Euskadi extrema el control sobre la mutilaci¨®n genital femenina
Las familias van a tener que firmar un documento antes de viajar a pa¨ªses de riesgo y someter a sus hijas a una revisi¨®n ginecol¨®gica posterior
La prioridad es proteger a las ni?as que viven en Euskadi en peligro de sufrir la ablaci¨®n. A priori, es un fen¨®meno ajeno, pero la inmigraci¨®n subsahariana ha obligado a extremar el celo contra esta grave violaci¨®n de la integridad f¨ªsica y ps¨ªquica de la mujer, reconocida como tal por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud o por Unicef. En un diagn¨®stico previo se ha estimado que cerca de un millar de ni?as de entre 0 y 14 a?os est¨¢n en riesgo potencial en Euskadi. Viven en familias provenientes de Mal¨ª, Etiop¨ªa, Mauritania o Senegal que est¨¢n afincadas en la comunidad vasca pero se ven sometidas al peso de la tradici¨®n cuando regresan a casa por vacaciones. Por eso, el departamento de Salud y Emakunde van a poner en marcha un protocolo de prevenci¨®n que pretende ser ¡°una herramienta eficaz para abordar este drama¡±, remarcaba el consejero Jon Darp¨®n.
La gu¨ªa estar¨¢ disponible en marzo y se entregar¨¢, en primera instancia, a los profesionales de Osakidetza, tanto de atenci¨®n primaria como hospitalaria. Se pretende involucrar a toda la red, desde m¨¦dicos de familia y pediatras, hasta matronas o ginec¨®logos, y se har¨¢ extensible a otros ¨¢mbitos como el educativo o los servicios sociales. Una experiencia que se ha probado con ¨¦xito en Bilbao durante dos a?os y ahora se hace extensible a toda la comunidad aut¨®noma.
Desde el punto de vista sanitario, un primer momento para detectar si una mujer ha sufrido mutilaci¨®n genital es el parto. Si ha ocurrido, el entorno ser¨¢ susceptible de padecerlo por lo que se har¨¢ un seguimiento especial, adem¨¢s de proporcionar a la mujer el tratamiento adecuado. Otra situaci¨®n cr¨ªtica, especialmente en la infancia, es cuando se programa un viaje a ?frica. Los pediatras van a disponer de un documento en el que se comprometen a no someter a las menores al ritual y acudir a una revisi¨®n ginecol¨®gica posterior. La familia tendr¨¢ que firmarlo. En caso de negarse se encender¨ªan las alarmas y podr¨ªan perder el pasaporte. ¡°Se puede interpretar como medio coactivo o amenazante, pero es todo lo contrario¡±, explicaba el subdirector de Aseguramiento y Contrataci¨®n Sanitaria, Jos¨¦ Luis Quintas. Es una herramienta para ¡°fortalecer¡± a las familias porque ¡°se ha comprobado que llegar con un documento firmado y sellado por las instituciones les ayuda a contener la presi¨®n social y cultural que ejercen con toda la mejor intenci¨®n aunque err¨®neamente¡±.
Un millar de ni?as de entre 0 y 14 a?os est¨¢n en riesgo potencial de sufrir ablaci¨®n en Euskadi
La dificultad del proceso radica en que se planta cara a una tradici¨®n ancestral y muy enraizada en ciertas sociedades africanas a las que quienes han emigrado siguen teniendo apego. La directora de Emakunde, Izaskun Landaida, destacaba que ¡°lo principal es pasar del riesgo estad¨ªstico que se deriva del lugar de procedencia a fijar el riesgo real¡±. En una primera fase Vitoria, Bilbao, Barakaldo y Durango van a ser las ciudades que estrenen este protocolo, al tratarse de las ciudades con m¨¢s poblaci¨®n vulnerable.
Por su parte, los profesionales sanitarios van a recibir una serie de pautas y habilidades que les permitan abordar adecuadamente la atenci¨®n de estos casos ¡°desde el respeto¡± a una cultura diferente y garantizando en todo momento la protecci¨®n de las menores. ¡°Se debe evitar la victimizaci¨®n secundaria. Debemos de asegurar que las decisiones no tengan efectos negativos o contraproducentes¡±, subrayaba Landaida. Aunque el protocolo pone el foco en la atenci¨®n sanitaria se plantea con una ¡°visi¨®n global¡± e implica al sector educativo y al social, con un trabajo a pie de calle a trav¨¦s de colectivos que trabajan la interculturalidad.
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