¡®Moss¨¨n Tronxo¡¯ se queda hu¨¦rfano

Josep Maria Ballar¨ªn y Monset, cura y escritor, autor de la popular¨ªsima novela Moss¨¨n Tronxo, falleci¨® la madrugada del viernes en Berga a los 96 a?os. Hab¨ªa nacido en Barcelona en 1920. Apenas acab¨® el bachillerato en los Escolapios, estallaba la Guerra Civil: tras vivir la miseria de la retaguardia, fue a filas con la Quinta del biber¨®n. Los de su cuello ten¨ªan que perder la guerra, bien por catalanes, bien por cat¨®licos (quiz¨¢ por ambas cosas) y de ninguna forma lo habr¨ªan ganado nunca del todo, y por las mismas razones.

Perdida la guerra que le quitar¨ªa el padre y la hermana, pas¨® al campo de concentraci¨®n de Zamora, donde se le diagnostic¨® una tuberculosis que lo envi¨® a Matadepera a pasar una convalecencia de seis a?os (a pesar de que le daban, meses de vida). Con 26 a?os, pues, entr¨® en el Oratori dels Felipons, donde recay¨® t¨ªsico y pas¨® al Seminario de Solsona, que acabar¨¢ dirigiendo, hasta que en 1958 es episcopalmente (Taranc¨®n) relegado a cura de Santa Maria de Queralt, donde reorienta su tarea pastoral.

Ah¨ª cambi¨® su vida: empez¨® a escribir y con los a?os apareci¨® en la televisi¨®n, actividades que, junto con su proverbial bonhom¨ªa y su activa inspiraci¨®n de movimientos cristianos de alcance nacional, contribuye a la popularidad del santuario m¨¢s all¨¢ del fervor de los propios bergadanos. De nuevo eso acabar¨¢ pas¨¢ndole agradecida factura en 1993, cuando de nuevo un obispo, este antiguo compa?ero de pupitre (Deig), lo prejubila, con la esperanza que se esconda entre los buenos amigos que tiene en Barcelona. Ser¨¢n ¨¦stos los que promover¨¢n, en desagravio, la imposici¨®n de la Creu de Sant Jordi (1995).

Nadie lo esperaba, pero tom¨® el cargo de vicario de su amigo el rector de las parroquias de G¨®sol, el hom¨¦rico y madridista mos¨¦n Ramon Anglarill (modelo de su moss¨¨n Tronxo), donde es acogido con una simpat¨ªa popular que llega a la concesi¨®n de la Medalla del Pedraforca y a que pongan su nombre en la calle de la casa donde vive, adoptado ah¨ª por do?a Em¨ªlia Serra, a quien no se lo agradeceremos lo suficiente.

Promotor del primer Curs d¡¯Estiu del Grup d¡¯Estudis Nacionalistes y alma de la organizaci¨®n, nunca fall¨® a un solo curso; tambi¨¦n hizo misas, con aquellos sermones de inmortal memoria y bajo la m¨¢xima de las faldas (ya saben, los sermones, como las faldas: cortos y que ense?en). Sermones, charlas y sobremesas alargadas formaron a m¨¢s gente que muchas clases magistrales y nos encaminaron por lecturas que nos acompa?ar¨¢n toda la vida: Saint Exup¨¦ry, Mann, Guaresci, Peguy, Bernanos, Chesterton... que, le¨ªdos al paso de sus notas, son hoy como hermanos mayores.

Pasan de la cuarentena sus libros; y un sinf¨ªn los art¨ªculos que escribi¨® para el Avui desde su fundaci¨®n; y cada d¨ªa, aun dict¨¢ndolos desde la cama del hospital, sus Degotalls para el Mat¨ª Digital. Hablando de libros: est¨¢ Moss¨¨n Tronxo, (m¨¢s de 100.000 ejemplares), pero, sobre todo, Francesco y La par¨¤bola dels retorns (cada ballarin¨®logo tiene sus gustos).

Entendi¨® siempre los libros, como las apariciones en los medios, como una parte de su labor de apostolado. Y en esa linea, a pesar de una vast¨ªsima, pol¨ªglota y refinad¨ªsima cultura, se esforz¨® en ser muy llano y esto confunde a los que lo equipararon al personaje de su novela. Como se equivocan los que, desde el esp¨ªritu anticlerical, lo quieren heterodoxo y sueltan aquello de ¡°Si todos los curas fueran as¨ª...¡±.

Dej¨¦moslo claro: Catalu?a y los Pa?sos Catalans pierden un patriota que los quer¨ªa libres, y a un buen hombre, un hombre de paz y de concordia; y la Iglesia en Catalu?a pierde a un buen sacerdote que ha predicado, sobre todo, la Misericordia y sus Obras antes de que el Papa Francisco (elecci¨®n que celebr¨® entusi¨¢sticamente) la incardinara en el n¨²cleo de su acci¨®n. Recordar¨¦ siempre su frase: ¡°?Este Papa jesuita es extraordinario! ?Est¨¢ dirigiendo la Iglesia hacia el cristianismo!¡±. Ahora que le busquen la heterodoxia.

Partidario de la libertad, quer¨ªa que los pueblos fueran libres. Hizo lo que pudo para que as¨ª fuera, hasta cerrar listas independentistas como las de Junts pel S¨ª y taparse la nariz para votar seg¨²n qu¨¦ y a qui¨¦n. Como tantos de los que priorizan la libertad por encima de determinadas revoluciones. El d¨ªa siguiente al pasado 20-D me llam¨®: ¡°?Capi! ?Si te han escogido diputado ahora pienso que quiz¨¢s s¨ª que lo ver¨¦, hahaha!¡± (n¨®tese el doble sentido). Hoy lamento que no ser¨¢ as¨ª. Hoy celebro que tenemos un amigo m¨¢s en el cielo por quien hacerlo posible. ?Donec Perficiam, moss¨¨n! Y que la Luz Eterna os ilumine.

Joan Capdevila i Esteve es ex secretario general del GEN, director fundador del Mat¨ª Digital y diputado a Cortes por ERC.