Un monstruo marino en la ¡®tablet¡¯
Una exposici¨®n digital en la Casa del Lector muestra hermosos materiales de la Biblioteca Nacional de Portugal
Uno va a la Casa del Lector, pregunta por la exposici¨®n La Biblioteca Nacional de Portugal, un viaje al conocimiento, y en vez de se?alarle un lugar, le dan una tablet. Porque adem¨¢s de por el fondo, esta muestra es interesante por su forma: se trata de una exposici¨®n digital que transcurre dentro de ese ingenio tecnol¨®gico.
El aliciente para acercarse a la Casa en carne y hueso es que la aplicaci¨®n permite cierta interacci¨®n con el espacio, por ejemplo, a trav¨¦s de unos beacons (gu¨ªas) con forma de bandera que disparan unos v¨ªdeos en la pantalla cuando nos acercamos o una realidad aumentada que nos presenta a un horrible monstruo marino en las aguas del Cabo Bojador, donde se dec¨ªa que acababa el mundo. Pero tambi¨¦n puede uno navegar virtualmente a trav¨¦s de los procelosos mares desde el sof¨¢ dom¨¦stico, baj¨¢ndose la aplicaci¨®n en bnp.casalector.es.
¡°Quer¨ªamos presentar un tema muy cl¨¢sico como es la expansi¨®n mar¨ªtima de Portugal en el siglo XVI con los m¨¦todos m¨¢s contempor¨¢neos¡±, explica Antonio S¨¢nchez, historiador de la ciencia y su comisario de la muestra junto Alexandra Curvelo y Joaquim Alves.
Para ahondar en aquellos viajes que iban abriendo el mundo al conocimiento se han seleccionado y digitalizado 352 materiales (132 de ellos por vez primera) procedentes de la Biblioteca Nacional de Portugal y que aqu¨ª se puede ver con todo lujo de detalles.
Un testimonio bibliogr¨¢fico visual, centrado en los mapas, cartas n¨¢uticas, libros y grabados, que documenta un viaje que parte del puerto de Lisboa, recorre el litoral atl¨¢ntico africano, sigue hacia la India y termina arribando a China, Jap¨®n y las Molucas. Un viaje de aquellos que no se sab¨ªa cu¨¢ndo y d¨®nde iban a terminar, ni si se iba a regresar con vida. Es decir, una aventura en la que, adem¨¢s, se abr¨ªan nuevos territorios para ciencias como la navegaci¨®n, la cartograf¨ªa, la cosmograf¨ªa, la zoolog¨ªa o la bot¨¢nica.
Portugal y el mar: pensamos en grandes exploradores, en Magallanes, en Vasco de Gama, pero esta ¡°no es una historia de grandes h¨¦roes, sino de colectivos de artesanos, gente que trabaj¨® con las manos y con la cabeza, en cientos de hombres de mar que viajaron de Portugal a Goa¡±, dice el comisario de la exposici¨®n. ¡°El conocimiento que se gener¨® en estos viajes, penetr¨® en Europa a trav¨¦s de Lisboa y Sevilla y tuvo gran impacto. El intercambio de ideas y personas entre Espa?a y Portugal era tal en aquella ¨¦poca que podr¨ªa hablarse de una ciencia Ib¨¦rica¡±, sostiene Antonio S¨¢nchez.
A trav¨¦s de estas rutas lleg¨® a Lisboa un rinoceronte llamado Ganda, regalo del sult¨¢n Muzafar II, que caus¨® verdadera sensaci¨®n en la metr¨®poli hasta llegar a ser, ya disecado, modelo para Rafael y Durero.
Y a trav¨¦s del comercio tambi¨¦n se conocieron frutas ex¨®ticas, especias, porcelanas, sedas, imprentas... y esclavos. Tambi¨¦n muchas leyendas asombrosas que hablaban de monstruos acechantes en la mar oc¨¦ana, rituales sat¨¢nicos y hombres con tres piernas.
O la leyenda del Preste Juan, un supuesto gobernante cat¨®lico, descendiente de los Reyes Magos, que viv¨ªa en el Lejano Oriente, rodeado de reinos musulmanes y paganos, pero tambi¨¦n de maravillas maravillosas (como un espejo a trav¨¦s del cual pod¨ªa ver todo su reino) y tesoros alucinantes que sirvieron de aliciente para que aventureros se echaran a la mar e iniciaran sus viajes hacia lo incierto. Y de ah¨ª los inicios de la globalizaci¨®n.
La Biblioteca Nacional de Portugal: un viaje al conocimiento. Casa del Lector. Matadero Madrid. Paseo de la Chopera 14. Abierta hasta el 26 de junio.
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