El cuento de la casa de los libros ¡®encantada¡¯

Ni en 2013, ni en 2014, ni en 2015 y tampoco en 2016 hay una partida en los presupuestos del Estado para la Biblioteca Provincial de Barcelona. Cuatro a?os, una legislatura entera o un mandato municipal ¡ªporque han coincidido en el tiempo¡ª, sin que uno de los proyectos culturales importantes de la capital catalana haya avanzado ni un solo mil¨ªmetro. ?Falta de impulso por parte del Ministerio de Cultura, que es a quien le corresponde construirla? ?Poca insistencia del Ayuntamiento de Barcelona en desatascar el proyecto?, ?Pegas para afrontar ahora una inversi¨®n de 38 millones de euros, el coste que las administraciones dieron por bueno hace cinco a?os?

Probablemente, un poco de las tres cosas es lo que impide que la Biblioteca Provincial salga de los cajones. Sin duda, est¨¢ un poco gafada: inicialmente se iba a levantar en el Born (el hallazgo de los restos de la ciudad de 1714 la expuls¨® de ah¨ª) y luego estuvo a?os en liza para determinar su definitiva ubicaci¨®n.

La biblioteca est¨¢ proyectada en una pieza triangular de unos 6.000 metros cuadrados que va desde el actual aparcamiento de la estaci¨®n de Francia ¡ªque dejar¨¢ de serlo¡ª hasta las v¨ªas. Ser¨¢n 18.000 metros cuadrados de superficie con capacidad para almacenar 600.000 vol¨²menes. Un centro que ha sido largamente reivindicado desde el consorcio de Bibliotecas de Barcelona porque, entre otras cosas, tiene que servir para impulsar el nuevo modelo de estos centros culturales, existente en pa¨ªses como Dinamarca y Holanda, pensados como un lugar no solo para leer sino para estar con muchas m¨¢s actividades. Y tambi¨¦n para ejercer de central de la red de bibliotecas de la ciudad, que siguen siendo los equipamientos mejor valorados por los barceloneses.

A lo largo de estos cuatro a?os, la Biblioteca Provincial ha sido objeto de conversaci¨®n frecuente en reuniones informales entre Jaume Ciurana, el concejal de Cultura del anterior gobierno de la ciudad, y el secretario de Estado de Cultura, Jos¨¦ Mar¨ªa Lassalle. ¡°Reclamamos por carta m¨¢s de una vez al ministerio que convocara la comisi¨®n de seguimiento y hasta llegamos a reunirnos, junto con el alcalde Xavier Trias, en una ocasi¨®n con el ministro Jos¨¦ Ignacio Wert¡±, explica ahora Ciurana.

Aquello ocurri¨® en 2011 y, como si fuera un cuento, pasaron los a?os¡­ y la comisi¨®n no se reuni¨® de nuevo hasta finales de 2014. En el ¨ªnterin, el ministerio pon¨ªa pegas a un aparcamiento que se hab¨ªa proyectado debajo de la biblioteca. En la reuni¨®n del a?o pasado, el Ayuntamiento acab¨® renunciando al aparcamiento pero no aclar¨® si se aven¨ªa al nuevo planteamiento del ministerio: ¡°Propusieron hacerla por fases y subrayaron que no se estaba en disposici¨®n de hacer la inversi¨®n prevista ¡ª38 millones de euros¡ª porque estaba muy por encima de otras¡±, apunta el edil, actualmente en la oposici¨®n municipal.

CiU acab¨® su mandato el pasado mayo y el actual gobierno de Barcelona en Com¨² ha intentado ya en dos ocasiones, sin ¨¦xito, tratar del asunto con el ministerio de Cultura. ¡°Desconvocaron dos encuentros, en septiembre y octubre, ya fijados con Jaume Asens ¡ªtercer teniente de alcalde¡ª y Berta Sureda ¡ªdelegada del ICUB¡ª¡±, apuntan fuentes municipales.

En ese contexto, las preguntas que presentan los grupos municipales en el consistorio sobre qu¨¦ pasa con la Biblioteca Provincial, como la que hizo el mes pasado el grupo de Esquerra Republicana, solo obtienen lac¨®nicas respuestas del tipo: ¡°Continuaremos exigiendo que se desbloquee y se construya¡±.

Ahora, el par¨®n de las elecciones generales y la formaci¨®n de Gobierno se suman a la larga demora para desatascar el proyecto. Pese a tanto problema, el despacho de arquitectos Nitidus Arquitects, que gan¨® el concurso, ve ahora una oportunidad en que se desatasque: ¡°Parece que el actual equipo de gobierno tiene firme voluntad en hacerlo y tampoco es un problema construirla por fases porque, de hecho, un proyecto de esas caracter¨ªsticas se tiene que hacer por periodos¡±. Lo que no se atreven a augurar es cu¨¢ndo se ver¨¢n las m¨¢quinas en el solar de una estaci¨®n de Francia que, mientras, se ha convertido en un peque?o bosquecillo urbano.