Se nos acaba el tiempo
Si no cambiamos de modelo econ¨®mico, la capacidad destructiva de las fuerzas productivas y el consumismo desbocado provocar¨¢n un creciente deterioro ecol¨®gico
Mientras preparaba la redacci¨®n de este art¨ªculo sobre la Cumbre de Par¨ªs contra el cambio clim¨¢tico, me lleg¨® la informaci¨®n de la masacre perpetrada por los terroristas del Daesh en diferentes puntos de la capital de Francia. Vaya por delante mi m¨¢s en¨¦rgica condena y mi m¨¢s absoluto desprecio hacia los autores materiales y a los l¨ªderes intelectuales de los atentados que, escud¨¢ndose en la religi¨®n, dan rienda suelta a sus instintos asesinos. Estos l¨ªderes encuentran voluntarios de la muerte y la destrucci¨®n en las banlieu empobrecidas, donde muchos j¨®venes no tienen ning¨²n futuro y son presa f¨¢cil de personas sin escr¨²pulos que les hacen creer que son importantes porque mueren por una causa justa, llenos de odio y rencor.
En la Cumbre de Par¨ªs se hablara de petr¨®leo, pero a la hora de buscar las causas del aumento del terrorismo en estas zonas, estos d¨ªas tendr¨ªamos que hablar de la influencia de las pol¨ªticas b¨¦licas para capturar petr¨®leo emprendidas por los pa¨ªses desarrollados. Las guerras en Irak y Siria no han obedecido a una actitud solidaria de los pa¨ªses impulsores, que quer¨ªan eliminar dictaduras para imponer reg¨ªmenes democr¨¢ticos. Son luchas geopol¨ªticas para asegurarse la obtenci¨®n de petr¨®leo con el que mantener el crecimiento de sus econom¨ªas.
El informe de Donella H. Dennis Meadows Los l¨ªmites del Crecimiento 30 a?os despu¨¦s (2006[2004]), los informes anuales del Panel Intergubernamental del Cambio Clim¨¢tico o el Informe Stern del Banco de Inglaterra, por solo citar los estudios m¨¢s conocidos, han mostrado los peligros que supon¨ªa esta carrera desbocada del crecimiento para los sistemas naturales y el clima, para las bases naturales sobre las que prospera el g¨¦nero humano. Sin embargo, las relaciones entre ecolog¨ªa y econom¨ªa no son ni directas ni sencillas, como muestra el ejemplo del petr¨®leo.
Tras el fuerte tir¨®n de los precios entre 2005 y 2008 (como tambi¨¦n pas¨® entre 1973 y 1978), empujados por el r¨¢pido crecimiento econ¨®mico y la expansi¨®n geogr¨¢fica de la producci¨®n y el consumo industrial, ahora se han derrumbado como consecuencia del descenso de la actividad econ¨®mica, la reducci¨®n del consumo y tambi¨¦n de la especulaci¨®n sobre las reservas de petr¨®leo. Sin embargo, esta ca¨ªda coyuntural de los precios y del consumo no aten¨²a el problema del agotamiento de los combustibles f¨®siles, pues el petr¨®leo es un stock y su reposici¨®n exige un tiempo geol¨®gico muy superior (millones de a?os) al tiempo hist¨®rico de la civilizaci¨®n humana (miles de a?os). Tampoco aten¨²a los efectos de la contaminaci¨®n global y el cambio clim¨¢tico, porque las emisiones ya realizadas tienen un efecto acumulativo que se prolongar¨¢ incluso despu¨¦s del consumo de las reservas disponibles.
El petr¨®leo es un stock y su reposici¨®n exige un tiempo geol¨®gico muy superior (millones de a?os) al tiempo hist¨®rico de la civilizaci¨®n humana (miles de a?os)
Por tanto, no debemos esperar sincron¨ªas ni cadenas causales inmediatas entre econom¨ªa y ecolog¨ªa. Pero, como advierte el Informe Stern, la capacidad destructiva de las ¡°fuerzas productivas¡± y el consumismo desbocado provocar¨¢ un creciente deterioro ecol¨®gico, semejante al deshilachamiento de una alfombra, donde a medida que se deshacen los hilos, la trama es cada vez m¨¢s d¨¦bil y su capacidad de sustentaci¨®n menor. As¨ª, el agotamiento de stocks (combustibles f¨®siles) y el deterioro de los flujos biof¨ªsicos del planeta (reducci¨®n de la biodiversidad, cambio en las corrientes oce¨¢nicas que gobiernan el clima) puede generar perturbaciones locales violentas e impredecibles (grandes tormentas de lluvia o viento, contaminaci¨®n elevada, reaparici¨®n de enfermedades, sequ¨ªas, etc¨¦tera), o colapsos de un alcance social y geogr¨¢fico mayor (aumento del nivel de los mares, reducci¨®n o desaparici¨®n del ?rtico en verano).
El cambio clim¨¢tico, producido por la acci¨®n del hombre es irreversible. La Cumbre de Par¨ªs intentar¨¢ mitigar, reducir y hacer m¨¢s lento el cambio: evitar que la temperatura media del planeta durante este siglo aumente m¨¢s de dos grados de media. Para asegurar el futuro del planeta hace falta un cambio de mentalidad que lleve a un cambio de modelo econ¨®mico y energ¨¦tico. Un nuevo modelo econ¨®mico, social, sostenible y estacionario que abandone la idea del crecimiento continuado y apueste por una fiscalidad progresiva y ambiental, un control de los mercados financieros especulativos a trav¨¦s de la tasa Tobin y la creaci¨®n de un banco p¨²blico que impulse pol¨ªticas sociales y ambientales.
Si no nos adaptamos a nuestro medio ambiente estamos destinados a la autodestrucci¨®n.
Joan Boada Masoliver es profesor de Historia
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