Adolfo Marsillach viaja de nuevo
Dos piezas del dramaturgo se representan solo hoy en CaixaForum con un equipo t¨¦cnico de 10 personas en riesgo de exclusi¨®n social
En el edificio donde vivi¨® en Madrid Adolfo Marsillach (Barcelona, 1928 / Madrid, 2002) hay una placa: ¡°No soy tan ingenuo como para pensar que el teatro puede cambiar a la sociedad, pero s¨ª estoy seguro de que puede ayudar a despertarla¡±. La frase del actor, director y dramaturgo, figura esencial del teatro del siglo XX, martillea el alma de su hija Blanca.
Toda la reflexi¨®n acumulada en esas palabras estar¨¢ presente y viva en CaixaForum con la representaci¨®n de Viajando con Marsillach, una obra que se enmarca en el programa Incorpora de La Caixa, y que cuenta con un equipo de 10 personas en riesgo de exclusi¨®n social. Viajando con Marsillach, una adaptaci¨®n de Mercedes Lezcano a partir de dos singulares obras del dramaturgo, Yo me bajo en la pr¨®xima, ?y usted? y Feliz aniversario, se despide en Madrid, en una ¨²nica actuaci¨®n, tras una gira por Espa?a y seis meses de trabajo en torno a la integraci¨®n laboral.
Carmen Salinas, una empresaria arrasada por la crisis y en paro, har¨¢ de regidora y utillera. Saico Umaru, un hombre guineano, organizar¨¢ junto a Francisco Arias toda la acomodaci¨®n del auditorio del CaixaForum (330 butacas). En total, diez mujeres y hombres, desvinculados hasta ahora del mundo teatral, y que, con Viajando con Marsillach, se les ha abierto una oportunidad laboral tan alejada ahora de sus vidas. Saico no duda en hablar de esta experiencia como de ¡°una balsa de salvamento¡±, mientras que Oleg Tsyganok, ayudante de sonido ucranio, dice que es una manera de ¡°salir de la sombra y agarrar algo de luz¡±. Un equipo, que ha sido distinto en cada una de las ciudades donde se ha representado la obra, para apoyar el trabajo art¨ªstico de los tres int¨¦rpretes en escena: Luis Mottola (que se estrena en Madrid), Carol Rovira y Adela Est¨¦vez.
No tiene dudas Blanca Marsillach, codirectora de la obra junto con Xabier Olza, acerca del orgullo que sentir¨ªa su padre con este proyecto. ¡°?l era un ganador, pero siempre tuvo presentes a los perdedores. Sent¨ªa una gran debilidad por ellos¡±, asegura la actriz, que resalta el teatro de reflexi¨®n por el que su padre luch¨® a lo largo de toda su carrera. Para corroborarlo recuerda unas palabras suyas: ¡°El mundo es injusto, la vida es injusta y es posible que la humanidad se perpet¨²e a golpe de injusticias, pero por eso, precisamente por eso, no me resigno a cruzarme de brazos. Es un problema de decencia¡±. Con su primer ¨¦xito teatral, El zoo de Cristal, de Tennessee Williams, supo Marsillach que hab¨ªa elegido un oficio en el que pod¨ªa llegar al coraz¨®n de la gente. ¡°Siempre intent¨¦ que no se me olvidara¡±, dec¨ªa.
Las dos obras elegidas, ambientadas en la Espa?a de la posguerra, beben de la vida misma. Matrimonios fallidos, locos amores de juventud o tormentosas relaciones paterno-filiales van apareciendo a lo largo de la hora que dura la representaci¨®n, con una escenograf¨ªa muy sencilla y con un Adolfo Marsillach que hace las veces de actor y narrador. El toque tragic¨®mico estar¨¢ bien presente. ¡°?Por qu¨¦ haces la maleta?¡±, le pregunta un marido a su mujer. ¡°Me voy, me aburro¡±, le contesta ella. ¡°Pero si te llev¨¦ la semana pasada al cine¡±, le replica el abandonado.
El di¨¢logo forma parte de la pieza Yo me bajo en la pr¨®xima ?y usted?, que, seg¨²n Blanca Marsillach, marc¨® un antes y un despu¨¦s en el panorama teatral en Espa?a. ¡°Son temas siempre vigentes y actuales¡±, a?ade la directora. Su productora, Varela Producciones, ha colaborado en este proyecto con La Caixa a trav¨¦s del programa Incorpora, que se dirige a colectivos en situaci¨®n de vulnerabilidad. Seg¨²n Jaume Ferrer, subdirector del ¨¢rea social de la Fundaci¨®n La Caixa, solo en 2015 un total de 23.000 personas (en Madrid, 3.000 de ellas) se han beneficiado del programa, con el que se ha atendido a v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero o parados de larga duraci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.