Tenor con ¨¢rnica

Lleno hasta la bandera en el Palau para disfrutar el arte de Juan Diego Fl¨®rez. Eso no es noticia, ya que el famoso tenor peruano suele agotar el papel en sus actuaciones. Pero, llevaba once a?os sin pisar el templo modernista y hab¨ªa muchas ganas de escuchar al mejor tenor belcantista del mundo. Tras los aplausos de bienvenida, Fl¨®rez dirigi¨® unas palabras que sembraron inquietud: "El pasado s¨¢bado, jugando al f¨²tbol, me lesion¨¦ una costilla. No afecta a la voz, pero si a la respiraci¨®n, porque me duele al respirar". Y empez¨® a cantar, primero con l¨®gica cautela, luego luciendo ya las virtudes que le han dado fama.

Junto al pianista Vincenzo Scalera, que ya le acompa?¨® en 1995 en su debut en el Palau, el astro peruano combin¨® en la primera parte cuatro arias de Mozart con dos de Gounod y una de Massenet, muestra de su creciente inter¨¦s por la ¨®pera francesa. A veces, para mitigar las molestias, se colocaba una mano en el costado derecho, pero la voz iba ganando proyecci¨®n y no saltaban se?ales de alarma en su seguro control del fiato. Solo hizo un cambio, sustituyendo un aria mozartiana de La Betulia Liberata, de mucha coloratura, por Il mio tesoro, de Don Giovanni, que cant¨® magistralmente.

Se tom¨® m¨¢s pausas de lo habitual; por lo dem¨¢s, el recital iba saliendo bien. Y, tras elevar la temperatura l¨ªrica con la impresionante aria de Faust, revel¨® el secreto de su mejor¨ªa: "Yo no tomo medicamentos, pero antes de salir me he dado una cremita de ¨¢rnica, y la verdad es que funciona muy bien". Acto seguido se marc¨® un sensacional Pourquoi me r¨¦veiller, de Werther -lo mejor del concierto, por intensidad y calidez de fraseo- y cerr¨® la primera parte luciendo agudos en la m¨¢s famosa aria de Romeo y Julieta.

Efusivo, c¨¢lido y muy comunicativo, habl¨® y brome¨® con el p¨²blico, en especial en la segunda parte, dedicada a napolitanas y cl¨¢sicos de la canci¨®n italiana que figuran en su ¨²ltimo disco; en este repertorio cont¨® con la colaboraci¨®n del virtuoso de la mandolina Avi Avital, la acordeonista Ksenija Sidorova, y en algunas piezas, el percusionista Daniel Forcada.

No faltaron temas c¨¦lebres como Arrivederci Roma y O sole mio, pero donde Fl¨®rez derroch¨® los m¨¢s bellos matices fue en Parlami d?amore, Mariu, puro arte y sensibilidad. Al final, luci¨® t¨¦cnica y superagudos en el dif¨ªcil rond¨® Cessa di piu resistire, del rossiniano Barbero de Sevilla y, en un ambiente m¨¢s ¨ªntimo, regal¨® propinas como B¨¦same mucho y La flor de la canela, acompa?¨¢ndose a la guitarra. Puro delirio. Como broche final, al igual que sucedi¨® en su recital de 1995, remat¨® la faena con los nueve dos del aria de La fille du r¨¦giment, de Donizetti. Sencillamente, arrollador.