En busca de rollos de pianola

Un hallazgo casual de 2.000 rollos de pianola en una mas¨ªa del Priorat hace unos a?os ha propiciado una nueva tecnolog¨ªa, el Pianola Roll Digitizer, un sistema de lectura digitalizada de aquellos populares rollos perforados de los a?os 20 y 30 del siglo pasado capaz de hacer sonar un piano aunque no se tuviera ni idea de m¨²sica. Una investigaci¨®n que arranc¨® hace seis a?os y que ha servido para encontrar unas cu¨¢ntas perlas, como obras in¨¦ditas de los compositores Frederic Mompou y Manuel Blancafort que en esa ¨¦poca firmaban con el seud¨®nimo Hobby animadas piezas de foxtrot y ragtime. Una de ellas es Shangai, un fren¨¦tico foxtrot en las ant¨ªpodas del tranquilo fraseo del piano de la M¨²sica Callada, una de las obras de referencia de Mompou.

¡°La verdad es que muchos m¨²sicos catalanes de aquellos a?os compon¨ªan m¨²sica bailable para ganarse unos cuartos y ahora hemos descubierto que Mompou y Blancafort tambi¨¦n lo hac¨ªan. Seguro que podr¨ªan salir muchos m¨¢s¡±, explica el director del Museo de la M¨²sica, Jaume Ayats, que hac¨ªa un llamamiento a todos los tengan rollos de pianola para que los aporte. ¡°Lo que se persigue es recuperar el material posible y ponerlo a disposici¨®n de quien quiera conocerlo con un simple clic¡±, a?ad¨ªa Ayats en la presentaci¨®n del aparato.

Aquel hallazgo inicial de rollos de pianola focaliz¨® una investigaci¨®n de Jordi Roquer, profesor del departamento de Arte y Musicolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma y estudioso de las m¨²sicas en las sociedades contempor¨¢neas, que conjuntamente con el Centro de Visi¨®n por Computador (CVC) y el Museo de la M¨²sica y el centro Robert Gerhad han desarrollado la tecnolog¨ªa para preservar, conservar y difundir la m¨²sica contenida en los rollos de pianola. Ahora son unos 10.000; los localizados en los fondos del propio Museo, los depositados en la Biblioteca de Catalu?a y los que est¨¢n en manos de fundaciones, como la Blancafort. Los rollos encontrados en el Priorat llevaban la marca de Rotlles Vict¨°ria, que fue una importante industria fabricante y exportadora de La Garriga, propiedad de la familia Blancafort. La pianola, medio instrumento, medio aparato reproductor, fue muy popular en los primeros a?os del XX cuando en Barcelona hab¨ªa unas 80.000 pianolas.

Roquer investig¨® el fondo documental de la familia Blancafort y hall¨® la correspondencia de los dos m¨²sicos que hac¨ªan referencia a las grabaciones de los rollos de pianola. As¨ª descubri¨® el primer registro de los Preludios I y II de Mompou, interpretadas por ¨¦l mismo en un registro tomado antes de 1929, y otras dos obras desconocidas de Blancafort: Humoresque y Deuxi¨¨me Humoresque, de 1914. Al cotejar los cat¨¢logos Vict¨°ria que se conservaban en la Biblioteca de Catalu?a, Roquer pudo localizar los tres rollos de m¨²sica bailable que bajo el seud¨®nimo de Hobby eran obra de los dos compositores.

El dise?o de la Pianola Roll Digitizer abre la posibilidad de recuperar miles de rollos de pianola y, qui¨¦n sabe, si descubrir otras joyas secretas con la firma de compositores de la ¨¦poca. De momento, se han digitalizado los 3.000 rollos de la colecci¨®n del Museo de la M¨²sica. Pese a que cada fabricante de pianolas utilizaba sistemas diferentes para producir sus rollos ¡ªpor eso los hay de diferentes dimensiones¡ª lo invariable es que se trataba de un papel perforado con 88 agujeros ¡ªuno por cada tecla del piano¡ª con un sistema mec¨¢nico que accionaba el martillo sobre las cuerdas del piano. Habitualmente la perforaci¨®n la hac¨ªa un especialista que realizaba un m¨¢ster y las m¨¢quinas hac¨ªan las copias que se vend¨ªan como el mejor elemento reproductor de la m¨²sica de la ¨¦poca. Algunas fotograf¨ªas del fondo documental de la Fundaci¨®n Blancafort reflejan las grandes salas de la empresa Rotlles Vict¨°ria que exportaba una media de 100.000 rollos anuales.

¡®Canigo¡¯s Mountain¡¯

El mecanismo dise?ado ahora por los investigadores parte de un esc¨¢ner que lee los rollos de pianola ¡ªde unos 10 metros de longitud¡ª para despu¨¦s ser convertidos en m¨²sica mediante un software tambi¨¦n dise?ado dentro del proyecto que ha tenido un coste de unos 30.000 euros. ¡°Si ahora hici¨¦ramos m¨¢s, evidentemente, el precio no ser¨ªa ese, sino muy inferior porque hicimos varios prototipos que fuimos mejorando y cambiando hasta llegar al actual¡±, aclaraba otro de los investigadores del proyecto, Francesc Cort¨¦s. Su trabajo se centra ahora en intentar descubrir la autor¨ªa de otras piezas musicales que han recuperado de los rollos de pianola, como una catalogada como Canigo¡¯s Mountain, escrita, tambi¨¦n, bajo seud¨®nimo.