Adamo, medio siglo enamorado
El Palau de al M¨²sica se llen¨® hasta el ¨®rgano para escuchar al cantante
En octubre de 1966, cuando ya llevaba tres a?os de carrera y alg¨²n ¨¦xito tan sonado como Tombe la neige o La nuita sus espaldas, Salvatore Adamo actu¨® por primera vez en Barcelona. Lo hizo en solitario, con su guitarra, porque sus m¨²sicos se hab¨ªan quedado varados en Bruselas por culpa de la niebla y, si las cr¨®nicas no mienten, ya entonces enamor¨® a todos los asistentes, sobre todo a ellas. El jueves, medio siglo despu¨¦s, el cantante y compositor siciliano-belga regres¨® a Barcelona y, no pod¨ªa ser de otra manera, volvi¨® a enamorar a todos los presentes. Sobre todo, una vez m¨¢s, a todas las presentes porque esa noche el aforo del Palau era netamente femenino y con una franja de edades que posibilitaba a la mayor¨ªa haber asistido a aquel primer concierto.
El Palau se volvi¨® a llenar hasta el ¨®rgano para recibir a Adamo en el Festival del Mil.lenni y se repitieron todos y cada uno de los tics amorosos de visitas anteriores. Desde las elegantes se?oras acerc¨¢ndose a pie de escenario para entregarle regalos o ramos de flores (y Adamo correspond¨ªa con un elegante beso en la mano) hasta los entra?ables ¡°Ooooohs¡± (seguidos de aplausos) al inicio de sus canciones m¨¢s populares como si realmente hubiera alguien en la audiencia que esperarse que no fuera a cantarlas.
Adamo cant¨® todas y cada una de las canciones que su p¨²blico esperaba y lo hizo esa noche disculp¨¢ndose una vez tras otra por una fuerte bronquitis que fue mermando su voz a medida que avanzaba el concierto. Una afectaci¨®n de cuerdas vocales que no fue impedimento para que aguantase casi dos horas y media sobre la tarima bailando incluso los temas m¨¢s animados. Entrega total que se agradeci¨® en un artista que podr¨ªa simplemente dejarse querer y, sin esforzarse mucho, acabar¨ªa igualmente con todo su p¨²blico femenino metido en el bolsillo.
Otro esfuerzo, aunque desde el punto de vista art¨ªstico m¨¢s discutible, fue realizar pr¨¢cticamente todo el concierto en castellano (?y sin chuleta o teleprompter!). Hasta cant¨® Tombe la neige en catal¨¢n pero fue en las canciones cantadas en franc¨¦s cuando se mostr¨® m¨¢s seguro y expansivo, aunque sus seguidoras quer¨ªan o¨ªrle en castellano y cantar con ¨¦l los estribillos de su juventud. Tras recorrer todos sus grandes ¨¦xitos la velada acab¨® con todo el Palau en pi¨¦ acerc¨¢ndose al escenario a ritmo de Mi gran noche. Y lo fue, una gran noche aunque muchos volvieron a sus casas tras haber disfrutado de un concierto visto a trav¨¦s de la pantalla de su m¨®vil, de su tablet o de su filmadora digital, artilugios que no pararon de funcionar en toda la velada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.