Al Kilimanjaro en silla de ruedas con escala en la Bola del Mundo

Gema Hassen-Bey, medallista paral¨ªmpica en esgrima, subi¨® ayer a la Bola del Mundo de Madrid en una bicicleta adaptada a su paraplejia. Esta cima es una de las que la atleta se ha propuesto superar antes de ascender al Kilimanjaro, el techo de ?frica, y ser la primera mujer en silla de ruedas que lo corona. Con este reto pretende conseguir que se desarrolle la tecnolog¨ªa necesaria para mejorar las bicicletas y acercar, de esa forma, la monta?a a personas con problemas de movilidad. La siguiente escala ser¨¢ una monta?a de 3.000 metros de altitud.

Sin perder su eterna sonrisa, as¨ª coron¨® ayer Gema Hassen-Bey, medallista paral¨ªmpica, la Bola del Mundo (2.275 metros), una de las cimas m¨¢s altas de la regi¨®n. Pedalada tras pedalada, pero utilizando los brazos, resisti¨® el viento, el fr¨ªo y pendientes que llegan al 19%. Tard¨® cuatro horas y media en recorrer cuatro kil¨®metros y un desnivel de 400 metros. Esta subida forma parte del entrenamiento que se ha impuesto para lograr salir airosa de un gran reto: ser la primera mujer en silla de ruedas que conquista el monte Kilimanjaro (5.895 metros de altitud), en Tanzania.

Hassen-Bey sufri¨® sobre todo en el ¨²ltimo tramo, cuando las reconocibles antenas de la Bola del Mundo parec¨ªa que estaban al alcance de la mano. ¡°El final ha sido muy duro, hay unas rampas muy elevadas, pero confiaba e imaginaba el final y el ¨¢nimo de las personas que me acompa?aban han hecho el resto¡±, describi¨® la deportista tras recuperar el aliento y poder disfrutar, por fin, de las magn¨ªficas vistas de la sierra madrile?a. Desde all¨ª dedic¨® su triunfo a ¡°todas las mujeres¡± y anunci¨® que su pr¨®xima meta ser¨¢ un 3.000 ¡°probablemente El Teide o Sierra Nevada¡±.

La atleta est¨¢ en plena preparaci¨®n y sabe que todav¨ªa le quedan muchas pruebas previas al Kilimanjaro, adem¨¢s de lograr financiaci¨®n para el proyecto. Ese sue?o que surgi¨® en la cama de un hospital, mientras se recuperaba de una lesi¨®n en el hombro que le produjo la esgrima, su otra gran pasi¨®n. En esta disciplina cosech¨® sus grandes ¨¦xitos deportivos, particip¨® en cinco Juegos Paral¨ªmpicos consecutivos ¡ªAtlanta, Barcelona, Sydney, Atenas y Pek¨ªn¡ª, en los que obtuvo cuatro medallas y 12 t¨ªtulos ol¨ªmpicos.

Una de las mayores dificultades a las que se enfrenta es lograr que se desarrolle una bicicleta adecuada a las personas con movilidad reducida: ¡°Llevo una de chico, que me queda grande y que adem¨¢s es de descenso, con lo que pierdo el 50% de la potencia que puedo aplicar¡±.

Por si esto fuera poco, no tiene freno apropiado y cuesta mucho la arrancada. ¡°Mi freno es Mara, mi entrenadora, a la que se le va a quedar el pie plano¡±, dice mientras se r¨ªe. Mara Rodr¨ªguez acompa?¨® a Hassen-Bey durante todo el trayecto, poniendo el pie en la rueda trasera cada vez que la deportista se deten¨ªa.

¡°La Bola del Mundo ya es una cima en la que estoy casi al l¨ªmite de lo que puedo hacer con esta bicicleta¡±, explica la atleta. Piensa en una m¨¢quina que permita salvar selva, pendiente volc¨¢nica y nieve. Mientras, tira con la actual y obtiene expresiones de admiraci¨®n de aquellos que se la cruzan. Los ciclistas disminuyen su marcha y, entre gritos de ¨¢nimo, entrechocan su mano con la de la deportista. Nadie mejor que ellos para comprender el esfuerzo que supone ascender semejantes cuestas tal como lo hace ella.

Sin embargo, para Hassen-Bey lo de menos es llegar a la cima del Kilimanjaro. ¡°Yo me he empe?ado en ir a esa monta?a, pero para conseguir acercar la naturaleza a personas con movilidad reducida, pero lo m¨¢s bonito lo estoy encontrando por el camino¡±, concluye.