La perfecci¨®n es un concepto
'A?o tres. AzulPeroRosa', la tercera muestra individual de Borja Bonafuente, le confirma como exponente del nuevo hiperrealismo madrile?o
El hiperrealismo es ese g¨¦nero pict¨®rico que hace al espectador acercarse al cuadro y preguntarse si lo que tiene delante es efectivamente un cuadro o es una fotograf¨ªa. Los primeros hiperrealistas (o fotorrealistas) estadounidenses de los sesenta trataban de epatar al publico pintando cuadros que eran casi fotos, casi perfectos, y casi siempre con motivos populares, de eso se trataba: una Harley-Davidson, un bodeg¨®n de chucher¨ªas, un Cadillac o un restaurante a pie de carretera. Pero eso fue ya hace mucho tiempo y ahora hace falta que la destreza de reproducir postales, nada despreciable, se una a alg¨²n concepto que la enriquezca.
Es el caso del pintor Borja Bonafuente (Madrid, 1978). En su nueva exposici¨®n A?o tres. AzulPeroRosa (Galer¨ªa Antonio de Su?er) se puede apreciar su inconmensurable pericia con los pinceles a la hora meter la realidad sin m¨¢cula en el lienzo pero, adem¨¢s, habla de m¨¢s cosas. ¡°Es una exposici¨®n que trata sobre los contrarios que al mismo tiempo son complementarios, de hecho muchos cuadros sugieren diferentes interpretaciones a los que lo observan¡±, dice el artista.
En efecto, en Hay dos tipos de azul, el tuyo y el m¨ªo, no sabemos a ciencia cierta si la mujer con el r¨ªmel corrido est¨¢ llorando o est¨¢ riendo, o r¨ªe por no llorar. Y la protagonista del inquietante Descuida, no ha dolido, metida hasta los tobillos en el agua de la ba?era, ?lanzar¨¢ el tostador que sujeta al l¨ªquido elemento para electrocutarse o se dar¨¢ otra oportunidad? ¡°Es alucinante comprobar c¨®mo la gente puede llegar a ver lo mismo de manera tan diferente¡± , apunta el artista. ?Recuerdan aquel vestido viral que no se sab¨ªa si era azul o blanco? Pues eso.
Otro de los temas centrales de la exposici¨®n es la elecci¨®n entre los frutos del ?rbol de la Ciencia y el ?rbol de la Vida, es decir: ?Es preferible, conocer los entresijos del mundo y vivir lleno de tribulaciones o existir en la inopia y ser feliz? ¡°Ya se lo dijo una vez Kurt Cobain a Joaqu¨ªn Luqui: Qui¨¦n pudiera ser feliz con tan solo una cerveza y un partido de f¨²tbol¡±, bromea Bonafuente.
En la serie El Resplandor, a trav¨¦s de 10 retratos contiguos vemos como los retratados, cada uno diferente, van pasando de la pesadumbre del conocimiento al ¨¦xtasis (con los ojos nublados) de abrazar la luz, pero ya fuera de s¨ª mismos. De un retrato a otro cruza la leyenda que se lee en el c¨¦lebre grabado de Goya El sue?o de la raz¨®n produce monstruos: ¡°El autor so?ando. Su intento solo es desterrar vulgaridades perjudiciales, y perpetuar con esta obra de caprichos, el testimonio solido de la verdad¡±.
Bonafuente es licenciado en Derecho (aunque nunca ha ejercido) y pintor autodidacta. Antes de esta serie hab¨ªa realizado otras, como A?o dos: Mi querida Espa?a, inspirada en la Guerra Civil, o A?o uno, de tema musical, con retratos de personas maquilladas a lo Kiss o posando con vinilos de los Beatles o Johnny Cash. Prefiere que le pregunten por las dobleces de su obra antes que por el prodigio hiperrealista. A¨²n as¨ª es obligado hacerlo. Y esto, ?c¨®mo se hace? ¡°Lo importante es saber mirar, saber qu¨¦ colores hay¡±, explica el pintor, ¡°la piel, por ejemplo, no es solo blanca y rosa, tambi¨¦n puede tener verdes, azules, lilas¡ Manejando los contrastes, m¨¢s oscuro, m¨¢s claro, ya te sale. No es necesario pasarse 30 a?os aprendiendo¡±. Dicho as¨ª, parece f¨¢cil.
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