V¨ªctor del ?rbol: ¡°La literatura debe siempre incomodar la conciencia¡±

Todas las novelas de V¨ªctor del ?rbol (Barcelona, 1968) parten de una pregunta que suele llevar tiempo larvada en su cabeza. La f¨®rmula no le ha ido nada mal al autor de La tristeza del samur¨¢i (2011) o Un mill¨®n de gotas (2014). La ¨²ltima inquietud: ¡°?Podemos ser otra persona?¡±. De ah¨ª, tambi¨¦n como siempre, una libreta entera con personajes, ideas y flechas y bocetos de la que salieron un polic¨ªa que quiere morir y una mujer de mediana edad, que a las puertas de la muerte quiere vivir a toda costa y que huye de lo que fue conduciendo por una carretera hasta que esta se acabe. Y eso la lleva a un pueblo de la Costa da Morte gallega, donde una madrugada se cruzar¨¢n ambos. El resultado: La v¨ªspera de casi todo, nueva autopsia desgarrada del alma humana que le vali¨® al autor la noche del mi¨¦rcoles el 72? premio Nadal (18.000 euros), galard¨®n decano de las letras espa?olas.

En el pueblo se encuentran gentes exiliadas de s¨ª misma, cuyo cruce imposibilita que, en manos de Del ?rbol, alguna quede moralmente a resguardo. ¡°No podemos escapar de lo que hemos sido pero podemos ser de otra manera; eso s¨ª, hace falta arrojo y mirar la vida de cara; o, al menos, intentarlo¡±, comenta quien, en el fondo, lo ha experimentado: origen muy humilde, exseminarista, expolic¨ªa local, Mosso d¡¯Esquadra¡­ ¡°Nunca es tarde para ser uno mismo¡±, insiste, como ha hecho con su voluntad de ser escritor, desde que le¨ªa libros en la cocina haciendo compa?¨ªa a su madre, que le aparcaba junto a sus cinco hermanos en una biblioteca mientras iba a trabajar como mujer de la limpieza. ¡°So?aba desde peque?o serlo; ya lo era, en el fondo, pero ahora con el Nadal es decirse: ¡®Ya est¨¢s en la n¨®mina de los escritores en lengua espa?ola¡¯¡±. Adem¨¢s, cumple otro sue?o: tras ver su obra en 14 idiomas, ¡°hasta en chino¡±, ser¨¢ traducido por vez primera al catal¨¢n: Abans de gaireb¨¦ tot.

Ha entrado, sin embargo, el autor de Respirar por la herida (2013) a ese parnaso por un g¨¦nero que hasta hace muy poco que el resto del sector ha mirado por encima del hombro, la novela negra. ¡°En Espa?a se confunde con lo policiaco; estoy m¨¢s c¨®modo en lo que los franceses llaman noire, un thriller con m¨¢s mezcolanza de g¨¦neros¡±. Esa comodidad es mutua porque Un mill¨®n de gotas ha vendido 25.000 ejemplares en Espa?a, pero 50.000 en el pa¨ªs galo, donde adem¨¢s gan¨® el a?o pasado dos de los premios m¨¢s prestigiosos: el de la revista Lire al mejor polar y el Gran Premio de la Literatura Policiaca a la mejor obra extranjera. ¡°?Qu¨¦ es la literatura sino atravesar los g¨¦neros como mero instrumento para hablar de la condici¨®n humana?¡±, plantea. ?l lo hace, adem¨¢s, buscando y casi hurgando en el conflicto interior de uno: ¡°Mi obra tiene como objeto de estudio la disecci¨®n de la persona desde todas las vertientes que puedo: psicol¨®gica, narrativa¡­ S¨ª, me agrada desgarrar: odio el clich¨¦ y quiero escribir como lo que he le¨ªdo que me ha movido de lugar o pensamiento¡±. Y al segundo, a?ade: ¡°La literatura debe ser siempre inc¨®moda para la conciencia del lector¡±.

Ecl¨¦ctico, Del ?rbol ha buscado esas sacudidas desde la obra de V¨¢zquez Figueroa, que le¨ªa con 15 a?os en las ediciones de C¨ªrculo de Lectores, a sus grandes referentes, como Camus, V¨¢zquez Montalb¨¢n, Mars¨¦ o Delibes. Y, claro, a los novelistas rusos. ¡°Ayer mismo acab¨¦ la relectura de El jugador de Dostoievski por un problema de un amigo lud¨®pata y me ratifico: es de los grandes diseccionadores del alma humana¡±.

Con sana ambici¨®n, admite Del ?rbol: ¡°Debo mejorar como escritor¡±, si bien siente que ha crecido desde su debut con El peso de los muertos (2006, ya premiada) y la nonata El abismo de los sue?os (2008, finalista del Fernando Lara), ambas puramente policiacas y muy alejadas del escritor que es hoy. ¡°En La v¨ªspera de casi todo no hay doble trama paralela ni contexto hist¨®rico como en casi toda mi obra anterior; adem¨¢s, he intentado depurar y ce?irme mucho al n¨²cleo de la historia¡±, dice quien tiene su carrera literaria muy clara pero con la modestia justa para aprender de cualquier sitio, como de la televisi¨®n. ¡°Series como True detective o Breaking Bad tienen un discurso y un ritmo narrativos y una evoluci¨®n de los personajes que hoy no registran ni el cine ni buena parte de la narrativa; sigo todo eso¡±. Incluso admite cierto regusto de la primera en la obra ganadora del Nadal: ¡°Es esa tormenta que se va gestando para estallar en toda su violencia, una atm¨®sfera de fin del mundo¡±. Y ah¨ª, puro Del ?rbol, el alma a la intemperie.