo y colocas de nuevo todas tus piezas¡±.
La adaptaci¨®n se la dejar¨ªa a directores que me gustan, como Amen¨¢bar, que es colega y ya lo hablamos por Twitter; o Sam Mendes
Sabe t¨¢citamente S¨¢nchez Ar¨¦valo que la acelerada y tecnificada vida actual genera en casi todos esa sensaci¨®n de falsa realidad. Algo de ello le ha ocurrido a ¨¦l mismo, que se agarr¨® a la novela (como la protagonista a su mentira) tras la enfermedad y muerte del actor H¨¦ctor Colom¨¦, compa?ero de su madre. ¡°Quer¨ªa volar y fui tan lejos de la realidad que me he ido a la historia y a la voz de una mujer por vez primera en mi vida, en primera persona, ambientada en EEUU y con un thriller, pero de tono hiperrealista, nada peliculero¡±.
Manos entrelazadas, incorporado hacia su interlocutor como para hacerle una confesi¨®n, desliza el creador de La gran familia espa?ola que su novela tiene un cord¨®n umbilical con su producci¨®n cinematogr¨¢fica: ¡°En todas mis historias est¨¢ el ansia de saltarse las trampas de la vida y encontrar tu sitio en el mundo, enfrentarnos a nuestra pura contradicci¨®n¡±, dice para admitir que ¡°al final, he sido tan retorcido que he acabado como enamor¨¢ndome de Alice¡ Claro que siempre la imagin¨¦ encarnada en Amy Adams o en Jessica Chastain¡±, pone rostro para quitar hierro.
A pesar de esas encarnaciones, no cree que sea ¨¦l quien adapte su novela al cine. ¡°Pienso que el final del proceso creativo de esta historia va con la novela: siento una sensaci¨®n de vac¨ªo como nunca hab¨ªa tenido antes tras acabar una obra; sin duda, esta novela es la mejor de mis pel¨ªculas¡±. Como est¨¢ seguro de que al cine ¡°no ser¨¦ yo quien la lleve¡±, se la dejar¨ªa, dice, a ¡°directores que me gustan, como Alejandro Amen¨¢bar, que adem¨¢s es colega y ya lo hablamos ayer por Twitter; o Sam Mendes¡±.
Iba al psic¨®logo ya con 16 a?os y y para poner orden al caos interior me convert¨ª en contador de mi propia historia"
S¨¢nchez Ar¨¦valo es, tras precisamente su amigo Amen¨¢bar, el gran mirlo blanco de una cinematograf¨ªa espa?ola a la que no cree que le falten historias para contar ni medios. ¡°En el cine espa?ol nos atrevemos con todos los g¨¦neros y no lo hacemos mal y la ausencia de medios ha favorecido la creatividad; por ejemplo, Magical girl, de Carlos Vermut, es un pelicul¨®n; o La herida, de Fernando Franco¡ Y pronto se oir¨¢ hablar de Tarde para la ira, el estreno de Ra¨²l Ar¨¦valo, que es una esponja, lo absorbe todo¡±, dice de uno de sus actores fetiche (Azuloscurocasinegro, Gordos¡) junto a Quim Guti¨¦rrez, quien ha estado estos d¨ªas en Barcelona acompa?ando al director.
¡°Si acaso, nos falta un poco de autoexigencia y de compromiso m¨¢s con uno mismo¡±, pone como deberes al cine espa?ol quien, si bien no sabe d¨®nde est¨¢n los or¨ªgenes de sus historias, s¨ª la necesidad de contarlas. Vuelve a cercarse m¨¢s al interlocutor. ¡°Empec¨¦ a ir al psic¨®logo con 16 a?os: era un joven angustiado, desubicado, y para poner orden al caos interior me convert¨ª en contador de mi propia historia¡ y no hab¨ªa nada m¨¢s que me obsesionara que aburrir a mi psic¨®logo. Y as¨ª me descubr¨ª dici¨¦ndome: ¡®Empezar¨¦ por esto, seguir¨¦ por lo otro, guardar¨¦ eso para el final'; le contaba mi pel¨ªcula¡ Y fui al psic¨®logo 16 a?os m¨¢s, hasta que al rodar mi primera pel¨ªcula ya no pod¨ªa ir¡¡±. Bendita terapia para el cine y la narrativa espa?ola.
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