La telara?a
Se acerca el a?o nuevo pero lo viejo permanece inamovible
Se acerca el a?o nuevo pero lo viejo permanece inamovible. Los comit¨¦s de campa?a se devanan los sesos ideando una visita a un pobre, a un empresario enfermo de IRPF, a una verdulera con las endivias de oferta, a cualquier cosa que tenga puerta a la calle para plantarse delante, convocar a la prensa y repetir lo mismo que ven¨ªa esa ma?ana en el peri¨®dico. Siempre es igual. Se van con los periodistas hasta donde Juanjo Men¨¦ndez dio las tres voces, all¨ª el pol¨ªtico dice cuatro cosas en forma de eslogan y todos de vuelta a casa por la misma autopista de pago.
Sabadell. Terreno industrial rico en mercurio. Pol¨ªgono Sud-Oest. Vamos al coraz¨®n de las devanaderas abordo del bus del Partido Popular (es decir, metidos dentro de un anuncio) con el fin de cubrir un acto de Alicia S¨¢nchez-Camacho. Toca visita a una peque?a empresa textil especializada en tejidos t¨¦cnicos y de filtraci¨®n. Un gesto l¨ªrico, el que una implicada en la Camarga tenga tanto inter¨¦s por la t¨¦cnicas de filtraci¨®n. Nave de dos salas. En una, 12 m¨¢quinas de tejer, entre almenas c¨®nicas de hilos, meten el ruido insoportable del trabajo. Las vigilan un hombre y su hijo. El padre es uno de los socios fundadores. Mono azul, barba blanca y gafas redondas. El hijo, mono y cascos de protecci¨®n auditiva. En la sala contigua, prodigiosamente silenciosa, dos m¨¢quinas pesadas, oficinas y almac¨¦n. Olor a qu¨ªmica. Atiende a S¨¢nchez-Camacho otra propietaria. Afuera, el asfalto recto y fr¨ªo como otra herramienta de trabajo, y el puesto ambulante de los bocadillos y las patatas fritas.
Han acudido al encuentro de S¨¢nchez-Camacho unos compa?eros de militancia. El hombre popular, cuando va de excursi¨®n al Riole¨®n Safari de los obreros se pone cazadora acolchada, vaqueros azules, calzado de ante y bufanda anudada al cuello. Los faldones de la camisa asomando bajo el jersey. La mujer popular lleva abrigo corto oscuro con botones de cobre gastado, botas de ante hasta las rodillas, bolso al hombro y gafas de sol. Alicia S¨¢nchez-Camacho se ha presentado en un Volkswagen de cristales ahumados. El ch¨®fer la esperar¨¢ dentro. Aparece vestida de jefa de la expedici¨®n. Abrigo largo camel y botas altas negras. Cadena dorada. Se acercan los micros a su boca y parecen vasos de agua. ¡°Esta empresa es un referente de nuestra econom¨ªa productiva¡±, dice frot¨¢ndose las manos, pero de fr¨ªo. Detr¨¢s del bus hay aparcado un cami¨®n con un r¨®tulo donde pone: gr¨²as y transportes El Ga?¨¢n. Dentro del taller tejen las m¨¢quinas con su ruido de chorro de aire y en el mundo viejuno las ara?as tejen apaciblemente sus telara?as.
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