¡°El hijo est¨¢ aqu¨ª. Le haremos el testamento y ¡®palante¡¯¡±
El sumario de la Operaci¨®n Cocoon revela los ¡°tejemanejes¡± de un notario y un abogado de Barcelona para estafar a un centenar de ancianos
El padre de Antonio ha muerto. Malas noticias para el abogado Francisco C¨®mitre, que lo comenta con una compa?era. ¡°?Sabes el del poder, que ten¨ªa que ir el gilipollas del Pe?a? Se ha muerto el viejo, t¨ªa (¡) Ahora tengo la mitad del piso con el hijo... Algo es algo¡±. C¨®mitre sigue hablando, sin saber que los Mossos han pinchado su tel¨¦fono y tambi¨¦n le escuchan: ¡°Y sin Alzheimer, el hijo no tiene Alzheimer, ?me entiendes? El hijo est¨¢ aqu¨ª conmigo. Le haremos el testamento y palante¡±.
Despectivas, arrogantes y reveladoras de una gran ambici¨®n ¡ª¡°lo firmar¨¢n todo, la sociedad y todo de golpe¡±¡ª las conversaciones telef¨®nicas de C¨®mitre son uno de los pilares de la Operaci¨®n Cocoon, a cuyo sumario ha accedido EL PA?S. El abogado es, presuntamente, el l¨ªder de una trama que ha estafado a por lo menos un centenar de ancianos compr¨¢ndoles sus pisos a cambio de una renta vitalicia. Decenas de las v¨ªctimas acabaron desahuciadas y sin recibir un euro.
El ¡°gilipollas del Pe?a¡± al que alude es el notario barcelon¨¦s Enrique Pe?a, a quien el juez sit¨²a como aliado ¡°principal e imprescindible¡± de C¨®mitre y su ¡°mejor herramienta¡± para consumar la estafa. Pe?a est¨¢ imputado, junto a una decena de personas m¨¢s, por estafa, falsedad, blanqueo y organizaci¨®n criminal.
El juez de Barcelona que investiga el caso concluye que las estafas ¡°afectan gravemente a las v¨ªctimas porque pierden, mediante enga?os y tejemanejes, un bien tan preciado y necesario como la vivienda¡±. Ahogados por las deudas (propias o, las m¨¢s de las veces, de los hijos) los ancianos se prestaban a firmar una ¡°hipoteca inversa¡±: a cambio de una renta mensual vitalicia, pon¨ªan el piso a disposici¨®n de los compradores.
Pero lo que firmaban en la notar¨ªa de Pe?a (a toda prisa y desorientados) sol¨ªa ser un contrato de compraventa del piso con cl¨¢usulas abusivas. El comprador (un testaferro a las ¨®rdenes de C¨®mitre) ped¨ªa cr¨¦ditos sobre los pisos de las v¨ªctimas, pero no pagaba las cuotas de la hipoteca y se daba a la fuga (dos de ellos est¨¢n en el extranjero, en Tailandia y Paraguay). Los bancos ped¨ªan entonces ejecutar el aval (la vivienda), y muchos ancianos acabaron desahuciados.
Nada habr¨ªa sido posible sin la intervenci¨®n del notario, que por su condici¨®n de ¡°funcionario p¨²blico y jurista¡± daba apariencia de legalidad a las operaciones. Los Mossos han hallado anomal¨ªas en los protocolos que firm¨®. Pe?a daba fe de pagos que, seg¨²n las v¨ªctimas, nunca se efectuaron. Y, pese a la insistencia de los clientes en que vend¨ªan su casa de toda la vida, permit¨ªa que se hiciera constar que se trataba de un inmueble ¡°no habitual¡±. Un detalle que, agrega el juez, ¡°facilitaba las condiciones para el desahucio¡±.
El caso naci¨® por acumulaci¨®n de denuncias. Pese a que las v¨ªctimas proced¨ªan de municipios repartidos por toda Catalu?a, hab¨ªa una coincidencia: el mismo abogado (C¨®mitre) y el mismo notario (Pe?a). El fraude, seg¨²n los investigadores, supera los tres millones de euros. En julio de 2015, cuando lanzaron la operaci¨®n, los Mossos intervinieron 150 empresas y bloquearon un centenar de cuentas bancarias.
El juez recuerda que Pe?a ¡°ya ha sido investigado y denunciado¡± por otros hechos similares, aunque hasta ahora no se hab¨ªa probado su connivencia. Declar¨®, como testigo, en el juicio por otra macroestafa inmobiliaria de la Zona Franca. Fuentes de su defensa aseguran que, en los cinco a?os investigados, firm¨® entre 8.000 y 9.000 escrituras al a?o. Y que, en ese mismo periodo, solo 104 est¨¢n relacionadas con C¨®mitre y tienen ¡°escaso inter¨¦s en t¨¦rminos de facturaci¨®n notarial¡±. El Colegio de Notarios ejerce la acusaci¨®n contra Pe?a en la causa.
Algunos clientes notaron que algo iba mal. En junio de 2015, un mes antes de las detenciones, el abogado recibe la llamada de un colaborador de Pe?a que le advierte de que una familia ¡°est¨¢ hecha polvo¡± y de que puede acabar en el juzgado porque la hija les ha advertido: ¡°Ustedes est¨¢n todos aqu¨ª conchabados para esto¡±. ¡°Que se lo hubieran mirado antes¡±, replica C¨®mitre. Otro cliente llama directamente al abogado por las mismas fechas: ¡°No le¨ªmos nada, el notario no nos ley¨® nada. Esto parece un fraude¡±. C¨®mite se hace el sorprendido, le dice que no se preocupe por nada y que le llevar¨¢ los papeles. El cliente, amargado, responde que solo le da ¡°excusas¡± y que la financiera le quiere embargar.
Una actitud ¡°humanamente execrable"
La ¡°falta de lealtad profesional¡± del notario es ¡°flagrante¡±, dice el juez, que tilda su comportamiento de ¡°deontol¨®gicamente reprobable y humanamente execrable¡±. No es que no hiciera nada por evitar los enga?os: es que particip¨® en ellos para ¡°obtener ping¨¹es beneficios¡±. De otra forma no se entiende que consintiera las ¡°anomal¨ªas¡± detectadas en sus protocolos. Si hubiera actuado de buena fe, ¡°habr¨ªa podido presumir con facilidad el origen criminal de estos inmuebles¡±.
El sumario es prolijo en ejemplos. Al acto acud¨ªa solo el vendedor (la v¨ªctima), una pr¨¢ctica poco habitual que deja la escritura ¡°condicionada¡± a la firma posterior del comprador. La operaci¨®n, adem¨¢s, se firmaba en dos protocolos. En uno de ellos, no se inclu¨ªa qu¨¦ ocurr¨ªa si el comprador no pagaba la renta vitalicia (que la venta quedaba anulada). A ese papel se acog¨ªa el comprador para inscribir la vivienda en el Registro de la Propiedad como libre de cargas y venderla.
Los tr¨¢mites se caracterizaban por la ¡°falta de explicaciones por parte del notario¡± a los clientes, que sal¨ªan del despacho ¡°sin haber recibido un solo euro¡± porque se optaba por un m¨¦todo de ¡°pago aplazado¡± (otra pr¨¢ctica an¨®mala).
Pe?a tambi¨¦n desoy¨® multitud de ¡°indicadores de riesgo¡± f¨¢ciles de detectar; por ejemplo, que una vez comprado el piso, se transmit¨ªa a una sociedad. O que el vendedor siempre era una ¡°persona de edad avanzada¡± que no parec¨ªa, precisamente, la figura ¡°id¨®nea¡± para ¡°representar a una sociedad¡± con la que ¡°aparentemente no ten¨ªa relaci¨®n¡±.
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