Zombis, abrazos y l¨¢grimas de Pikachu por Hiroshima
Un sinf¨ªn de fans abarrotan un Sal¨®n del Manga que mezcla gastronom¨ªa con disfraces y un testimonio del holocausto nuclear
El rango de personajes va de los cl¨¢sicos Pikachus pokemonianos a lo que parece un miembro de las SS. ¡°No soy un nazi. Soy el doctor Edward Richtofen de Call of Duty¡±, rebate indignado Jan Lopera, de 16 a?os. ¡°Un oficial alem¨¢n que quiere convertir a la humanidad en zombis¡±. ?l mismo ha construido su imponente Wunderwaffe PG-2, arma que dispara rayos el¨¦ctricos expansivos, y ha deformado uno de los palos de la esv¨¢stica. El oficial creazombis deambula por esa inmensa pasarela cosplayde 60.000 metros cuadrados (10.000 m¨¢s que el a?o pasado) que en el fondo es en buena parte el 21? Sal¨®n del Manga de Barcelona, cuya jornada sabatina incluy¨® colas largas, un concurso de disfraces de Mario Bros y una breve visita de Ada Colau, alcaldesa de Barcelona.
Pero ni el Wunderwaffle ni la cruz gamada lograban intimidar a los omnipresentes repartidores de abrazos. El doctor mis¨¢ntropo aguantaba el tipo con dignidad cuando uno de ellos se abalanz¨® sobre ¨¦l. Los hab¨ªa a decenas: adolescentes que paseaban en grupo con ganas de dar y recibir amor. ¡°Al menos he dado 300 abrazos hoy¡±, dec¨ªa Elisa Marseguia, una quincea?era de Figueres con una peluca lila que sosten¨ªa un cartel de Free Hughs. Su amiga de look g¨®tico le daba la raz¨®n. ¡°En la calle me siento la m¨¢s rara de todas. Aqu¨ª soy la m¨¢s normal¡±, afirmaba muy seria. ¡°En el mundo real el friki todav¨ªa no est¨¢ bien visto¡±.
Pero una vez al a?o el friki es el rey en Barcelona. Algunos no ten¨ªan tiempo ni para atender a la prensa. ¡°Vuelve cuando terminen de hacernos fotos¡±, espet¨® un logrado C¨¦lula, el androide de Bola de Drac que sorb¨ªa a sus enemigos por la cola. Otra, m¨¢s sol¨ªcita, extiende sus alas de ¨¢ngel mientras explica su disfraz: ¡°Soy un angeldroid llamado Ikaros¡±. El androide, una gerundense de 18 a?os, lamenta la apuesta de este a?o del sal¨®n por centrarse en un personaje ¡°tan poco pedag¨®gico¡± como Mario Bros.
Mientras la testigo de Hisroshima explicaba c¨®mo la piel calcinada del progenitor se desprend¨ªa como una c¨¢scara de pl¨¢tano, dejando ver la carne viva, de fondo se escuchaba el jaleo del concurso de cosplay
Muchos visitantes no alcanzan la edad m¨ªnima para asistir a la cata de sakes de las 16 horas. Entre ellos, Yami Tabby, una granadina de 16 a?os, ¨ªdola de masas en Jap¨®n, que cant¨® para el p¨²blico del concurso de cosplay, acto estrella del d¨ªa, como manda la tradici¨®n del sal¨®n para los s¨¢bados. ?ste convoc¨® a centenares de entusiastas que jaleaban a los participantes cual p¨²blico del coliseo. ¡°Aqu¨ª hay mucho nivel¡±, sentencia Dani, un vasco de Ir¨²n vestido de h¨¦roe de Ataque a los titanes. Los ganadores, Cristian Ibarz i Cristina Ros, representar¨¢n a Espa?a en la competici¨®n mundial.
Mientras tanto, en el pabell¨®n superior hablaba Sadae Kasaoka, superviviente del ataque nuclear que arras¨® Hiroshima hace setenta a?os. Su presencia parte de la iniciativa del Sal¨®n de rememorar los hechos con la exposici¨®n Mangas nucleares. Aqu¨ª el p¨²blico es menor en n¨²mero y mayor en media de edad.
¡°Es el acto m¨¢s interesante con diferencia¡±, afirma Dami¨¢n Puentes, de 22 a?os, que no se disfraza porque ¡°el manga se vive por dentro¡±, asegura mientras se queja de las colas y las dimensiones de la feria. ¡°Es demasiado grande. Ha perdido autenticidad¡±.
El discurso de Kasaoka era pausado e interrumpido a intervalos por la traducci¨®n. La mujer de 82 a?os evocaba la ma?ana en que vio como una explosi¨®n cegadora destrozaba su ciudad y mataba a sus padres. No escatim¨® en detalles: las bocas de los oyentes se torc¨ªan cuando explicaba como la piel calcinada del progenitor se desprend¨ªa como una c¨¢scara de pl¨¢tano, dejando ver la carne viva. De fondo se escuchaba el jaleo del concurso de cosplay, y entre el p¨²blico se hallaba, llorando, la que deb¨ªa ser el ¨²nico Pikachu triste del festival.
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