Pablo Ferr¨¢ndez, nuevo gran chelista espa?ol

Tras pasar por Madrid, Alicante, Girona y Zaragoza, pas¨® por el Auditori la Orquesta Sinf¨®nica de Viena dirigida por Ad¨¢m Fischer para ofrecer un delicioso programa de "cl¨¢sicos populares" integrado por la Sinfon¨ªa num. 35 "Haffner" de Mozart, el Concierto para violonchelo n¨²m. 1 de Haydn y, en la segunda parte, la madre de todas las sinfon¨ªas, la Quinta de Beethoven.

Si es verdad que est¨¢ bien lo que acaba bien, el concierto fue un enorme ¨¦xito. Las dos sinfon¨ªas empezaron solo discretas, algo atropellada la de Mozart y con problemas de calidad de sonido en metales y maderas la de Beethoven, pero las dos levantaron pronto el vuelo y terminaron magn¨ªficamente, conducidas por un director con nervio, que era todo energ¨ªa y ten¨ªa un sentido el¨¦ctrico del tempo que transmit¨ªa con eficacia a la orquesta.

La sorpresa, agradabil¨ªsima, de la noche no estuvo, sin embargo, ni en el director ni en la orquesta, ya conocidos por el p¨²blico sino en el solista del concierto de Haydn, el joven violonchelista madrile?o Pablo Ferr¨¢ndez que a los mandos de un Stradivarius de bell¨ªsimo sonido, el "Lord Aylesford" de 1696 ofreci¨® una actuaci¨®n verdaderamente memorable.

Ferr¨¢ndez, veinticuatro a?os, premiado como "Mejor Artista Joven del A?o" en los International Classical Music Awards (ICMA) en 2016, lo tiene todo: t¨¦cnica, temple, nervio y autoridad de solista, expresividad y hasta simpat¨ªa.

Toc¨® Haydn impecablemente, con seguridad, estil¨ªsticamente lo hizo desde una expresividad rom¨¢ntica quiz¨¢ demasiado apasionada. Si toca Haydn poniendo toda la carne en el asador ?Que pasar¨¢ cuando tenga que tocar el concierto de Dvor¨¢k?. En cualquier caso, es evidente que estamos ante un nuevo gran solista al que habr¨¢ que seguir con atenci¨®n en una carrera que se augura espl¨¦ndida.