Artur Mas y el ilusionismo
Desde que es presidente, Mas ha acreditado poseer grandes habilidades como volatinero y saltimbanqui. Ha suscrito pactos con diferentes socios y los ha incumplido sistem¨¢ticamente
La acumulaci¨®n de contiendas electorales hace aflorar las contradicciones de la pol¨ªtica y evidencia la distancia entre las intenciones expresadas p¨²blicamente y los prop¨®sitos encubiertos, entre el atrezo y la realidad. La campa?a electoral de las formaciones pol¨ªticas que gobiernan propicia tambi¨¦n la comparaci¨®n entre pasado, presente y futuro. Hacer balance del recorrido de los partidos gubernamentales, analizar sus nuevos ejes program¨¢ticos y prever el futuro que proponen a los electores permite descubrir fen¨®menos paranormales y concebir la pol¨ªtica como una ciencia oculta y misteriosa.
La reciente trayectoria del que ha sido durante m¨¢s de treinta a?os partido hegem¨®nico en Catalu?a, CDC, y de su actual l¨ªder, Artur Mas, demuestra una mezcla de dominio de determinadas artes circenses y taumat¨²rgicas. En un solo lustro, desde que Mas es presidente del gobierno ha acreditado poseer grandes habilidades como volatinero y saltimbanqui en la pol¨ªtica de pactos. En 2010 fue investido presidente gracias al PSC, para luego gobernar con el principal apoyo del PP. En 2012 logr¨® superar la investidura y gobernar con la ayuda de ERC y, tras las ¨²ltimas elecciones de 2015, Mas ha abrazado el radicalismo de la CUP para intentar llegar a ser presidente.
En las tres elecciones que ha habido en solo siete meses de 2015, CDC se ha presentado con tres candidaturas distintas. CiU en las municipales, Junts pel S¨ª en las auton¨®micas y Democr¨¤cia i Llibertat en las generales, y siempre con diferentes socios. El embrujo convergente y sus aptitudes hechiceras han encandilado a casi una decena de formaciones pol¨ªticas que han acompa?ado a CDC en estas ofertas electorales.
ERC ha tropezado hasta tres veces con la misma piedra filosofal convergente. En diciembre de 2012 formaliz¨® un pacto de legislatura con tres anexos que, salvo el cumplimiento parcial del primero, se convirtieron en papel mojado. En enero de 2015 se acord¨®, con la Ley de Presupuestos, la creaci¨®n y el refuerzo de determinadas estructuras de Estado que todav¨ªa est¨¢n en el limbo de la acci¨®n del gobierno de Artur Mas. Y el 13 de julio de 2015, en una esot¨¦rica ¡°reuni¨®n de pastores¡±, Oriol Junqueras se someti¨® a la fuerza hipn¨®tica de Mas y accedi¨® a formar una coalici¨®n electoral con CDC que no dio los frutos esperados el 27-S.
Las propuestas de CDC sobre las relaciones entre Catalu?a y Espa?a han dado, en poco tiempo, un triple salto mortal con tirabuz¨®n y doble pirueta. Los convergentes han pasado de su cl¨¢sica ambig¨¹edad ideol¨®gica y del peix al cove a la retah¨ªla de figuras ret¨®ricas para evitar la palabra independencia en el 16? Congreso del partido de 2012, hasta acabar siendo agoreros del autonomismo y profetas del independentismo con la extrema fe del converso.
Por arte de magia negra, los planteamientos soberanistas del gobierno de Mas han causado estragos en el sistema de partidos catal¨¢n. Desgraciaron al PSC, al PP, a ICV y a Uni¨® hasta ocasionarles una fuerte crisis existencial, y ya veremos si el mal de ojo tambi¨¦n afectar¨¢ a la CUP. Pere Navarro, Alicia S¨¢nchez-Camacho, Joan Herrera o Josep Antoni Duran Lleida han sufrido, como si fueran v¨ªctimas de vud¨², todo tipo de martirios pol¨ªticos. Incluso CDC ha iniciado un curioso ritual de inmolaci¨®n pol¨ªtica para renacer de sus cenizas como el ave F¨¦nix. Videntes, tarotistas, quirom¨¢nticos, zahor¨ªes, pitonisos y adivinos del entorno convergente auguran una refundaci¨®n del partido que permita enterrar el cat¨¢logo de p¨®cimas t¨®xicas de CDC y encontrar, en pocos meses, el elixir de la vida eterna y el ¨¦xtasis pol¨ªtico.
En los m¨²ltiples casos de corrupci¨®n que afectan a CiU, el president Mas ha exhibido una gran pericia en el juego del trile. Procedimientos judiciales interminables, delitos prescritos, casos dudosos archivados, sanciones sin efecto, indultos a la carta y¡?d¨®nde est¨¢ la corrupci¨®n? Y justo ahora que estamos a las puertas de un a?o en el que pueden dictarse sentencias sobre determinados asuntos turbios que afectan a CDC, se finiquitan las siglas y¡ ?d¨®nde est¨¢ el partido? Puro malabarismo pol¨ªtico en b¨²squeda del ¡°m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa¡± para distraer a la opini¨®n p¨²blica.
Pero la alquimia, el ocultismo y el ilusionismo pol¨ªticos no solo son patrimonio de Mas y CDC. Todos los partidos practican rituales y conjuros para fidelizar a su parroquia y captar nuevos adeptos. Todos tienen magos, brujos y prestidigitadores. Y algunos tambi¨¦n cuentan incluso con el plus de Marcelo.
Jordi Matas Dalmases es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UB.
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