Un ¡®hipster¡¯ de hace un siglo
El Museo del Modernismo de Barcelona re¨²ne 130 obras en la primera muestra del A?o Ramon Casas
Ser moderno se asocia con pertenecer a una clase media alta, consumir m¨²sica indie y alternativa, vestir prendas alejadas de las corrientes predominantes, defender pol¨ªticas progresistas y, c¨®mo no, consumir productos org¨¢nicos. Y si luces, adem¨¢s, en el caso de ellos, una poblada barba, eres un hipster, un moderno, en toda regla. Hace un siglo la modernidad se med¨ªa de forma diferente, ya que lo era el que conduc¨ªa los nuevos veh¨ªculos, le gustaba disfrutar con las artes de la pintura y la poes¨ªa, y como no, comer bien. Ramon Casas (Barcelona 1866-1932) fue un buen ejemplo del hipster de hace un siglo, ya que ¨¦l, que perteneci¨® a la m¨¢s alta burgues¨ªa barcelonesa, fue capaz de romper con las normas sociales establecidas cuando tras dos d¨¦cadas de relaci¨®n se cas¨® con Julia Peraire, su musa y modelo, una vendedora de loter¨ªa que hab¨ªa conocido por la calle.
La bendici¨®n del consejero Vila
"Es la exposici¨®n m¨¢s importante que hemos organizado desde la inauguraci¨®n del museo hace seis a?os", aseguraba Gabriel Pin¨®s durante la presentaci¨®n de la exposici¨®n sobre Ramon Casas. La muestra sobre el pintor modernista ha servido de puesta de largo del Museo del Modernismo dentro del panorama muse¨ªstico de la ciudad que hasta ahora hab¨ªa considerado el museo como un ap¨¦ndice de la galer¨ªa de arte que la familia Pin¨®s ten¨ªa en la calle de Consell de Cent. Para la ocasi¨®n incluso el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC) ha cedido una de sus obras, el ¨®leo La mandra que Casas pint¨® entre 1898 y 1900, normalizando as¨ª unas relaciones condenadas a normalizarse con el paso de los a?os. La inauguraci¨®n de la exposici¨®n que da el pistoletazo de salida del a?o Casas corri¨® a cargo del propio consejero de Cultura Santi Vila que, con su presencia, bendijo el museo que la familia Pin¨®s tiene en la calle Balmes de Barcelona.
La exposici¨®n Ramon Casas. La vida moderna que ha abierto sus puertas en el Museo del Modernismo de Barcelona (hasta el 8 de mayo), inaugura el a?o Ramon Casas, en el que se celebran los 150 a?os del nacimiento del pintor, todo un referente y un icono de modernidad. Y lo hace por todo lo grande, reuniendo 130 obras, 40 de ellas ¨®leos, 60 dibujos y el resto carteles; adem¨¢s de fotograf¨ªas y documentos personales como cartas; la mayor¨ªa provenientes de colecciones privadas y nunca vistas y repasando aspectos como la vida cotidiana, la relaci¨®n de Casas con las dos y con las cuatro ruedas, exponiendo un espectacular modelo id¨¦ntico al Delaunay-Belleville 28 HP de 1906, uno de los cinco veh¨ªculos que Casas us¨® e inmortaliz¨® en muchas de sus obras. ¡°Casas estaba muy atento a la vida moderna y a los avances t¨¦cnicos. Compr¨® un coche como este en Francia y volvi¨® a Barcelona conduci¨¦ndolo¡±, explica Gabriel Pin¨®s comisario de la muestra. La vinculaci¨®n con publicaciones como P¨¨l&Ploma, el mundo de las chulas y las manolas y los estereotipos de la mujer modernista que Casas reflej¨®; adem¨¢s de un buen n¨²mero de retratos realizados a lo largo de los a?os por Casas demostrando que era un genio que dominaba el dibujo como pocos en su ¨¦poca. ¡°Refleja la esencia del artista, su capacidad creativa en estado puro¡±, resalta Pin¨®s. Casas realiz¨® cientos de dibujos excelentes a carboncillo de los personajes de la ¨¦poca, algunos en apenas quince minutos. En la muestra pueden verse, adem¨¢s, hasta cuatro autorretratos de Casas, todos fumando calique?os en pipa.
Como mucho de los modernistas Casas viaj¨® bien joven a Par¨ªs, donde entr¨® en contacto con el mundo de la bohemia produciendo una r¨¢pida evoluci¨®n en su pintura que ir¨ªa perdiendo sus rasgos academicistas de forma irremediable y ganando en soltura en su pincelada y enriqueciendo su paleta de color.
A su vuelta ya nada ser¨ªa igual y la vida barcelonesa le empez¨® a parecer aburrida. Suerte de otros modernos que c¨®mo ¨¦l comenzaron a reunirse en locales como Els 4Gats, el templo del modernismo barcelon¨¦s.
Como cronista de su ¨¦poca, Casas fue testigo de un gran n¨²mero de acontecimientos. Desde los m¨¢s festivos como las corridas de toros que aparecen en la enorme Entrada a la plaza de toros de Madrid, que pint¨® con 20 a?os en 1886 y que pertenece a la fundaci¨®n Vila Casas, y los espect¨¢culos de regatas; hasta los m¨¢s desagradables y de denuncia social como el ajusticiamiento de presos a garrote vil o La carga que muestra la crudeza c¨®mo la Guardia Civil reprimi¨® a unos huelguistas.
La exposici¨®n aparece trufada durante todo su recorrido de forma transversal por carteles, una t¨¦cnica que domin¨® y que vivi¨® un gran auge en este momento. Suyos son los m¨¢s famosos que anuncian marcas como An¨ªs del Mono, Codorniu, Cigarrillos Par¨ªs y Chocolate Amatller, en los que es la mujer la que sirve de reclamo para la venta.
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