Tarde y mal, como siempre
Pese a los p¨¦simos resultados del 27-S , Garc¨ªa Albiol se ha convertido en ¡°coordinador general¡± del PPC por designaci¨®n estrictamente ¡®dedocr¨¢tica¡¯
La historia de los relevos en la jefatura de la secci¨®n catalana de Alianza Popular, m¨¢s tarde Partido Popular, re¨²ne dos caracter¨ªsticas que la hacen ¨²nica en los anales de la pol¨ªtica hispana desde el fin del franquismo. De un lado, tales relevos obedecen siempre a un diktat arbitrario formulado desde Madrid; jam¨¢s los esforzados militantes catalanes han tenido, en un congreso abierto, ocasi¨®n de escoger libremente entre varios nombres sin que uno de ellos fuese el ungido por G¨¦nova 13 y, en consecuencia, avalado con toda suerte de presiones por el sumiso aparato local.
El segundo rasgo es la nula destreza para la puesta en escena, la incapacidad para aparentar siquiera un relevo natural, espont¨¢neo, no traum¨¢tico ni forzado por las circunstancias. En 1979, Laureano L¨®pez Rod¨® se enter¨® por la prensa de que Fraga acababa de fulminarlo. En 1991, Alejo Vidal-Quadras fue impuesto por Aznar a las bases fernandistas (fieles a los hermanos Fern¨¢ndez D¨ªaz) entre silbidos, abucheos y gritos de ¡°?burro!¡± En 2008, la voluntad de Rajoy entroniz¨® a Alicia S¨¢nchez-Camacho pese a la resistencia feroz del 43,2% de los delegados, que apoyaban a Montserrat Nebrera y que convirtieron los salones del hotel Barcel¨® Sants en una olla a presi¨®n.
En este sentido, la ceremonia presidida por Mariano Rajoy el pasado s¨¢bado en otro hotel barcelon¨¦s sigue al pie de la letra la m¨¢s rancia tradici¨®n de la casa, aderezada esta vez con la proverbial lentitud del presidente en funciones a la hora de decidir. El pase a la situaci¨®n B de Alicia S¨¢nchez-Camacho llega con un par de a?os de retraso: desde que trascendieron (junio de 2013) la c¨¦lebre grabaci¨®n de La Camarga y, luego, el contexto de aquel episodio, la lideresa del PP catal¨¢n estaba pol¨ªticamente amortizada, lo mismo de puertas adentro del partido que de puertas afuera.
En el lapso de tiempo transcurrido desde entonces hubo ocasi¨®n sobrada para convocar un congreso ordinario o extraordinario del PPC e investir reglamentariamente a un nuevo presidente del partido. La sangrante falta de autonom¨ªa de los populares catalanes, la indecisi¨®n de Rajoy... y la dificultad objetiva de hallar al mirlo blanco capaz y dispuesto para sustuir a Alicia hicieron que la situaci¨®n se pudriese. Aunque las elecciones catalanas del 27-S estaban anunciadas con casi un a?o de antelaci¨®n, fue s¨®lo dos meses antes de acudir a las urnas cuando Madrid invisti¨® a Xavier Garc¨ªa Albiol como cabeza de lista y eventual nuevo l¨ªder in pectore.
El resultado obtenido por el ex alcalde de Badalona en aquellos comicios fue p¨¦simo, dejando al PPC relegado al ¨²ltimo lugar entre las fuerzas antisoberanistas. Pese a ello, y a falta de haber hallado en estos meses a alguien mejor, Rajoy y G¨¦nova han resuelto ratificarlo en el liderazgo. Por v¨ªa de ukase, naturalmente: desde el s¨¢bado, Garc¨ªa Albiol es el ¡°coordinador general¡± del PP catal¨¢n, un cargo inventado para la ocasi¨®n y de designaci¨®n estrictamente dedocr¨¢tica; cuando, de cara al verano, se celebre al fin el congreso del partido, los compromisarios no tendr¨¢n m¨¢s que ratificar mansamente lo ya dispuesto y ejecutado por el v¨¦rtice estatal.
Si, por el c¨®mo ha llegado a su actual posici¨®n, Garc¨ªa Albiol no se diferencia en nada de sus predecesores, tampoco cabe esperar de ¨¦l grandes sorpresas en el discurso, en la manera de afrontar el reto independentista. Ya lo hemos visto este oto?o-invierno: ante cada iniciativa o movimiento del Gobierno catal¨¢n y de la mayor¨ªa parlamentaria que lo sustenta, Albiol hace y har¨¢ de sargento de la polic¨ªa ind¨ªgena, y amenaza y amenazar¨¢ con la intervenci¨®n inmediata del primo de Zumosol; que ¡ªcontra lo que pudiese parecer¡ª no es ¨¦l mismo, sino el aparato del Estado. Ser¨ªa interesante ver qu¨¦ ocurrir¨ªa si ese aparato cayese en manos distintas del PP, pero tampoco cabe esperar grandes diferencias.
De momento, Xavier Garc¨ªa Albiol ha incorporado a la directiva del PPC nuevos nombres que le son afines, alguno de ellos muy clarificador. Estoy pensando en Alberto Palatchi, hijo del hom¨®nimo presidente de Pronovias. Gracias a este fichaje hoy sabemos que las declaraciones del empresario nupcial amenazando con trasladar su negocio fuera de Catalu?a si esta se independizaba no eran fruto de ning¨²n an¨¢lisis econ¨®mico, sino de una apuesta ideol¨®gica; leg¨ªtima, desde luego, pero ideol¨®gica. El pago de la cuota de militante de honor del PP, vamos.
Joan B. Culla i Clar¨¤ es historiador.
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