El Ateneu convoca un premio de ensayo gracias a una herencia

El Ateneu Barcelon¨¨s, con periodicidad trianual, convocar¨¢ el nuevo premio Ensayo Ateneu, un galard¨®n remunerado con 4.000 euros, destinado al mejor trabajo de investigaci¨®n en el ¨¢mbito de las humanidades, posible gracias al legado testamentario de Carles Guitart, socio durante 45 a?os.

El presidente de la instituci¨®n, Jordi Casassas Ymbert, ha explicado este martes que Guitart, licenciado en Pedagog¨ªa y Filosof¨ªa por la Universidad de Barcelona, luchador sindical y encarcelado bajo el franquismo como miembro del PSAN, dej¨® al Ateneu como su heredero universal cuando muri¨® con el mandato de que convocara un premio de ensayo. El objetivo es reconocer y facilitar la edici¨®n de una tesis doctoral que haya recibido la m¨¢xima calificaci¨®n en universidades de Catalu?a, Valencia o las islas Baleares.

El jurado estar¨¢ compuesto por tres profesores universitarios de cada una de estas comunidades, por el editor valenciano Vicent Olmos y por el mismo Jordi Casassas, que deber¨¢n escoger entre tesis de diferentes tem¨¢ticas. S¨®lo podr¨¢n presentarse los autores de las tesis doctorales que hayan recibido la m¨¢xima calificaci¨®n, y, en esta primera edici¨®n, que se hayan presentado entre el 1 de enero de 2013 y el 31 de diciembre de 2015.

Un 30% del importe del galard¨®n se entregar¨¢ al ganador en el acto de concesi¨®n, mientras que el restante se har¨¢ efectivo cuando el trabajo se convierta en un libro. Precisamente, "el importe del premio tiene como finalidad facilitar al autor la adaptaci¨®n del trabajo acad¨¦mico para su posterior publicaci¨®n, para que pueda difundirse entre un p¨²blico amplio".

La presentaci¨®n de las obras deber¨¢ realizarse en el Ateneu antes del 25 de mayo y est¨¢ previsto que la entrega del premio sea entre finales de septiembre y principios de octubre, cuando la entidad celebra el inicio del nuevo curso. Adem¨¢s, se recordar¨¢ la figura de Carles Guitart, ponente de la secci¨®n de Filosof¨ªa del Ateneu, siempre con un libro bajo el brazo, y que acostumbraba a sentarse junto a uno de los ventanales de la biblioteca que da al jard¨ªn interior de la entidad.

Testimonio y part¨ªcipe de la historia del Ateneu durante m¨¢s de cuatro d¨¦cadas fue un hombre solitario y singular, que trabaj¨® toda su vida en la administraci¨®n, y que sent¨ªa la entidad como propia, "pues en ella se encontraba como en casa", seg¨²n Casassas. Gran lector, "con una curiosidad universal", asist¨ªa a todos los actos que se organizaban y no era raro que, incluso, apagara alguna luz en el edificio si le parec¨ªa que supon¨ªa un gasto extra.