Guerra en el pa¨ªs de Nunca Jam¨¢s

¡°Una ciudad de provincias est¨¢ siendo estrechamente vigilada ¡ªpor razones humanitarias¡ª por las fuerzas del bien en misi¨®n de paz¡±. As¨ª de simple es la sinopsis del peculiar musical Guerra. Una obra cuyo mayor tir¨®n es que est¨¢ interpretada por tres de las personalidades m¨¢s temperamentales que ha dado la m¨²sica espa?ola: Desde Sabadell, con 49 a?os, Albert Pla, polemista nato; Desde Ir¨²n, Ferm¨ªn Muguruza, de 52, abertzale e internacionalista que no ha rehuido un cuerpo a cuerpo desde los ya lejanos tiempos en los que lideraba el tr¨ªo de rock radical vasco Kortatu, y desde Barcelona, Ra¨²l Fern¨¢ndez, 40 a?os, que adem¨¢s de sus propios discos bajo el alias Refree, ha producido a Kiko Veneno, colaborado con Mala Rodr¨ªguez o firmado a medias granada , el ¨¢lbum que convirti¨® a Silvia P¨¦rez-Cruz en una estrella.

Guerra se estren¨® en Barcelona en julio de 2015, dentro del Festival Grec, y ha estado girando desde entonces. Esta noche recala durante 10 d¨ªas en el Teatro Nuevo Apolo. Es una parada previa al salto a Am¨¦rica. En mayo representan la obra en Colombia, Chile, Uruguay y Argentina.

Trailer de Guerra.

Dirigida por el actor y productor Pepe Miravete, sus responsables lo llaman ¡°musical interactivo¡±. Una denominaci¨®n que pretende dejar claro que las proyecciones y efectos visuales son algo m¨¢s que un simple apoyo esc¨¦nico, son parte intr¨ªnseca de un concepto en el que se mezclan canciones y dramaturgia.

Me hac¨ªa gracia el lenguaje que se aplica¡±, explica Pla,? ¡°Fuerzas de paz¡¯, para llamar a una tropa armada hasta los dientes o ¡®zona pacificada¡¯, para decir que en un lugar todos sus habitantes est¨¢n muertos.

Porque solo hay tres personajes en Guerra, y ninguno es exactamente una persona. Muguruza encarna a ¡°La ciudad¡±, un lugar imaginario asediado por Pla, ¡°El soldado¡±. Refree es un misterioso encapuchado que aparece entre ambos bandos. ¡°Es un personaje que se ha ido definiendo poco a poco¡±, explica Refree en un bar de Madrid. ¡°Cuando Albert me propuso esto, yo no iba a salir al escenario. Solo iba a componer la m¨²sica. Luego, tambi¨¦n a tocarla, y al final termin¨¦ en escena. Necesit¨¢bamos un personaje que fuera esa presencia que est¨¢ ah¨ª y nadie entiende. Eso que llaman ¡®los mercados¡¯. Pues eso soy yo¡±.

De las tensiones entre todos trata Guerra. A lo largo de 90 minutos, el soldado se va deshumanizando y convirtiendo en el ej¨¦rcito. Cada vez m¨¢s tir¨¢nico, m¨¢s abusivo. La ciudad se endurece, pasa de la expectaci¨®n a la desconfianza; del recelo a la rabia. Al final, el enfrentamiento es inevitable.

Ese argumento sirve como excusa para una obra que denuncia las triqui?uelas que hacen la guerra admisible. Una de las m¨¢s habituales, la ling¨¹¨ªstica. ¡°Me hac¨ªa gracia el lenguaje que se aplica¡±, explica Pla, que es todo energ¨ªa en el escenario, todo normalidad en las distancias cortas y todo timidez frente a una grabadora. ¡°Fuerzas de paz¡¯, para llamar a una tropa uniformada armada hasta los dientes o ¡®zona pacificada¡¯, para decir que en un lugar todos sus habitantes est¨¢n muertos. No vas a una guerra, te vas a una ¡®misi¨®n de paz¡¯ o a un ¡®conflicto humanitario¡±.

?l es el creador de la estructura desde la cual se ha ido desarrollando el producto final. Porque, aseguran los tres protagonistas, este es un trabajo que se va modificando sobre la marcha. Y los distintos bagajes previos de cada uno quedan claros a la hora de explicar los porqu¨¦s. Si para Pla, que lleva dos d¨¦cadas de espect¨¢culos teatralizados, es una manera de evitar el aburrimiento, ¡ª¡°si no fuera as¨ª, qu¨¦ rollo hacer cada noche lo mismo¡±¡ª, para Refree y Muguruza es el resultado de un aprendizaje. ¡°Yo todav¨ªa llevo mal las intermitencias. En un concierto sales y a la segunda canci¨®n ya te olvidas de los nervios. Aqu¨ª no. Sales, entras...¡±, explica el catal¨¢n.

Sin embargo, a Muguruza, que a pesar de venir del an¨¢rquico esp¨ªritu punk con Kortatu y Negu Gorriak es un tipo con querencia al orden, lo que m¨¢s le ha costado ha sido adaptarse a un nuevo medio. ¡°Era la primera vez que actuaba en un teatro, con dramaturgia. Hicimos un trabajo tit¨¢nico durante meses para ponerlo en marcha, pero me cost¨®. Una vez superado ese choque, me siento mucho m¨¢s fuerte¡±.