Carmen Machi y Helena de Troya se miden una a otra en escena

Hay quien tiene como fondo de armario un traje oscuro y cl¨¢sico que le resuelva cualquier situaci¨®n. No son pocos los actores que como fondo de armario tienen un personaje que va moldeando y amoldando y al que regresan una y otra vez, normalmente, para reencontrarse a s¨ª mismos, o resolver una parada t¨¦cnica profesional.

Carmen Machi es uno de los casos, aunque lo suyo no es por falta de trabajo. Va a cumplir un lustro junto a una rubia platino con aires de femme fatale, descarada y descarnada, beoda y un poco puta, inteligente y taimada, zaherida y fuerte, ir¨®nica y mordaz, con la que siempre logra sorprenderse porque ambas, personaje y actriz, siempre tienen algo nuevo que ofrecerse la una a la otra. ¡°Aunque es un personaje tan intenso, que tengo que dosificarlo¡±, comenta la actriz.

Llevaban dos a?os sin verse, pero el pasado verano la Machi retom¨® Juicio a una zorra, obra que el triunfante Miguel del Arco escribi¨® pensando en ella y en uno de los personajes m¨¢s vilipendiados de la historia. Juntos la estrenaron el verano de 2011 en el Festival de Teatro Cl¨¢sico de M¨¦rida. La zorra en cuesti¨®n es Helena de Troya, la ad¨²ltera, a la que Machi y del Arco dan voz y dejan que hable, explicando sus razones, sus motivos. Y lo hace desde el inframundo en el que habita y en el que se agarra unas importantes cogorzas que dejan la lengua suelta, l¨²cida, y afilada.

El montaje, que naci¨® para ser representado cuatro d¨ªas en la Alcazaba de M¨¦rida, y que ya visit¨® Barcelona en 2012, solo se ha transformado en estos a?os ¡ªque ha recorrido toda Espa?a y varios pa¨ªses americanos¡ª en la misma medida que su ¨²nica int¨¦rprete. La propia Machi confiesa que no es la misma mujer la que estren¨® el montaje, que la que llega el martes 19 al barcelon¨¦s Teatre Goya, donde permanecer¨¢ tan solo dos semanas. ¡°Los ¨²nicos d¨ªas libres que ten¨ªa¡±, apunta entre risas, ya que tiene fechas cerradas y apretadas para los pr¨®ximos a?os, con compromisos profesionales.

La dips¨®mana y pastill¨®mana Helena lo deja claro en esta propuesta esc¨¦nica: ¡°Yo solo tom¨¦ una decisi¨®n, posiblemente la ¨²nica que tom¨¦ en mi vida. La de amar a un hombre por encima de todas las cosas. Los hechos que le siguieron fueron decisiones de hombres poderosos obsesionados con la posteridad y la riqueza¡±. Hombres a los que pone como un pingajo, sin dejar de ser una gran tr¨¢gica, sobre un escenario en el que se hace acompa?ar por canciones de Marino Marini y arreglos de Arnau Vil¨¤ sobre temas de La bella Helena, de Offenbach.

Fue interpretando este personaje en Barcelona, que Machi se encontr¨® zarandeada por unos y respaldada por otros, tras firmar un documento, impulsado por intelectuales progresistas y de izquierdas, que defend¨ªan la permanencia de Catalu?a en Espa?a. ¡°Fue un acto de amor a Catalu?a, un sitio que siento muy m¨ªo. Sigo con la misma empat¨ªa y pensando lo mismo, pero no s¨¦ si volver¨ªa a firmarlo, porque es muy pesado lo de la repercusi¨®n en las redes sociales y, como a la pobre Helena, a la que no paro de defender, hay quien me vio como extranjera, una palabra horrorosa, nadie deber¨ªa ser extranjero en ning¨²n sitio¡­., Helena se fue a otro pa¨ªs por amor¡±, sostiene Machi, quien echa de menos a los pol¨ªticos en el teatro: ¡°Es un arte que en la Grecia cl¨¢sica se utilizaba como m¨¦todo educativo para formar al pueblo, para crear oradores; los grandes autores escrib¨ªan para el pueblo llano, ten¨ªan la capacidad de formar, de dar a conocer las palabras, su sentido¡±.

Tras el paseo barcelon¨¦s de Helena de Troya, Machi estrenar¨¢ Rumbos, pel¨ªcula de Manuela Moreno y empezar¨¢ a rodar El bar, de Alex de la Iglesia, un thriller que asegura encierra ¡°un gui¨®n buen¨ªsimo, que dar¨¢ mucho miedito¡± y en el que hace de ama de casa lud¨®pata. Despu¨¦s llegar¨¢ su trabajo en la pel¨ªcula de Nacho Garc¨ªa Velilla basada en un curioso hecho de la Espa?a profunda, cuando toca la loter¨ªa en un club de putas de un pueblo y nadie va a cobrar las participaciones porque el ganador se descubrir¨ªa como cliente del local. Y tras un a?o de cine, regreso al teatro con dos de sus mentores esc¨¦nicos: los directores y autores Ernesto Caballero y Miguel del Arco, al que reencontrar¨¢ en 2018.