Un relato para acabar con la violencia de g¨¦nero
La BCNegra debate sobre c¨®mo frenar los asesinatos de mujeres
Los relatos no solo sirven para so?ar. Y as¨ª se debati¨® ayer en la mesa redonda No mueren, las asesinan. Las queremos vivas de la BCNegra, el festival por excelencia de novela policiaca en Barcelona. ¡°La sociedad se conmueve con cada caso, pero falta el porqu¨¦¡±, arranc¨® la profesora de Periodismo Joana Gallego, especializada en el trato de la mujer en los medios. Gallego pidi¨® que las muertes dejen de ser un cap¨ªtulo m¨¢s aislado de la cr¨®nica policial. ¡°Si cada asesinato es independiente del otro, no se puede entender. Para darle sentido necesitamos un relato contextualizado¡±. Que las mujeres asesinadas formen parte de las p¨¢ginas de pol¨ªtica, que sean funerales de Estado, como se hizo en su d¨ªa con la violencia de ETA, defendi¨® Gallego.
Un relato que ayude a comprender por qu¨¦ ninguna de las nueves mujeres asesinadas en Catalu?a el a?o pasado hab¨ªa denunciado antes a su agresor. Y eso que los Mossos reciben entre 10.000 y 11.000 casos anuales, record¨® la cabo Anna Choy, coautora del cuestionario de riesgo que a partir de ahora la polic¨ªa catalana hace a las mujeres v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero para que los jueces tengan m¨¢s elementos al tomar una decisi¨®n.
?Qu¨¦ sabemos de las mujeres que mueren? ?Y de los hombres que las matan? En realidad, una mezcla de datos superficiales, muchas veces escritos con rapidez, y resumidos en una breve cr¨®nica: Sandra, de 39 a?os, asesinada en Terrassa; Mar¨ªa, de 34 a?os, asesinada por su pareja y hallada tiempo despu¨¦s enterrada en Montju?c; M¨®nica, 24 a?os, asesinada de dos tiros por su pareja en Lleida; una mujer, an¨®nima, de 41 a?os, encontrada muerta dentro de un coche que su marido lanz¨® al agua del puerto de Barcelona; una turista, en Calella, asesinada en un hotel en sus vacaciones por su novio; Olga, de 44 a?os, asesinada en la calle por su expareja en Castelldefels; Maryna, de 26 a?os, tambi¨¦n en Castelldefels, asesinada por su marido que luego mat¨® a sus dos hijos y se suicid¨®; Sandra, de 45 a?os, asesinada en Holanda por su expareja cuando intentaba recuperar a sus hijas¡
?Y por qu¨¦ pasa? ¡°Las v¨ªctimas de la violencia de g¨¦nero son v¨ªctimas de la revoluci¨®n silenciosa¡±, asever¨® Gallego, la m¨¢s combativa de la mesa, que afirm¨® que esas mujeres pagan los ¡°¨²ltimos estertores¡± de un patriarcado que se niega a asumir la nueva realidad, en la que ellas dibujan ¡°su propio proyecto de vida¡±.
¡°Hay que luchar contra la perpetuaci¨®n de estereotipos¡±, pidi¨® la psic¨®loga Alba Orteu. E implicarnos como sociedad. ¡°Si o¨ªmos golpes, gritos, hay que ir a tocar a la puerta de nuestra vecina y decir: s¨¦ lo que est¨¢ pasando¡±, se sum¨® la escritora escocesa de novela negra Denise Mina.
Sobre la mesa se pusieron todas las preguntas posibles: ?Qu¨¦ modelo de hombre queremos? ?Qu¨¦ es el amor rom¨¢ntico? ?La masculinidad? ?Qu¨¦ tipo de relaci¨®n queremos tener? La profesora Gallego incluso propuso una asignatura troncal, desde la infancia hasta la universidad, en la que nos ense?en a relacionarnos. Pero el tiempo se agot¨®. Y con los bolsillos llenos de preguntas y la cabeza llena de dudas (?antes de la revoluci¨®n feminista no mataban a las mujeres?) hubo que marcharse y dar paso a la siguiente charla.
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