Filmes en la nevera

Edificio de la Filmoteca de la Generalitat. Terrassa. Interior. D¨ªa. En el s¨®tano del centro, dedicado a la conservaci¨®n y restauraci¨®n de filmes, una hilera de habitaciones-nevera cobija 186.000 latas de negativos y copias, a distinta temperatura seg¨²n sean acetatos (de 18 grados a menos cinco) o nitratos (de 10 grados hasta un futuro -15). Estos ¨²ltimos est¨¢n alojados en una zona con una estructura m¨¢s bunkerizada debido a su mayor riesgo de explosi¨®n. Recu¨¦rdese el incendio de los dep¨®sitos de Cinematiraje Riera en Madrid de 1945 que destruyeron los archivos de NO-DO y de parte del cine de la guerra civil.

Al lado est¨¢n las dependencias de restauraci¨®n. All¨ª se inspeccionan y limpian los filmes, se repasan y reparan sus perforaciones y empalmes. Un sistema de escaneado digital de estos originales o copias fotoqu¨ªmicas, permite corregir lesiones de uso y obtener una imagen digital lo m¨¢s cercana posible al original. Aqu¨ª se trabaja fotograma a fotograma. Es m¨¢s fiable la minuciosa manipulaci¨®n humana que el trabajo autom¨¢tico de una m¨¢quina. Lo comprobaron, por ejemplo, al revisar, siempre se hace, la tarea de uno de estos esc¨¢neres y advertir que hab¨ªa suprimido la cuerda de un yo-yo de un personaje que paseaba en segundo plano al haberla interpretado como un rayado del fotograma (lo que dejaba a la pobre paseante, era una dama, con una gesticulaci¨®n mucho m¨¢s chocante que la escena original). En la versi¨®n digital se conservan todos los datos que guarda el original, para que cualquier tarea de restauraci¨®n pueda ser reversible o corregida si se obtiene m¨¢s informaci¨®n sobre el filme. Incluso a las empresas que est¨¢n obligadas, desde 2011, al dep¨®sito legal de las producciones catalanas o que hayan recibido subvenci¨®n para la producci¨®n o el doblaje se les pide, a ser posible, el env¨ªo de una copia digital en un formato previo al DCP, el empaquetado que se emplea para la proyecci¨®n de los filmes, porque es un est¨¢ndar industrial muy pensado para la exhibici¨®n, pero que m¨¢s r¨ªgido en el manejo de los datos. Entre otras razones, para evitar la pirater¨ªa del producto.

Un 90% del cine anterior a los a?os 30 se ha perdido

Se trata de una tarea que pide mucha paciencia y mucho cari?o por el cine. Es el que tiene el equipo de Mariona Bruzzo, la responsable del centro. All¨ª trabajan para la conservaci¨®n pasiva del material, salvarlo del deterioro, y para su restauraci¨®n, particularmente del cine catal¨¢n. Unas preocupaciones que no empezaron con el cine. Llegaron m¨¢s tarde. Bruzzo recuerda que las primeras filmotecas nacieron en los a?os treinta. Con la aparici¨®n del sonoro se empez¨® a pensar en la herencia de toda una ¨¦poca, la del mudo. La segunda ola en la creaci¨®n de filmotecas lleg¨® con el cambio de soporte del nitrato al acetato en los cincuenta. La pel¨ªcula de nitrato es un poderoso explosivo y ya sean los accidentes o una industria sin escr¨²pulos, vivalavirgen con el patrimonio, que no quiso saber nada de un almacenaje costoso, ha llevado a que un 90% del cine anterior a los a?os 30 se haya perdido. Con las filmotecas se redujo este porcentaje de p¨¦rdidas. Pero, un caso, la Filmoteca espa?ola no se crea hasta 1953. Total, del cine espa?ol anterior a finales de los a?os cuarenta ha desaparecido un 80%. La filmoteca catalana se cre¨® en 1981. ¡°Tenemos Filmoteca porque Catalu?a ha tenido una industria importante del cine¡±, subraya Bruzzo. ¡°Desde principios del siglo XX, Barcelona era un centro de distribuci¨®n¡±. Los primeros fondos llegaron de la propia Filmoteca espa?ola, del Institut del Teatre, de historiadores como Miquel Porter o de coleccionistas particulares y de distribuidores. El cierre de los laboratorios Fotofilm-Riera en 1999, y despu¨¦s de un largo proceso judicial, supuso la recepci¨®n en propiedad de unos 15.000 t¨ªtulos.

Todo el material est¨¢ inventariado y guardado en condiciones de humedad, temperatura... para alargar su vida ¨²til. Las tareas de restauraci¨®n se programan en funci¨®n del valor hist¨®rico del material o de la urgencia que pide su preservaci¨®n. Las filmotecas de los distintos pa¨ªses trabajan coordinadas. Manejan bases de datos comunes y cuando se inicia un proyecto se avisa para evitar trabajos redundantes y obtener posibles ayudas.

Restaurar un filme no consiste ¨²nicamente en su limpieza y adecentamiento t¨¦cnico. Muchas veces lo que se tiene son fragmentos y hay que buscar el material que falta. ¡°Nos encontramos con un trencad¨ªs, no tenemos la baldosa entera¡±. El propio concepto de ¡°versi¨®n original¡± hay que trabajarlo. En los a?os 20, un ejemplo, las copias se extra¨ªan del negativo de la pel¨ªcula y directores como Murnau rodaban con cinco c¨¢maras para tener cinco negativos que distribu¨ªan a distintos pa¨ªses para agilizar la obtenci¨®n de copias. Y ahora, cuando un archivo alem¨¢n se habla con uno de Estados Unidos sobre un murnau determinado es m¨¢s que probable que la pel¨ªcula no sea exactamente la misma. El rescate del color, otro caso, pide saber mucho sobre el autor y la ¨¦poca para no hacer un pintarrajeado sin sentido.

El cierre de los laboratorios fotogr¨¢ficos de cine en Espa?a dificulta a la filmoteca terminar todo el proceso con la obtenci¨®n de un duplicado en soporte fotoqu¨ªmico. Puede enviarse a Alemania o Hungr¨ªa, pero deber¨ªa, es necesario, poderse seguir haciendo en casa lo que hasta poco se hac¨ªa. Se trata de un soporte que, se sabe, dar¨¢ 500 a?os de vida a la pieza. La durabilidad de lo digital es un misterio y a ello se a?ade el acceso a los lectores de los formatos que la industria cambia cada dos por tres. Hay que guardarse un v¨ªdeo para poder recordar las vacaciones del 84 o ir a un comercio, muy especializado, para que te vuelquen la cinta a, pongamos, blu-ray.... hasta que dure. ?Obsolescencia programada?

Pero la conservaci¨®n en soporte qu¨ªmico no es solamente por eso. Las pel¨ªculas, hasta hace poco, se rodaron con ¨¦l y se trata, como explica Bruzzo, de preservar una experiencia cinematogr¨¢fica. Y m¨¢s ahora que hay un perceptible regreso, aunque sea para una minor¨ªa, del 35, del 70 mil¨ªmetros. Kodak sacar¨¢ este a?o un c¨¢mara de S¨²per8, que lanz¨® en 1965 y mantuvo en el mercado casi veinte a?os. Tarantino ha rodado en 70 mil¨ªmetros Los odiosos ocho. Y en el cine Phenomena de Barcelona, donde la proyectan en este formato, se agotan las entradas de cada sesi¨®n. Directores como Christopher Nolan, J.J. Abrams o Judd Apatow defienden el 35 mm. A finales de abril, en Nueva York, se celebrar¨¢ la segunda edici¨®n del Nitrate Picture Show, el festival de cine m¨¢s peligroso el mundo, as¨ª lo han anunciado en algunas revistas, con nueve sesiones de proyecciones de nitratos. El cine vive, como la m¨²sica, una razonable nostalgia y reivindicaci¨®n de su propio vinilo que debe preservarse. Pero eso no impedir¨¢, adem¨¢s, que la Filmoteca env¨ªe a la nube inform¨¢tica de la Generalitat, supongo que con el pasmo y preocupaci¨®n de alg¨²n ingeniero de la casa, unos 150 TeraBytes anuales de archivos digitales.