Retratos del desenga?o

Detr¨¢s del bullicio de Gran V¨ªa hay una traves¨ªa peque?a y desastrada que tiene tal vez el nombre m¨¢s triste de toda la ciudad: la calle del Desenga?o. En los d¨ªas nublados, sus edificios altos y grises le confieren un aire oscuro; en las esquinas se apostan las meretrices, entre night clubs, sex shopsy restaurantes modernos. En esta calle vivi¨® Francisco de Goya, y hoy sigue teniendo vecinos. A retratarlos desenga?ados se ha dedicado Desi Civera, otra pintora, esta contempor¨¢nea, valenciana y de 28 a?os, que vive por los alrededores.

?La artista sali¨® a la calle c¨¢mara en mano en busca de gentes que pasaran por all¨ª, para preguntarles qu¨¦ era para ellas el desenga?o ¡ªel concepto, no la calle¡ª. Las film¨® y a partir de los fotogramas sac¨® retratos a 30 de ellos: vecinos, amigos, artistas, comerciantes, prostitutas o indigentes. Las barbas y los tatuajes se mezclan con el variopinto paisanaje urbano y al final se superponen palabras clave que van de ¡°desilusi¨®n¡±, a ¡°la vida misma¡±, ¡°pena¡±, ¡°puter¨ªo¡± o ¡°poes¨ªa¡±, que dan idea de la multiplicidad de pareceres frente a una misma cosa.

El resultado, que tiene varios formatos: v¨ªdeo, los retratos, y un libro que recoge la experiencia se puede ver hasta final de mes en la galer¨ªa Espositivo (no muy lejos, en Loreto y Chicote, 4) en la que, adem¨¢s, y siguiendo la l¨ªnea de esta galer¨ªa, se representar¨¢ una peque?a obra teatral basada en la muestra el pr¨®ximo jueves, 29 de octubre.

Los actores son Clara Alvarado y Cruz Garc¨ªa. Esta novedosa iniciativa de convertir las exposiciones en peque?as obras de teatro se llama Bistur¨ªEnMano y se inici¨® con la exposici¨®n anterior, dedicada al artista madrile?o An Wei.

A Civera un frutero le cont¨® c¨®mo ha cambiado el barrio en los ¨²ltimos a?os ¡ªen la zona convive cierta decadencia con la pol¨¦mica gentrificaci¨®n rampante¡ª; las trabajadoras del sexo llegadas de Brasil o Ruman¨ªa relataron su experiencia ¡ªesto s¨ª que es un verdadero desenga?o¡ª y una actriz prefiri¨® expresar su sentimiento coloc¨¢ndose una venda en el rostro, para luego, muy gr¨¢ficamente, ir retir¨¢ndola poco a poco, hasta descubrir de nuevo su mirada. Tambi¨¦n sale un hermoso galgo.

El resultado pict¨®rico son estos retratos que se dan un aire a Lucian Freud (una influencia reconocida por Civera, adem¨¢s de la del artista italiano Bruno Walpoth) y que tienen un marcado car¨¢cter psicol¨®gico en los gestos de los retratados, en los rostros difuminados, en los encuadres, en las figuras superpuestas o en leyendas escritas en el lienzo, como ¡°cuando te enga?an¡± o ¡°calle sufrida/calle querida¡±. Es la primera exposici¨®n individual de la artista que, despu¨¦s de estudiar en Italia, se afinc¨® en Madrid para realizar una carrera art¨ªstica que, por el momento, no le ha hecho sentirse desenga?ada. Adem¨¢s de en la capital, ha hecho incursiones en exposiciones colectivas en Berl¨ªn o intervenciones en murales en Londres.

¡°Fue interesante salir a la calle, conocer a tantas personas diferentes, venidas de tantos lugares, y reunirlas en torno a un mismo sentimiento¡±, dice la pintora. ¡°Muchas veces los retratos se realizan por encargo para gente que tiene poder adquisitivo y puede comprarlos¡±, contin¨²a. ¡°Durante la inauguraci¨®n recibimos la visita de todos los participantes y fue bonito ver las reacciones. Gente, por ejemplo, que vive en la calle y que nunca hab¨ªa sido retratada¡±.