Al pleno con palomitas
Nadie sab¨ªa que Puigdemont era un presidenciable, como tampoco sab¨ªa nadie que Ballesta, el n¨²mero 19 de CiU en Girona, pod¨ªa ser alcalde
Albert Ballesta fue nombrado ayer alcalde de Girona por segunda vez en cuatro d¨ªas. El nuevo jefe del Gobierno municipal se lo pasaba en grande sentado en la bancada de invitados; re¨ªa y saludaba a las c¨¢maras mientras esperaba a que le llegara el turno para ser nombrado concejal y luego, alcalde. Se tuvo que repetir la votaci¨®n y el ceremonial del pasado viernes porque Ballesta olvid¨® prometer el cargo. Lo primero que hizo ayer tras asumir la alcald¨ªa fue ¡°reivindicar el derecho como persona a equivocarme¡±. Suerte que lo reivindic¨® como persona y no como mam¨ªfero porque quiz¨¢ habr¨ªa dado pie a repetir una segunda vez lo que toda la oposici¨®n, salvo ERC, calific¨® de ¡°rid¨ªculo¡±.
El proc¨¦s tiene algo de circo. En la sala de plenos, en las filas de los ciudadanos asistentes, cuatro j¨®venes segu¨ªan la investidura comiendo palomitas. ¡°Es un gesto simb¨®lico para denunciar que el pleno de Girona se ha convertido en un circo. He dejado de creer en la meritocracia¡±, asegur¨® uno de los zampa-palomitas, Xavier Villarreal, representante del partido alternativo Comprom¨ªs amb Girona ¡ª700 votos en las municipales de 2015¡ª. El sainete empez¨® cuando Carles Puigdemont dimiti¨® a principios de enero para ser ungido por Artur Mas como presidente de la Generalitat.
Nadie sab¨ªa que Puigdemont era un presidenciable, como tampoco sab¨ªa nadie que Ballesta, el n¨²mero 19 de CiU en Girona, pod¨ªa ser alcalde. Para serlo, los ocho candidatos que le preced¨ªan en la lista tuvieron que renunciar a ser concejales. Ninguno de los ocho asisti¨® al pleno. Tampoco aplaudieron los concejales del Gobierno municipal cuando Ballesta prometi¨® el cargo. ¡°Creo que es la primera vez en la historia de Catalu?a que un alcalde asume el cargo y nadie le aplaude¡±, asegur¨® Xavier Corominas, quien fue alcalde de Salt. Corominas, que estaba sentado detr¨¢s de Ballesta en la zona de invitados, aprovechaba para promover antes las televisiones su asociaci¨®n de usuarios de la bicicleta.
El sainete provoc¨® una atenci¨®n inusual de los medios, pero no de la ciudadan¨ªa. Los vecinos de Girona consultados para esta cr¨®nica prefer¨ªan no opinar o mantenerse en el anonimato. A modo de ejemplo, el propietario del hist¨®rico Colmado Moriscot excus¨® su participaci¨®n ¡°porque si digo lo que opino, igual me meten en prisi¨®n¡±. Todos los interrogados, incluso los jubilados que se personaron en la sala de plenos, admit¨ªan que hasta el viernes no ten¨ªan ni idea de qui¨¦n era Ballesta.
El alcalde se estren¨® presidiendo el pleno ordinario de enero. Estuvo a la altura del evento, sin equivocarse en ning¨²n momento. Ballesta parec¨ªa especialmente satisfecho con la moci¨®n de ERC y CUP para que el Ayuntamiento se oponga al Plan Hidrol¨®gico del Ebro. Asent¨ªa con la cabeza, sobre todo cuando la CUP apunt¨® que el tema del Ebro era un conflicto entre dos Estados. Concepci¨® Veray, del PP, era la concejal que hac¨ªa re¨ªr m¨¢s a Ballesta y a sus ac¨®litos: ¡°Es que, se?or alcalde, el otro d¨ªa vino aqu¨ª tan emocionado con lo de la AMI que nos convertimos en el hazmerre¨ªr de Catalu?a. El problema es que ustedes aplauden al presidente Puigdemont hasta con las orejas¡±.
El pleno acab¨® aprobando desvincularse de la Fundaci¨®n Princesa de Girona, en consonancia con todos los gestos que se le presuponen al proc¨¦s. Mientras se desarrollaba el debate me fij¨¦ en la placa que hay en la sala de plenos dedicada ¡°al invicto General Prim, h¨¦roe de Castillejos y Tetu¨¢n. Celoso guardador de la honra de Espa?a en M¨¦jico. Defensor constante de los derechos y franquicias populares¡±. La inscripci¨®n lleva ah¨ª desde 1870. A ver cu¨¢nto dura.
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