La fiesta redundante

Actitud, ahora lo llaman actitud. Nic Offer ser¨ªa en otras circunstancias el muchacho que llama la atenci¨®n en la fiesta porque baila regular, sus pantaloncitos cortos de color crema bordean el rid¨ªculo y ning¨²n dise?ador confiar¨ªa en sus escu¨¢lidas piernas macilentas para dar lustre a la pr¨®xima colecci¨®n primavera-verano. Pero ah¨ª le tienen, al frente de un sexteto de pop bailable para modernos, enardeciendo a las masas con sus mene¨ªtos descoyuntados (Joy Eslava vivi¨® este jueves un llenazo hasta el segundo anfiteatro) y haci¨¦ndonos creer por un rato que el mundo puede ser un lugar francamente divertido.

En realidad, tanto Offer como el resto de !!! (Chk Chk Chk) son los perfectos antidivos. Cualquiera de ellos pasar¨ªa m¨¢s por f¨ªsico molecular que artista de nuevas tendencias con pedigr¨ª neoyorquino, pero la vida te da sorpresas. Lo de la Joy fue una jarana de dance-punk sin remilgos, no una conferencia en torno al bos¨®n de Higgs. Su aproximaci¨®n al pop discotequero es tan can¨®nica como si Prince volviera a grabar I Wanna Be Your Lover, falsetes incluidos, pero el invento funciona. Por honesto, simp¨¢tico y carente de cualquier pretensi¨®n sujeta a la solemnidad. Igual que su reciente sexto ¨¢lbum, As If.

El registro reiteradamente agudo de Nic engarza bien con la rotunda carnalidad de su contrapunto femenino y las variantes se van dosificando durante la noche: el puntito m¨¢s tribal de Bam City o las pinceladas raperas de Must Be The Moon, con el primer bailoteo de Offer entre el p¨²blico. La probable c¨²spide del nuevo ¨¢lbum llega con Freedom, pero !!! hacen bien en dosificar la duraci¨®n de sus conciertos. Por preservar la osamenta de su l¨ªder, que acaba derrengado. Pero, sobre todo, porque llega un momento en que la gracia est¨¢ contada y se agradecer¨ªa alg¨²n otro ingrediente. Nada de ello sucede en esta fiesta redundante con una sola bebida en la barra.