Una medida que funciona en Barcelona desde 2011

La Generalitat habilit¨® un sistema similar al de Madrid en 2011. Cada vez que se registran valores superiores a los 200 microgramos por metro c¨²bico de di¨®xido de nitr¨®geno en el aire y esas concentraciones coinciden con un anticicl¨®n de subsidencia la velocidad m¨¢xima en los accesos a Barcelona se reduce de los 120 a los 80 km/h. Desde que se puso en marcha, ese protocolo se ha activado en ocho ocasiones, que se han prolongado de dos a nueve d¨ªas.

¡°Este tipo de medidas funcionan bien si existen otras medidas estructurales de restricci¨®n del tr¨¢fico, sino tienen una funci¨®n m¨¢s de difusi¨®n del problema que de reducci¨®n de la contaminaci¨®n¡±, explica Xavier Querol, experto del CSIC en poluci¨®n ambiental. De hecho, lo que aprob¨® el Gobierno catal¨¢n en 2011 era una contrareforma a una medida estructural aprobada por el Ejecutivo anterior.

Ante las altas dosis de contaminaci¨®n atmosf¨¦rica existentes en la regi¨®n metropolitana de Barcelona, y por las que la Comisi¨®n Europea amenaza con multar a Espa?a, el Gobierno tripartito habilit¨® un sistema de velocidad variable en las diferentes carreteras que daban acceso a la capital catalana. Nunca se pod¨ªa superar los 80 kil¨®metros por hora de velocidad, pero esa velocidad todav¨ªa se pod¨ªa reducir m¨¢s en funci¨®n de que hubiera retenciones, accidentes o incluso altas concentraciones de contaminaci¨®n. Un sistema de se?ales luminosas permit¨ªa el cambio casi autom¨¢tico y automatizado de la velocidad de circulaci¨®n.

La implantaci¨®n de la medida no fue ajena a la pol¨¦mica por parte de instituciones e, incluso, en el seno del propio Gobierno que integraban PSC, ERC e ICV-EUiA. Los ecosocialistas, que controlaban el Servicio Catal¨¢n de Tr¨¢fico que la puso en marcha y el Departamento de Medio Ambiente, tuvieron que anteponerse a la oposici¨®n de los socialistas, que controlaban la consejer¨ªa encargada de las infraestructuras.

Y una vez finiquitado el Tripartito, el primer Gobierno de Artur Mas modific¨® por completo la medida, bas¨¢ndose b¨¢sicamente en las previsiones de niveles de inmisi¨®n de acuerdo a determinadas condiciones meteorol¨®gicas. Dos o tres d¨ªas antes de producirse un cap¨ªtulo de contaminaci¨®n extrema se puede prever y preparar una limitaci¨®n de velocidad para reducir las emisiones de los veh¨ªculos.

La reducci¨®n de la velocidad es la segunda medida a tomar cuando esa contaminaci¨®n se dispara, tras haber efectuado tareas de informaci¨®n a la poblaci¨®n. La siguiente medida, si fuera necesaria, tendr¨ªa efectos sobre industrias y centrales energ¨¦ticas, que tendr¨ªan que reducir su actividad para minimizar las emisiones de di¨®xidos de nitr¨®geno.

En opini¨®n de Querol, Espa?a tiene que dar un paso adelante en materia de contaminaci¨®n y asumir medidas estructurales, que pasan por reducir el n¨²mero de veh¨ªculos que est¨¢n en uso y crear un sistema de transporte p¨²blico suficientemente eficiente y atractivo como para que los usuarios del coche y la moto hagan el cambio. Una opci¨®n, se?ala el t¨¦cnico, es la creaci¨®n de zonas de bajas emisiones de contaminaci¨®n, de las que hay 220 en Europa. Respecto al transporte p¨²blico, subraya que tiene que ser eficiente no solo en las l¨ªneas urbanas, sino tambi¨¦n en las interurbanas, ya que m¨¢s de la mitad de los veh¨ªculos que circulan por las urbes proceden de fuera de la ciudad.