Patio de colegio de d¨ªa, plaza p¨²blica al ocaso
Barcelona apuesta por un nuevo urbanismo con un espacio de uso compartido en el barrio G¨°tic
El urbanismo de Barcelona est¨¢ cambiando y el mejor ejemplo est¨¢ pegado a la antigua muralla de la ciudad, en la calle Sotstinent Navarro, en el barrio G¨°tic. Padres y madres de la escuela ?ngel Baixeras aprovecharon el cambio de Gobierno para desenterrar una vieja reivindicaci¨®n que el anterior alcalde hab¨ªa rechazado: transformar el solar que queda entre el colegio y la antigua muralla para convertirlo en una plaza que por las ma?anas funcione como patio. La escuela, construida en 1922 y una de las m¨¢s antiguas de la ciudad, no tiene zona descubierta para el recreo. Por las tardes, el espacio ser¨¢ una plaza abierta a toda la ciudadan¨ªa.
Tras escuchar la propuesta, la edil de Ciutat Vella, Gala Pin, activ¨® la maquinaria y el proyecto, que ya est¨¢ cerrado, ha servido como prueba para poner en marcha el urbanismo que desea aplicar el Gobierno municipal. ¡°Ha sido una experiencia muy positiva¡±, valora Pin. Para dise?ar la plaza, se ha contado con la participaci¨®n de vecinos, padres y madres de la escuela, profesores, comerciantes y, como no, con los ni?os del colegio.
Proceso de participaci¨®n
Todos ellos se muestran ¡°satisfechos¡±. ¡°La verdad es que se les ha dejado decidir mucho¡±, reconoce Carles Baiges, miembro de la cooperativa de arquitectos LaCol, que se ha encargado de dinamizar el proceso de participaci¨®n. Y lo cierto es que no era f¨¢cil. Una de las pocas limitaciones que puso la Administraci¨®n era que la plaza-patio ¡°no quedara privatizada solo por la escuela¡±, seg¨²n explica Pin. Es decir, que no tuviera una valla para impedir el paso del resto de ciudadanos.
Esta condici¨®n no gust¨® a parte de los padres, que primaban la protecci¨®n de los ni?os durante el recreo. Finalmente, se ha acordado que se instalar¨¢ una peque?a valla de solo un metro de altura, de manera que los ni?os no podr¨¢n salir del espacio durante el patio, pero por las tardes quedar¨¢ un espacio abierto.
La plaza ser¨¢ de arena gorda en vez de asfalto, algo que encanta a los m¨¢s peque?os y que adem¨¢s sirve de freno para uno de los inventos que m¨¢s temen en el G¨°tic: los patines el¨¦ctricos. ¡°Nos est¨¢n sacando a golpes del barrio¡±, lamenta Teresa Roca, madre de una alumna y vinculada a la Asociaci¨®n de Familias de Alumnos. Roca, que forma parte de la Comissi¨® Groga, tambi¨¦n alaba el proceso participativo.
La plaza tiene un desnivel de 2,5 metros. Para salvarlo se ha previsto la instalaci¨®n de gradas. A petici¨®n de los ni?os, tambi¨¦n se ha aceptado instalar ba?os, taquillas para guardar los juguetes y ¡°un espacio m¨¢s recogido para que puedan estar sentados y tranquilos¡±, explica Baiges de LaCol.
Todas estas conclusiones ya est¨¢n en manos del arquitecto Josep Llin¨¢s. El responsable de plasmar todo este proceso en un plano destaca que otra dificultad a?adida es la muralla que est¨¢ protegida y sobre la cual se tiene que trabajar con pinzas. Aun as¨ª, la soluci¨®n de las gradas reforzar¨¢ la presencia de la muralla. ¡°El degradado es una manera m¨¢s suave de acercarse a ella¡±, resume.
La nueva plaza, que ya tiene una partida econ¨®mica reservada, costar¨¢ 770.000 euros y las obras se licitar¨¢n en breve para empezar a finales de a?o. Su inauguraci¨®n est¨¢ prevista entre 2017 y 2018. Pin explica que habr¨¢ un refuerzo de los servicios de limpieza y de Guardia Urbana para garantizar que la plaza de noche no dejar¨¢ sucio el patio de d¨ªa.
A pesar del ¨¦xito del proceso, ha habido varias peticiones que han quedado apartadas. Y es que perforar la muralla de la ciudad para instalar una tirolina era demasiado.
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