La c¨¢rcel m¨¢s desconocida
Una exposici¨®n recorre la historia de la prisi¨®n de mujeres de Ventas, desaparecida a finales de los sesenta
Cuando Victoria Kent, la primera directora general de prisiones, entr¨® en la c¨¢rcel de la calle de Qui?ones, cerca de la de San Bernardo, se encontr¨® con un panorama desolador. Las mujeres estaban hacinadas, no hab¨ªa las m¨ªnimas condiciones de salubridad y estaba regentada por la orden de las Hijas de la Caridad. La especialista en Derecho Penal, formada en la Instituci¨®n Libre de Ense?anza, se propuso a partir de entonces humanizar las prisiones. Una de sus primeras medidas fue encargar un nuevo edificio para las mujeres y crear la secci¨®n femenina del cuerpo de prisiones.
El sue?o de Victoria Kent vio la luz en la prisi¨®n de Ventas, situada en un solar al final de la calle de Alcal¨¢, junto al arroyo del Abro?igal (la actual M-30) y la plaza de Manuel Becerra y el paseo del Marqu¨¦s de Zafra. El edificio ya representaba una c¨¢rcel moderna, sobre todo comparada con la prisi¨®n de la calle de Qui?ones. ¡°Impuso un edificio racionalista, con celdas individuales, sal¨®n de actos y de lectura, adem¨¢s de terrazas para las salas de las presas de las madres¡±, reconoce Fernando Hern¨¢ndez, historiador y comisario de la exposici¨®n Ventas, historia de una prisi¨®n de mujeres 1933-1969, que est¨¢ en el centro cultural Fuente del Berro hasta el pr¨®ximo s¨¢bado.
¡°Mucha luz, mucha luz¡±, advirti¨® al arquitecto Manuel S¨¢inz de Vicu?a la directora de Instituciones Penitenciarias. La nueva prisi¨®n se abri¨® el 31 de agosto de 1933, cuando Kent ya llevaba un a?o fuera del cargo tras dimitir. Eso s¨ª, ella pudo asistir y ver c¨®mo su obra se hab¨ªa hecho realidad. En la primera planta hab¨ªa 75 dormitorios independientes, enfermer¨ªa, comedor, cocina y talleres, mientras en la segunda se construyeron cinco dormitorios con 25 camas, quir¨®fano y el departamento de madres, seg¨²n recog¨ªa una informaci¨®n de El Liberal del 1 de septiembre de 1933.
La Guerra Civil dio al traste con la idea reformadora de Kent. Las presas fueron trasladadas a un edificio convertido en prisi¨®n en la plaza del Conde de Toreno, mientras el de Ventas lo ocupaban miles de prisioneros pol¨ªticos varones. Las mujeres no regresar¨ªan hasta marzo de 1937. ¡°A partir de ah¨ª, la historia de la c¨¢rcel cambia radicalmente. Se hacinan miles de presas, en su mayor¨ªa republicanas o izquierdistas, que tienen que cumplir largas penas de c¨¢rcel¡±, destaca Hern¨¢ndez.
La religi¨®n volvi¨® de lleno a los muros de Ventas. El fot¨®grafo Santos Yubero hizo un reportaje sobre la procesi¨®n del Corpus, que se puede ver en los paneles de la exposici¨®n. La superpoblaci¨®n de la c¨¢rcel, en la que hubo hasta m¨¢s de 3.000 reclusas, el rancho infecto, las p¨¦simas condiciones de higiene y una asistencia m¨¦dica casi inexistente motivaron una alt¨ªsima mortandad, en especial por enfermedades como el tifus o la tuberculosis.
Durante estas fechas se repitieron los fusilamientos de las presas en las tapias exteriores del cercano cementerio del Este (actual de La Almudena). Murieron ejecutadas unas 90 mujeres. Eran llamadas por la noche. De all¨ª pasaban a la capilla, donde solo se les permit¨ªa escribir una carta a sus familiares si se confesaban ante el cura.
De all¨ª salieron, de hecho, las reclusas conocidas como Las Trece Rosas. Fueron ejecutadas el 5 de agosto, acusadas de ser militantes de Juventudes Socialistas Unificadas. De hecho, deber¨ªan de haber sido 14, pero un error burocr¨¢tico retraso el fusilamiento de Antonia Torres Llera, de 19 a?os, hasta el 19 de febrero de 1940.
La c¨¢rcel se mantuvo abierta hasta 1969. El n¨²mero de reclusas hab¨ªa bajado much¨ªsimo y el solar sobre el que se asentaba se hab¨ªa revalorizado otro tanto. ¡°El Ministerio de Justicia hizo en esos a?os una operaci¨®n que est¨¢ poco documentada¡±, reconoce el historiador. El edificio fue derruido y en la actualidad no queda ning¨²n vestigio, ni una simple placa, de aquella instituci¨®n.
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