Fulgurante Lang Lang

Lang Lang no defrauda. El aparato publicitario que rodea sus actuaciones puede resultar algo cargante y, ciertamente, ir por la vida ejerciendo constantemente de megaestrella del piano puede acabar trivializando su talento. Pero, al margen de estas cuestiones, lo cierto es que cada vez toca mejor. El mi¨¦rcoles inici¨® en el Auditori su nueva gira espa?ola -una serie de recitales en varias ciudades hasta el 5 de marzo con los cuatro Scherzi de Chopin y Las estaciones, de Chaikovski, obras que figuran en su ¨²ltimo disco, editado por Sony- y el viernes volvi¨® a cautivar al p¨²blico en el mismo escenario en su deb¨² con la Orquestra Simf¨°nica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC), dirigida por Rub¨¦n Gimeno: el ¨¦xito fue arrollador.

Entradas agotadas, c¨¢maras de televisi¨®n, m¨¢xima expectaci¨®n. Nada nuevo en la carrera del c¨¦lebre pianista chino, acostumbrado a convertir en espect¨¢culo todo lo que toca. La formaci¨®n barcelonesa calde¨® r¨¢pido el ambiente con una en¨¦rgica, y bien dirigida, obertura de Cos¨¬ fan tutte, de Mozart. Sali¨® Lang Lang como una flecha y, con la absoluta complicidad de Gimeno, ofreci¨® una lectura del mozartiano Concierto para piano n¨²m. 24, KV 491 algo caprichosa, pero con detalles de sorprendente belleza y transparencia sonora.

Lejos de la profundidad de su versi¨®n discogr¨¢fica de este mismo concierto bajo la direcci¨®n de Nikolaus Harnoncourt, Lang Lang fue en esta velada m¨¢s fiel a s¨ª mismo que al estilo mozartiano: en algunos pasajes result¨® empalagoso; en otros jugaba con el ritmo y sus dedos veloces se lanzaban a una carrera vertiginosa. Todo muy bonito, con muchos contrastes y una gestualidad muy comunicativa que alterna poses de trance con gui?os a los m¨²sicos; a veces, parec¨ªa codirigir el concierto con su mano izquierda mientras Gimeno y la OBC hac¨ªan lo que ten¨ªan que hacer: acompa?ar con mimo al cotizado solista.

El virtuosismo extremo de Serguei Rachm¨¢ninov le sienta bien a Lang Lang: toc¨® su Concierto para piano n¨²m. 1, menos conocido que los dos siguientes, pero igual de brillante y lleno de inspiradas melod¨ªas. La versi¨®n fue fulgurante, exhibiendo una precisi¨®n y una gama din¨¢mica extraordinaria, desde pian¨ªsimos casi inaudibles a la potencia m¨¢xima. Lo dicho: el ¨¦xito fue arrollador.