Un valor en alza
Devoradora e intensa coreograf¨ªa sobre el amor y las relaciones humanas la que plantea Lali Ayguad¨¦ en Kokoro

Devoradora e intensa coreograf¨ªa sobre el amor y las relaciones humanas la que plantea Lali Ayguad¨¦ en Kokoro, su primera coreograf¨ªa de larga duraci¨®n (55 minutos) y que puede verse tambi¨¦n este domingo en el Mercat de les Flors a las 18 horas. De nuevo otro lleno hasta la bandera en el Mercat el pasado viernes, esta vez a cargo de los admiradores de la Ayguad¨¦ y eso que ella no bailaba, una l¨¢stima, ya que la calidad de movimiento de esta carism¨¢tica bailarina hechiza al espectador, solo hay que recordar su reciente participaci¨®n en el espect¨¢culo B¨¨sties de Bar¨® d¡¯Evel.
KOKORO
Direcci¨®n de Lali Ayguad¨¦; M¨²sica de Josep Baldom¨¤; Interpretaci¨®n de Anna Calsina Forrellad, Nick Coutsier, Sergi Par¨¦s y Diego Sinniger de Salas; Dramaturgia de Jordi Oriol Canals, Escenograf¨ªa de Xesca Salv¨¤; Dise?o de Luces de Fabiana Piccoli; Mercat de les Flors. Bacelona 22 de enero
El paso de esta artista por las compa?¨ªas de los core¨®grafos Akram Khan y Hofesh Shechter y su trabajos con La Veronal de Marcos Morau o con la compa?¨ªa de Roberto Olivan le han dado una experiencia creativa, que ahora traduce en su propio lenguaje, un lenguaje vers¨¢til y fluido en que las ricas frases coreogr¨¢ficas se entrelazan con la acrobacia, el hip hop y el circo. El resultado en un baile penetrante nacido de las entra?as de la autora, pero que en Kokoro agobia al p¨²blico al querer traducir el apabullante caudal de ideas al que le somete la dramaturgia de Jordi Oriol Canals. Hay momentos no resueltos entre ideas y movimiento, que el tiempo y la experiencia seguro que solucionar¨¢n.
Lo mejor de Kokoro son sus magn¨ªficos int¨¦rpretes Anna Calsina Forrellad, Nick Coutsier, Sergi Par¨¦s y Diego Sinniger de Salas se convierten en barro de primera en las manos de Ayguad¨¦. Sus cuerpos son d¨²ctiles, afrontan el cuerpo a cuerpo con una pasi¨®n insaciable. Su baile manipulador y can¨ªbal les convierte, simult¨¢neamente, en v¨ªctimas y verdugos del trato entre hombres y mujeres. La escenograf¨ªa de esta obra, formada por tres bancos de iglesia, y la penetrante composici¨®n musical de Josep Baldom¨¤ arropan y endulzan este intenso espect¨¢culo.
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