Las Voces B¨²lgaras

Esta vez le ha tocado iniciar las preguntas dirigidas al Govern al grupo parlamentario de JxS¨ª, es decir, preguntarse en voz alta a s¨ª mismo como Hamlet. Por ser el grupo m¨¢s numeroso le corresponden tres intervenciones; el resto de los partidos tiene derecho a una por cabeza. La cosa les ha quedado como las Voces B¨²lgaras, una polifon¨ªa llena de orden, belleza y misterio. La diputada Carmina Castellv¨ª ha entonado el popular estribillo que dice: el injusto sistema de financiaci¨®n / asalt¨®me una noche y perd¨ª la noci¨®n, y en su respuesta el vicepresidente Oriol Junqueras ha hecho la segunda voz y lo ha glosado en t¨¦rminos similares. Luego tom¨® la palabra el diputado Oriol Amat que le lanz¨® florecillas al conseller de Empresa y Conocimiento en forma Mobile World Congress. Cerr¨® el turno el diputado Albert Batalla, quien ¡°como persona de monta?a¡± felicit¨® al Govern por su pol¨ªtica. El conseller Rull puso coda a esas palabras se?alando lo bien que van los trenes de Pobla a Lleida (ya se ahorran hasta 15 min. de trayecto) y lo impuntuales que son, sin embargo, los de la R3, que dependen de Adif.

De nuevo fue requerido el vicepresidente Junqueras, ahora por el diputado exeurocomunista (del eurocomunismo solo se ha salvado el euro) Joan Coscubiela, que aprovech¨® para calificar de ¡°chupiguay¡± la pose progre de un Govern al que considera pol¨ªticamente continuador del Govern de Converg¨¨ncia. Dijo que los cambios de siglas y de militancias no se corresponden necesariamente con un cambio de pol¨ªticas, y Oriol Junqueras repuso que en eso de cambios de siglas y de partidos Coscubiela debiera ser ya todo un experto. Los diputados del JxS¨ª aplaudieron y rieron esta contestaci¨®n y tambi¨¦n Toni Com¨ªn, Ra¨¹l Romeva y el resto de los consellers de la bancada de Junqueras.

Hasta tres veces han requerido en esta sesi¨®n de control al vicepresidente Oriol Junqueras. El diputado de C's Antonio Espinosa le interpel¨® en su cargo de conseller de Econom¨ªa para tratar del fondo de liquidez. Como ahora en vez de preguntar, Junqueras tiene que dar explicaciones, se le ve al desnudo; y lo que se advierte es que solo le gusta explicar para que le crean. Le pone muy nervioso que no se le tomen apuntes, que le lleven la contraria aunque sea mediante gestos. Junqueras espera siempre de su interlocutor una sumisi¨®n intelectual con ese gusto por tener todo el rato la raz¨®n propio de quien ha creado una coherencia personal que funciona de maravilla en su cerebro, pero que corre el riesgo de hacerse a?icos cuando se saca al exterior. Ah¨ª afuera se cuestiona, lo coherente se vuelve incoherente, el mundo destroza la realidad, y hay caracteres t¨ªmidos e inflamados de amor propio que eso no lo pueden soportar.

Por lo dem¨¢s, el momento apote¨®sico de la sesi¨®n de esta ma?ana lo ha protagonizado Carles Puigdemont, no en vano es el president, cuando ha soltado que ¡°hay mucha gente que lo est¨¢ pasando muy mal, y, cuando hablamos de gente, a algunos podemos ponerles nombres y apellidos¡±. Ha empleado ese tono de comerciante de comarcas, que atiende satisfecho en domingo a los que vienen de misa y al que fastidia todo lo que pasa fuera de su comercio. Todo lo que no conoce por su nombre y apellidos.