?Qu¨¦ pas¨® con el delf¨ªn de la Casa de Campo de Madrid?
La polic¨ªa cree que el cet¨¢ceo hallado enterrado en Madrid fue v¨ªctima de una red de tr¨¢fico de animales
Iban a dar las tres y media de la tarde del pasado martes, cuando un vecino del distrito madrile?o de Latina, que pide guardar el anonimato, caminaba tranquilamente acompa?ado por sus dos perros por las inmediaciones de la Casa de Campo, el mayor parque de la capital. Pero C¨¦sar,el teckel de tres a?os, se alej¨® por sorpresa de ¨¦l y corri¨® hacia unos frondosos matorrales. El animal comenz¨® a escarbar nervioso y a ladrar.
El hombre se acerc¨® a ver qu¨¦ estaba pasando y descubri¨® entonces la cabeza semienterrada de lo que parec¨ªa otro perro. Tir¨® fuerte de ella y un intenso olor a putrefacci¨®n lo rode¨®. ?l no lo sab¨ªa, pero hab¨ªa encontrado el cad¨¢ver ¡ªenvuelto en una malla met¨¢lica¡ª de un delf¨ªn joven, enterrado hace aproximadamente un a?o, a m¨¢s de 300 kil¨®metros del mar m¨¢s cercano. Los investigadores creen que puede ser un ejemplar fallecido y ocultado por una red de tr¨¢fico de animales.
El propietario de los canes explic¨® ayer a EL PA?S que C¨¦sar no quer¨ªa dejar su presa. ¡°Lo primero que me pregunt¨¦ fue: ?Pero esto qu¨¦ es? Al principio pens¨¦ que era un galgo por la dentadura que ten¨ªa, y que hab¨ªa que ser muy mala persona para abandonar de esta forma a un animal¡±, a?ade.
El hombre insisti¨® y tir¨® con fuerza de la cabeza que sobresal¨ªa del terreno, pero esta se enredaba una y otra vez en los matorrales. ¡°No pod¨ªa. El olor era, adem¨¢s, muy fuerte. No parec¨ªa ni carne ni pescado. Estaba completamente despistado¡±, admite.
Tard¨® bastante en sacar el cuerpo entero. Cuando lo tuvo fuera, ya no sab¨ªa qu¨¦ era. Parec¨ªa un cocodrilo por su larga mand¨ªbula llena de dientes. Pero algo fallaba: al animal se le ve¨ªan aletas pero no patas. ?Ser¨ªa un cet¨¢ceo? As¨ª que llam¨® al tel¨¦fono de informaci¨®n municipal 010. ¡°No s¨¦ si me creyeron. Me dijeron que iban a pasar el asunto como urgente, pero all¨ª no se present¨® nadie¡±.
Al ver que pasaba el tiempo y que no ten¨ªa respuesta, telefone¨® a la Polic¨ªa Municipal. Por temor a que no le creyeran, empez¨® dici¨¦ndoles que estaba ante un ¡°hecho muy extra?o¡±.
Dos agentes de la Unidad de Medio Ambiente se presentaron en pocos minutos. Los sorprendidos polic¨ªas (agentes TEC5202 y TEC5231) dieron parte a la central: ¡°Cuerpo muerto y en estado de descomposici¨®n de un delf¨ªn¡±. Debido a la rareza del caso, contactaron con la Unidad de Protecci¨®n del Medio Ambiente (UPMA) para hicieran averiguaciones ¡°por si tuviera que ver con alg¨²n tipo de robo o tr¨¢fico ilegal de animales¡±.
Fuentes policiales manifestaron ayer a EL PA?S que tienen ¡°abiertas varias l¨ªneas de investigaci¨®n¡±, entre ellas el ¡°comercio ilegal de delfines o de algunos de sus ¨®rganos¡±. Los investigadores ya han confirmado que no falta ning¨²n ejemplar en los zool¨®gicos espa?oles. En Madrid, por ejemplo, solo hay 11 delfines y todos viven en Zoo Aquarium.
Sin identificaci¨®n
Agust¨ªn L¨®pez, director de biolog¨ªa de este zoo, explica que desde el primer momento sab¨ªan que el animal no proced¨ªa de su parque, ni de ning¨²n otro, porque en cautividad solo se cr¨ªa el delf¨ªn mular o de botella. ¡°El hallado en la Casa de Campo estaba en muy mal estado y no pudimos determinar su especie, pero era diferente¡±, detalla. Cada ejemplar legal se encuentra identificado y porta un microchip de la Convenci¨®n sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (Cites).
L¨®pez considera poco probable que un cet¨¢ceo pueda sobrevivir en unas instalaciones que no sean las adecuadas. ¡°Se precisa mucho espacio, unas caracter¨ªsticas concretas del agua y una filtraci¨®n muy potente¡±. Unas caracter¨ªsticas imposibles de reproducir en una piscina normal. Los investigadores no descartan, adem¨¢s, que se trate de un animal de r¨ªo dada su fisiolog¨ªa, porque la cabeza y el pico (morro) son muy alargados.
Tras su hallazgo, el ejemplar fue trasladado al Centro de Protecci¨®n Animal (CPA), donde confirmaron que se trata de un ¡°ejemplar joven; con un tama?o, aproximado, de metro y medio¡±. Su avanzado estado de putrefacci¨®n impide, de momento, determinar su sexo y tambi¨¦n a qu¨¦ tipo de especie pertenece. El cet¨¢ceo, eso s¨ª, no est¨¢ disecado.
Est¨¢ previsto que especialistas del Museo Nacional de Ciencias Naturales le practiquen hoy en este centro una primera inspecci¨®n ocular. El departamento encargado de esta aproximaci¨®n ser¨¢ la Vicedirecci¨®n de Colecciones de este museo. ¡°Tomaremos muestras de ADN y tambi¨¦n las medidas de sus caracteres morfol¨®gicos. No ser¨¢ una necropsia¡±, adelanta Isabel Rey, conservadora de la Colecci¨®n de Tejidos y ADN del museo.
El cet¨¢ceo se encontraba ayer en una c¨¢mara de congelaci¨®n del CPA. Seg¨²n explicaron fuentes del centro, el mam¨ªfero conserva todas las piezas dentales y podr¨ªa llevar muerto m¨¢s de un a?o, aunque la malla de gallinero ¡ªcon la que apareci¨® envuelto¡ª es m¨¢s reciente. ¡°Por su apariencia, creemos que se compr¨® expresamente para trasladarlo hasta la Casa de Campo¡±.
Si el delf¨ªn fuese de mar, habr¨ªa recorrido m¨¢s de 350 kil¨®metros para llegar al centro de la Pen¨ªnsula, pero si fuera de r¨ªo (platanistoideo), muchos m¨¢s, la distancia que separa la capital del Amazonas o del Ganges.
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