Maria Ant¨°nia Oliver, premio de honor de las Lletres Catalanes

Una escritora y traductora prol¨ªfica que aprendi¨® catal¨¢n a solas en una Palma de Mallorca de los a?os sesenta donde entonces esto era todav¨ªa m¨¢s complicado. Ahora hac¨ªa unos a?os que hab¨ªa dejado de escribir ¡°pero pensaba retomarlo y el galard¨®n ha sido como una inyecci¨®n directa en vena de pan con tomate y olivas¡±. Esta vitalidad y esta trayectoria son una de las grandezas y de las virtudes de la prol¨ªfica autora Maria Ant¨°nia Oliver, uno de los nombres m¨¢s significativos de la llamada Generaci¨®n de los 70 y que la ha llevado a recibir el 48? premio de Honor de les Lletres Catalanes. El galard¨®n, dotado con 20.000 euros, le ser¨¢ entregado en un tradicional acto el 6 de junio en el Palau de la M¨²sica de Barcelona.

Nacida en Manacor en 1946, Oliver es la tercera persona originaria de las islas Baleares que recibe en los ¨²ltimos cinco a?os el prestigioso galard¨®n, tras el fil¨®logo Joan Veny (el a?o pasado) y el tambi¨¦n fil¨®logo, historiador y editor Josep Massot (2012). Y la cuarta mujer en toda la historia del premio, despu¨¦s de Merc¨¨ Rodoreda (1980), Teresa P¨¤mies (2001) y Montserrat Abell¨® (2008). "Ver la n¨®mina da miedo por el peso intelectual de qui¨¦n fue reconocido, pero echo de menos m¨¢s mujeres, como Maria Aur¨¨lia Capmany o Carme Riera, por ejemplo; pero esto es fruto de un d¨¦ficit de atenci¨®n generalizado y tambi¨¦n editorial y period¨ªstico: vivimos en un patriarcado, todav¨ªa", asegura la escritora, de siempre mujer de car¨¢cter y combativa.

Esta actitud la ha ayudado a obtener el galard¨®n. "Es un claro reconocimiento a una trayectoria, a un compromiso triple: con la lengua, los pa¨ªses catalanes y la literatura¡±, ha explicado el presidente de ?mnium Cultural, Jordi Cuixart. Y si algo tiene Oliver es precisamente esto: personalidad y trayectoria. Esta ¨²ltima empez¨® en 1970 con Cr¨°niques d'un mig estiu, a la cual siguieron Cr¨°niques de la molt anomenada ciutat de Montcarr¨¤ (1972) y El vaixell de Ir¨¤s i no Tornar¨¤s (1976). En ellas ya mostr¨® una de sus grandes caracter¨ªsticas, la utilizaci¨®n de una diversidad de recursos y estilos, virtud que estren¨® bebiendo de las f¨¢bulas mallorquinas. Con los a?os lo extender¨ªa hasta el g¨¦nero negro y desde los cuentos hasta el teatro, pasando por la novela y el gui¨®n.

Es la cuarta mujer en toda la historia del premio, tras Merc¨¨ Rodoreda, Teresa P¨¤mies y Montserrat Abell¨®. ¡°Echo de menos m¨¢s mujeres¡±, dice Oliver

Su voluntad omn¨ªvora fue fruto de una actitud que caracteriz¨® tambi¨¦n a la Generaci¨®n de los 70, que quiso tocar todos los g¨¦neros para normalizar una situaci¨®n cultural aniquilada por el franquismo. Siempre, tambi¨¦n, con un catal¨¢n muy cercano al de la gente de la calle y, en muchos casos, con voluntad de fondo de denuncia sociopol¨ªtica, como tocaba durante el tardofranquismo. Muchos de estos g¨¦neros los abord¨® desde la plataforma del colectivo Of¨¨lia Dracs. El premio refuerza el reconocimiento a aquella generaci¨®n de escritores, que ya hab¨ªan tenido una primera cata con el galard¨®n a Jaume Cabr¨¦ ahora hace seis a?os. "Lo siento tambi¨¦n como un premio a aquel grupo de gente muy comprometida con las letras pero tambi¨¦n con la sociedad: casi todos ¨¦ramos de izquierdas en momentos en que era jodido serlo; yo misma sufr¨ª dos juicios; pero el compromiso pol¨ªtico no enturbiaba nuestra literatura, que consider¨¢bamos primordial y que quer¨ªamos hacer con mucho rigor", recuerda. Una tarea y una filosof¨ªa, la de aquel grupo y, especialmente de los de Of¨¨lia Dracs, todav¨ªa hoy necesaria: "Hay que poner al alcance de la gente el m¨¢ximo de g¨¦neros y obras que les permitan tener el catal¨¢n en igualdad de condiciones como opci¨®n".

En aquella l¨ªnea de compromiso, en las producciones m¨¢s carism¨¢ticas de Oliver hubo tambi¨¦n el componente de reflexi¨®n feminista, que cuaj¨® en Joana E. (1992, premio Prudenci Bertrana) y Amor de cans (1995, premio Ciutat de Palma-Lloren? Vilonga), aspecto que tuvo su vertiente m¨¢s popular con la creaci¨®n de la detective L¨°nia Guiu, nacida en Estudi en lila (1985) y que signific¨® el debut en la literatura catalana de una mujer en este rol. Mataba, as¨ª, dos p¨¢jaros de un tiro: compromiso social; pero tambi¨¦n compromiso literario, llenando vac¨ªos. En esta voluntad se tiene que leer que se pusiera a traducir al catal¨¢n, principalmente del ingl¨¦s, autores tan capitales como Virginia Woolf (de qui¨¦n tradujo tres obras, entre las cuales Las olas), Herman Melville y su seminal Moby Dick o Mark Twain de Las aventuras de Tom Sawyer.

¡°Los cuatro a?os del gobierno de Bauz¨¢ del PP han sido un desastre cultural para las Islas¡±, asegura la escritora

Aquel componente casi gen¨¦tico de Oliver todav¨ªa est¨¢ bien vivo hoy cuando habla de la situaci¨®n pol¨ªtica. "Los cuatro a?os del gobierno de Bauz¨¤ del PP han sido un desastre cultural para las Islas; espero que llegue el empuje independentista de Catalu?a: es un gran espejo para nosotros; no ver¨¦ la independencia de los Pa?sos Catalans pero s¨ª tengo la esperanza de poder ver la de Catalu?a", expone.

Una letal combinaci¨®n de graves problemas de salud y la muerte de su marido, el tambi¨¦n escritor Jaume Fuster, castig¨® la vida y la trayectoria literaria de Oliver: algunos fantasmas personales aparecieron ya en la que hasta ahora es su ¨²ltima novela publicada, Tallats de lluna, en 2000. Tuvieron que pasar siete m¨¢s para que saliera el que es su ¨²ltimo libro publicado, los relatos de Colors de mar... Desde entonces, silencio. "Intent¨¦ durante mucho tiempo escribir una novela polic¨ªaca que reflejara en parte lo que estaba viviendo: la muerte de Jaume, mi trasplante de coraz¨®n... pero no me sal¨ªa y lo abandon¨¦; aquello que 'vivir era escribir y escribir, vivir' que siempre hab¨ªa defendido, lo arrincon¨¦. Pero hace muy poco me lo replante¨¦ y tengo algunas ideas en la cabeza. Y el premio, pues mira... en el fondo, no quiero morir sin escribir".