El Carrusel Catal¨¤ deja de girar despu¨¦s de 17 a?os
Tras su cierre, el tiovivo de Alfons X es el ¨²ltimo que queda en Barcelona en la v¨ªa p¨²blica
Juan (51 a?os) luce orgulloso su uniforme de trabajo: vaqueros y un polo rojo con el dibujo en blanco de un tiovivo y la palabra Carrusel. Apenas termina un cigarrillo y se enciende otro. El pasado jueves fue su ¨²ltimo d¨ªa de trabajo. Durante 17 a?os Juan ha sido el encargado de poner en funcionamiento los 44 caballitos que conforman el Carrusel Catal¨¤, uno de los m¨¢s grandes de Barcelona, situado en el Paseo de ?taca (en el puerto) y frente al Aquarium de Barcelona. "Entr¨¦ a trabajar aqu¨ª el uno de abril de 1998, el d¨ªa de la inauguraci¨®n de los caballitos¡±, recuerda de memoria. A su espalda, un carrusel pintado a mano con los iconos de la capital catalana, aguarda el momento de ser desmontado.
Es el pen¨²ltimo tiovivo de Barcelona situado en la v¨ªa p¨²blica, un m¨¦rito nada despreciable teniendo en cuenta la dificultad de este tipo de atracciones para subsistir abiertas los 365 d¨ªas del a?o y las altas cuant¨ªas a las que deben hacer frente para arrendar el espacio p¨²blico que ocupan. Un m¨¦rito que mantiene la atracci¨®n situada en la Plaza Alfonso X, en el distrito de Horta-Guinard¨®. Regentado por una pareja de m¨¦dicos, la atracci¨®n, que cuenta con una veintena de plazas, persiste despu¨¦s de 40 a?os y tras el cierre del Carrusel Catal¨¤ se ha convertido en el ¨²ltimo tiovivo de Barcelona. ¡°Aqu¨ª he visto venir a tres generaciones juntas¡±, explica el empleado de la atracci¨®n.
Peor suerte han corrido los caballitos del puerto. Su due?o, Xavier Renaga, compr¨® la atracci¨®n del Carrusel Catal¨¤ hace once a?os por un importe de 180.000 euros. Ahora, su ¨²nica opci¨®n es llevarse los caballitos a C¨®rdoba y esperar a que se los compren. ¡°Hemos intentado mantenernos abiertos a pesar de la crisis¡±, explica Renaga, ¡°Pero ya no puedo hacer frente a la renta que me exige la gestor¨ªa para alquilar el espacio¡±, a?ade.Xavier comenz¨® pagando un alquiler de 3.250 euros al mes a la gestora Port 2000, contratada por Ports de la Generalitat, que es quien tiene la competencia del espacio p¨²blico situado en el puerto de Barcelona. Un precio elevado al que por entonces este empresario pod¨ªa hacer frente. La zona del puerto estaba en auge y pronto empezaron a construirse grandes espacios comerciales. La crisis hizo sus estragos y comenzaron las p¨¦rdidas. El enorme edificio del Imax, que flanquea al t¨ªo vivo, lleva a?os cerrado a cal y canto y la zona ha comenzado su declive.
Hace dos a?os que Xavier consigui¨® reducir el alquiler mensual a 990 euros, pero aun as¨ª el negocio no facturaba lo suficiente para ponerse al d¨ªa. Ahora debe 13.000 euros y la gestora no cede ante la petici¨®n de rebajarle el alquiler a 500 euros. ¡°En temporada baja hay d¨ªas que podemos sacar 20 euros y d¨ªas que no sacamos nada. La gente sigue usando estas atracciones. A los ni?os les encantan los caballitos y muchos adultos quieren compartir con sus hijos una atracci¨®n tan popular y entra?able de su infancia¡±, esgrime Xavier. ¡°Sin embargo, llega un momento en que la situaci¨®n se hace insostenible y tienes que plantearte otros horizontes¡±, explica el empresario.
Mientras cuenta su historia, una pareja de turistas se acerca Juan. ¡°?Puedo hacerme una foto subida en el carrusel?¡±, pregunta la joven extranjera. Juan asiente con la cabeza y se dirige al interior de la garita acristalada donde predomina el algod¨®n de az¨²car, los p¨®sters del Club de F¨²tbol Barcelona y una m¨¢quina registradora que har¨ªa las mieles de cualquier coleccionista vintage. Est¨¢ anocheciendo, as¨ª que Juan enciende las bombillas de la atracci¨®n para que los turistas saquen sus mejores fotos. ¡°Creo que debe haber unas 400.000 fotos de este carrusel¡±, explica Juan con una sonrisa orgullosa. La estampa de bombillas, la m¨²sica y los caballitos en marcha transportan, a cualquiera que contemple la estampa, a su m¨¢s tierna infancia. ¡°Es una imagen preciosa, pero pagar la electricidad de estas 1.000 bombillas mensualmente le quita encanto¡±, bromea Juan. ¡°Adem¨¢s hemos pasado de pagar un 8% IVA a un 21%. Estos impuestos est¨¢n matando el negocio¡±, asegura el empleado.
De momento, la esperanza de Juan y Xavier es conseguir un cambio de ubicaci¨®n. ¡°Desde que hicieron el paseo del puerto, los turistas que pasan por delante del carrusel han disminuido. Como mucho se acercan los que hacen cola frente al Aquarium¡±, desgrana Xavier. Por eso, han pedido al Ayuntamiento por una parte, y a la gestora por otra que abran un concurso p¨²blico para poder desplazar el carrusel a una zona m¨¢s concurrida. "Hay infinidad de ubicaciones donde ser¨ªa otra historia. Podr¨ªamos mantener el negocio y pagar renta decente, porque la afluencia de familias y turistas es mucho m¨¢s elevada¡±, mantiene Xavier. Por ahora, no hay respuesta por parte de la gestor¨ªa, ni por parte del Ayuntamiento. As¨ª que Xavier se llevar¨¢ la atracci¨®n a una feria de C¨®rdoba hasta finales de a?o, donde espera que alguien se la compre.Y Juan, despu¨¦s de 17 a?os como encargado de la atracci¨®n, tendr¨¢ que irse al paro.
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