La marmita sabrosa
A la segunda hija del maestro le cuesta entrar en ebullici¨®n en la Joy Eslava, pero exhibe una excelente materia prima
Hab¨ªa mucha expectaci¨®n con el debut en solitario de Sole¨¢ Morente, la suficiente como para a?adirle una teatral demora de 20 minutitos a su comparecencia del jueves en la Joy Eslava, que llen¨® pista y primer anfiteatro. La hija mediana de don Enrique se dice flamenca pero no cantaora, aparente paradoja que se disipa nada m¨¢s llegar el inaugural Canto irland¨¦s, balada adusta de teclados et¨¦reos. Y no digamos ya con Nochecita sanjuanera, cuando la guitarra el¨¦ctrica de Miguel Mart¨ªn (Lori Meyers) se presta a la saeta siguiendo las ense?anzas previas de Grupo de Expertos Solinieve o Los Evangelistas.
La hondura resulta indudable en la garganta de Sole¨¢, y no digamos ya su herencia gen¨¦tica, pero a la firmante de Tendr¨¢ que Haber un Camino le cuesta romper la distancia con los oyentes y entrar en ebullici¨®n. Es un retardo del que su hermana Estrella alguna vez ha sido exponente y en el que quiz¨¢ influyan tanto el recato como el car¨¢cter disperso del men¨². Est¨¢n Bailando, unas sevillanas impregnadas de rock oscuro, priman el experimento sobre la emoci¨®n, como ese Arr¨ªmate que arranca cual introducci¨®n aflamencada de Pink Floyd.
La llama prende a partir de Oraci¨®n, rock con gancho y quej¨ªo al tiempo, la primera vez en que Sole¨¢ se desata y rompe la voz. Contin¨²a con Vampiro, donde nuestra protagonista rasguea la ac¨²stica como una especie de PJ Harvey del Albaic¨ªn. Y desemboca en Esto No Es Manera, excelent¨ªsima lectura de Hey, That¡¯s No Way To Say Goodbye y confirmaci¨®n definitiva de que Cohen es en tierras sure?as don Leonardo. Antes del fest¨ªn de los bises, Todav¨ªa se erige en himno desenchufado, la sorprendente y cat¨¢rtica introducci¨®n de la canci¨®n de autor en la marmita morentiana. La materia prima es muy sabrosa; solo falta ponderar esa tendencia a poner demasiados ingredientes en el fog¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.