Bienvenido, Mr. McFly

¡°?Has creado una m¨¢quina del tiempo con un Delorean?¡±, pregunta el joven Marty McFly. ¡°Hay que hacer las cosas con estilo¡±, contesta el cient¨ªfico Emmet Brown. Este di¨¢logo de la pel¨ªcula Regreso al futuro(Robert Zemeckis, 1985) arranc¨® risas y aplausos ayer en el cine Palacio de la Prensa, en Callao.

Justamente ayer, 21 de octubre de 2015, Marty McFly viaja al futuro para salvar el pasado en la saga cinematogr¨¢fica de viajes en el tiempo. La efem¨¦ride, el llamado Back to the Future Day, se celebr¨® en todo el mundo. Desde un evento global para acudir al pueblo ficticio de Hill Valley, California, a ver llegar el Delorean como en la pel¨ªcula, hasta un reestreno en salas de medio mundo que programaron la trilog¨ªa en sesi¨®n continua. En Madrid, han sido seis los cines.

Entre ellos, el Palacio de la Prensa. ¡°Soy fan de la saga porque me encanta Marty McFly. Recuerdo continuamente las pel¨ªculas y, desde que vi la primera, quiero ir a un baile de instituto¡±, dec¨ªa con cierta emoci¨®n Tamara Berb¨¦s, actriz de 33 a?os. ¡°Adem¨¢s, nunca las he visto en versi¨®n original. Siempre en castellano. Creo que es por nostalgia¡±, cuenta. Va acompa?ada de su amigo, tambi¨¦n actor, Pepe Flores, de 34 a?os: ¡°Hab¨ªa visto que programaban una marat¨®n con las tres pel¨ªculas, pero no reserv¨¦. Esta ma?ana me acord¨¦ y hemos venido. Me ha sorprendido que hubiera entradas¡±. Lleva la suya (de 15 euros) en la mano. Y aunque la sala (con 500 butacas) no se llen¨®, s¨ª que atrajo a tres centenares de seguidores.

Tras un fotograma, Claudia V¨¢zquez, de 16 a?os, hace un gui?o a su amigo y coet¨¢neo ?scar Garc¨ªa. Ambos, vestidos como Marty McFly ¡ªchaleco rojo, vaqueros y zapatillas Converse¡ª , sonr¨ªen. En la pantalla, Marty muestra un panfleto que pide la conservaci¨®n del viejo reloj de la iglesia que fue destrozado en 1955 por un rayo. Los dos j¨®venes espectadores llevan uno igual. ¡°Y el carn¨¦ de conducir de Marty¡±, exclama Claudia, sac¨¢ndolo apresurada de un bolsillo.

Ambos han visto la trilog¨ªa desde peque?os y les fascina. ¡°Mis padres me la pon¨ªan¡±, sonr¨ªe Claudia. ¡°La peli ha envejecido fenomenal¡±, opina ?scar. ¡°Viendo el futuro de ahora... ?Me encanta el de los ochenta!¡±, dice. Y observa: ¡°En ese no hab¨ªa smartphones¡±.

Al ritmo de su ic¨®nica banda sonora por la pantalla desfilan barras de plutonio, casetes, monopatines, terroristas libios, un walkman,esti¨¦rcol o rayos, que provocan risas, aplausos o carcajadas en el p¨²blico. Era la primera entrega. Despu¨¦s les esperaban dos m¨¢s, la del futuro y la del Oeste. ¡°La tercera es la m¨¢s floja, pero es una manera de concluir¡±, dice el joven ?scar, que desde su butaca disfruta una de las sagas m¨¢s reconocidas y adoradas del cine.

Cerca de la sala de Callao, la presidenta regional tambi¨¦n quiso hacer un homenaje al Back to the Future Day.?Desde el reloj de la puerta del Sol, emulando el de la iglesia de la trilog¨ªa, dijo: ¡°Aqu¨ª estamos, esperando a Marty en el reloj de la torre¡±. Pas¨® el mensaje a trav¨¦s de su cuenta de Twitter, en una foto, en blanco y negro, posando con un almanaque deportivo con los resultados de los partidos jugados entre 1950 y 2000. Un libro que es otro elemento clave en la saga. Ya lo dec¨ªa Doc: ¡°Hay que hacer las cosas con estilo¡±.