Un camionero que mat¨® a un ciclista y no par¨® a auxiliarle evita el juicio
La juez de Navalcarnero que instruye el caso no ve indicios de delito por parte del conductor en un auto que carece de motivaci¨®n
El camionero de 56 a?os que arroll¨® y mat¨® el 21 de octubre de 2013 al ciclista ?scar Bautista Garc¨ªa, de 37 a?os, en el kil¨®metro 28,600 de la autov¨ªa de Toledo (A-42) no ser¨¢ juzgado. As¨ª lo ha decidido la titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 6 de Navalcarnero, que no ha apreciado ning¨²n delito ni doloso ni imprudente. La juez ha firmado un auto en el que no motiva esta decisi¨®n. La familia del fallecido ya ha recurrido este auto al entender que se han vulnerado algunos derechos fundamentales, como la tutela judicial efectiva. La fiscal del caso todav¨ªa no se ha pronunciado sobre qu¨¦ solicitar¨¢.
El accidente se produjo alrededor de las 7.30 de la ma?ana cuando el ciclista iba desde su domicilio, en el municipio toledano de Yeles, hasta su puesto de trabajo, en Balauto, una empresa familiar de reparaci¨®n de parachoques fundada por su padre, en el pol¨ªgono industrial de Las Avenidas, en Torrej¨®n de la Calzada. En total, unos 12 kil¨®metros. A la altura del kil¨®metro 28,600 de la A-42 y, cuando le quedaban unos 500 metros para llegar a su destino, un cami¨®n le arroll¨® y sigui¨® su camino.
La v¨ªctima llevaba puesta la misma ropa con la que acostumbraba a circular: un maillot rojo, casco y ropa reflectante, adem¨¢s de dos luces traseras para ser visto. Fue su propio hermano Luis el que reconoci¨® el cad¨¢ver cuando el accidente estaba siendo investigado por la Guardia Civil de Tr¨¢fico. Los agentes dieron una voz de aviso a los talleres de la zona porque descubrieron que el cami¨®n que lo hab¨ªa arrollado era un Volvo, posiblemente de color verde. A la una de la tarde, los guardias recibieron un aviso de un taller que un camionero les hab¨ªa llamado de Villaluenga de la Sagra, en Toledo, y ped¨ªa un paragolpes.
Los agentes acudieron al lugar y detuvieron al conductor, que declar¨® que no se hab¨ªa percatado de que hab¨ªa atropellado a un ciclista. La versi¨®n que aportaron los guardias civiles fue muy distinta. El atropello se produjo a una velocidad de entre 33 y 52 kil¨®metros por hora, por lo que tuvo que darse cuenta. Le imputaron los delitos de homicidio en grado de tentativa (penado con prisi¨®n de uno a cuatro a?os) y delito de omisi¨®n del deber de socorro.
La instrucci¨®n del caso recay¨® en el Juzgado n¨²mero 6 de Navalcarnero, que aquel d¨ªa estaba en funciones de guardia. Su titular ha decretado con fecha de 14 de diciembre un auto de transformaci¨®n de las diligencias previas (por un posible delito) en un procedimiento por falta. Esto es, por un caso de mucha menor entidad criminal.
La reforma practicada el a?o pasado en el C¨®digo Penal supuso la desaparici¨®n de las faltas, cuya persecuci¨®n recae desde entonces en las autoridades administrativas. Al haber sido despenalizadas las faltas, no habr¨¢ juicio contra el camionero. Tan solo puede haber una vista de cuant¨ªa econ¨®mica para determinar la responsabilidad civil a que tiene derecho la familia. En ning¨²n caso habr¨¢ pronunciamiento sobre la responsabilidad penal, seg¨²n ha explicado Francisco Parr¨¦s, el abogado de la viuda, Anna Gonz¨¢lez L¨®pez, personada como acusaci¨®n particular.
¡°Siento tanto dolor, tanta desprotecci¨®n por parte de la justicia y las leyes. ?Eso es lo que vale una vida? Te amo ?scar y no descansar¨¦ hasta conseguir justicia, honrar¨¦ tu memoria y har¨¦ que nuestros dos hijos est¨¦n orgullosos porque no me rend¨ª¡±, declara la viuda en una carta.
Parr¨¦s ha recurrido el auto ante la propia juez y ha pedido que se mantenga al menos como homicidio por imprudencia menos grave, que implica una condena de tres a 18 meses de multa, seg¨²n el art¨ªculo 142.2 del C¨®digo Penal. ¡°Va a ser determinante lo que diga la fiscal, que hasta ahora no se ha pronunciado¡±, reconoce el abogado.
La muerte de ?scar Bautista Garc¨ªa supuso un grave problema econ¨®mico para su viuda y sus dos hijos (entonces ten¨ªan nueve y tres a?os). La mujer dej¨® de recibir los 2.800 euros mensuales que cobraba su marido y tuvo que entregar la vivienda en la que resid¨ªan como daci¨®n en pago. Regres¨® a Lleida y ahora est¨¢ trabajando en un hotel para poder mantener a la familia. El abogado mantiene que aparte de la indemnizaci¨®n por la p¨¦rdida de su marido tambi¨¦n tiene que recibir una compensaci¨®n por ese lucro cesante (dinero que se deja de percibir).
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