La reducci¨®n de pisos en la Operaci¨®n Calder¨®n deja en el aire La Peineta y la ampliaci¨®n de Madrid R¨ªo

Calvo expres¨® ayer su rechazo a un modelo urban¨ªstico, practicado por el Partido Popular (que gobern¨® entre 1991 y 2015), que carga los costes de infraestructuras contra los beneficios de la edificabilidad. Es decir, a cambio de construir muchos pisos, las promotoras costean adem¨¢s obras p¨²blicas que corresponder¨ªan al Ayuntamiento. Pro: ahorro de dinero p¨²blico cuando escasea. Contra: pisos, pisos y m¨¢s pisos, seg¨²n la alcaldesa, Manuela Carmena (Ahora Madrid), por encima de las necesidades de la ciudad.

Calvo ya ha vetado este modelo antes: a los promotores de la Operaci¨®n Chamart¨ªn (BBVA y San Jos¨¦) pretende obligarles a reducir la edificabilidad de la ampliaci¨®n hacia el norte del paseo de la Castellana (hay 17.699 viviendas proyectadas), a cambio de aliviar tambi¨¦n las infraestructuras programadas (soterrar las v¨ªas del tren, construir cuatro estaciones de metro, ampliar las autov¨ªas del nudo norte, etc¨¦tera).

A la espera de c¨®mo acaba esa negociaci¨®n (los promotores amagan con abandonar el proyecto), la principal diferencia con la Operaci¨®n Calder¨®n es que ¨¦sta est¨¢ ya en marcha y cualquier cambio tendr¨ªa un fuerte impacto.

La edil socialista Mercedes Gonz¨¢lez asegur¨® ayer que, ante ¡°la herencia envenenada¡± del PP, el proyecto ¡°debe ser, cuando menos, replanteado¡±. Calvo est¨¢ de acuerdo: hay que reducir la edificabilidad y las cargas urban¨ªsticas. A¨²n no sabe c¨®mo, a?aden fuentes municipales, porque est¨¢n esperando a que se aclare la situaci¨®n judicial. Si el Tribunal Superior de Justicia anula el plan urban¨ªstico aprobado por el PP en noviembre de 2014, la operaci¨®n se replantear¨¢ desde cero. Si no, se negociar¨¢ de todas formas para reducir su edificabilidad.

El plan ahora en vigor (pero paralizado cautelarmente por la justicia) prev¨¦ una superficie edificable de 175.365 metros cuadrados, con unas 1.800 viviendas repartidas en dos rascacielos gemelos de 36 pisos y ocho bloques de entre siete y 22 alturas. Los levantar¨ªa Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) antes de 2023.

Los ingresos de su venta financiar¨¢n la construcci¨®n, al otro lado de la ciudad (San Blas-Canillejas), de La Peineta. El entonces alcalde, Alberto Ruiz-Gallard¨®n (PP), firm¨® en 2009 un convenio con el Atl¨¦tico para que se mudara del Calder¨®n a un nuevo estadio construido sobre suelo municipal (deb¨ªa acabarse en 2012, pero no estar¨¢ hasta junio de 2017 y el Ayuntamiento ya ha admitido que podr¨ªa retrasarse m¨¢s).

No salen las cuentas

El club deb¨ªa costear el nuevo campo, bautizado como La Peineta y valorado en principio en 195 millones de euros. Para ello, firm¨® un acuerdo con FCC y Mahou (due?a de un terreno junto al Calder¨®n) para construir unos 2.000 pisos en los terrenos junto al r¨ªo Manzanares. Pero, en noviembre de 2014, FCC avis¨® de que no sal¨ªan las cuentas: la ca¨ªda del precio de la vivienda imped¨ªa costear La Peineta con los pisos del Calder¨®n. Si el Ayuntamiento decide rebajar adem¨¢s el n¨²mero de viviendas, la operaci¨®n ser¨ªa inviable en los t¨¦rminos acordados.

FCC y el Atl¨¦tico declinaron ayer hacer p¨²blica su opini¨®n.

El plan urban¨ªstico aprobado en 2014 prev¨¦ adem¨¢s enterrar la M-30 entre la calle del M¨¢rmol y el nuevo parque de Arganzuela, ampliando as¨ª Madrid R¨ªo para convertir en zona verde toda la ribera del Manzanares. Ese coste de urbanizaci¨®n asciende a 170 millones de euros, de los que FCC asumir¨ªa el 57% y la ciudad el resto. Si el Ayuntamiento asumiera todo el coste o renunciara a soterrar la M-30, aliviar¨ªa las cargas urban¨ªsticas para FCC y ¨¦sta podr¨ªa reducir la edificabilidad sin afectar a las obras de La Peineta. Pero perder¨ªan los contribuyentes o los vecinos.