Ester Quintana: ¡°Llu¨ªs, no veo, creo que me han dado¡±
La mujer que perdi¨® un ojo relata ante el juez c¨®mo fue herida por los Mossos el 14-N de 2012
Ester Quintana llevaba esperando m¨¢s de tres a?os que llegara el d¨ªa de hoy. La mujer, de 46 a?os, ha declarado como v¨ªctima ante el tribunal que juzga a los dos mossos que, presuntamente, le reventaron el ojo izquierdo tras la huelga general del 14 de noviembre de 2012. Quintana ha explicado con precisi¨®n la situaci¨®n de ¡°calma¡± que se viv¨ªa en paseo de Gr¨¤cia cuando aparecieron tres furgonetas de los antidisturbios, y c¨®mo uno de los agentes que se baj¨® de una de las furgonetas llevaba un arma larga. Ella ha agregado que escuch¨® "dos detonaciones" antes de recibir el impacto de un artefacto policial que le ha dejado secuelas de por vida.
Hacia casa tras la ¡®mani¡¯. Quintana ha explicado que, hacia las 20.30 horas del 14-N, ¡°bajaba caminando¡± por el paseo de Gr¨¤cia de Barcelona con ¡°varios amigos¡±. ¡°La situaci¨®n era tranquila, la gente iba despidi¨¦ndose despu¨¦s de la manifestaci¨®n, ¨ªbamos a casa¡±. La mujer ha detallado que se detuvieron a la altura de la calle de Casp: ¡°Nos hab¨ªamos encontrado a una amiga y estuvimos hablando con ella un par de minutos. Se fue e intentamos decidir hacia d¨®nde ¨ªbamos para llegar a casa¡±.
Atrapados en el paseo de Gr¨¤cia. La v¨ªctima ha explicado que en esos momentos ¡°se o¨ªan ruidos de sirenas de polic¨ªa¡± que proven¨ªan de la V¨ªa Laietana y que un ¡°helic¨®ptero¡± de los Mossos sobrevolaba el centro. La calma en el paseo de Gr¨¤cia se transform¨® de repente. ¡°Lleg¨® gente corriendo de la esquina, desde plaza Catalu?a, hacia arriba el paseo de Gr¨¤cia. Yo me asust¨¦ y corr¨ª hacia arriba tambi¨¦n. Llu¨ªs me dijo que no corriera, que estuviera tranquila, que no pasaba nada¡±. Pero por arriba, ya casi en Gran V¨ªa, aparecieron tres furgonetas de los Mossos d¡¯Esquadra. Quintana se vio atrapada y sinti¨® ¡°mido¡±. Volvi¨® a bajar el paseo de Gr¨¤cia y decidi¨® cruzar el paseo hacia la calle de Casp ante una ¡°situaci¨®n peligrosa¡± que ¡°no ve¨ªa clara¡±. ¡°En ninguna de las calles ve¨ªamos salida¡±.
Las furgonetas. Quintana detall¨® tambi¨¦n la aparici¨®n de tres furgonetas de la Brigada M¨®vil (antidisturbios) de los Mossos. ¡°Aparecieron por la Gran Via. Recuerdo que dieron vueltas a la fuente y se pararon en la esquina, en el chafl¨¢n de Gran Via con paseo de Gr¨¤cia. A¨²n no se hab¨ªa parado la furgoneta y ya estaba bajando un mosso con un arma¡±.
Los Mossos y las armas. En el banquillo de los acusados se sientan dos agentes (un subinspector y un escopetero) por haber causado las lesiones a Quintana. Averiguar si fueron ellos los autores de las lesiones es el gran caballo de batalla de este juicio, toda vez que la instrucci¨®n judicial descart¨® otras autor¨ªas. ¡°No estoy segura del n¨²mero de mossos que hab¨ªa all¨ª. Yo por lo menos vi dos o tres agentes, pero no puedo precisar m¨¢s¡±. Los agentes que bajaron fueron los de ¡°la furgoneta que quedaba m¨¢s cerca de m¨ª¡±. La mujer ha agregado que vio a uno de los mossos, que estaban situados ¡°a unos 30 metros¡±, bajar de la furgoneta ¡°con un arma¡±. Al pedirle que la describa, Quintana ha extendido los brazos para dar a entender que se trataba de un arma larga. Tambi¨¦n ha explicado que escuch¨® al menos ¡°dos detonaciones¡± de forma consecutiva. ¡°Fue como un pum, pum¡±.
El impacto. ¡°Cuando estaba cruzando la calzada, me gir¨¦ para ver si ve¨ªa a Llu¨ªs, que estaba conmigo. Al girarme le vi a ¨¦l, vi a los polic¨ªas que estaban en el chafl¨¢n y fui cuando recib¨ª el impacto. Hice como dos pasos adelante supongo que del empuje del golpe, pero no ca¨ª al suelo. Al principio del golpe not¨¦ mucho de dolor, pero de repente no me notaba nada de esta parte de la cara y no ve¨ªa. Fue cuando Llu¨¬s que iba detr¨¢s de m¨ª se puso delante. Le dije: ¡®Llu¨¬s, no veo, creo que me han dado¡¯. Me puse la mano en la cara y ya empezaba a sangrar.
El auxilio policial. Tras recibir el impacto, Quintana qued¨® ¡°muy asustada¡±. ¡°No pens¨¦ en muchas m¨¢s cosas. Me sub¨ª a la acera y seguimos bajando por el paseo de Gr¨¤cia¡±. Un agente de la Guardia Urbana le pregunt¨® qu¨¦ le ocurr¨ªa. ¡°Le ense?¨¦ el ojo y le dije: ¡®?A ti qu¨¦ te parece?¡¯ Y o¨ªa c¨®mo llamaba a la ambulancia. ¡°Me parec¨ªa que la ambulancia tardaba mucho en venir. Le dije al guardia. ¡®Diles que estoy inconsciente a ver si vienen antes¡±, ha dicho Quintana, que estuvo ¡°consciente¡± en todo momento.
Las secuelas. Quintana ha sido intervenida en varias ocasiones y ha perdido totalmente la visi¨®n del ojo izquierdo (lleva una pr¨®tesis). Sigue yendo al oftalm¨®logo porque ¡°hay que seguir revisando la pr¨®tesis¡± y tal vez deba someterse a una ¡°operaci¨®n de est¨¦tica en el otro ojo para que se parezca m¨¢s al izquierdo. Su abogada, Laia Serra, le ha preguntado por las afectaciones en su vida diaria. ¡°No puedo calcular las distancias ni la profundidad porque ya no puedo ver en tres dimensiones al tener un ojo. A la hora de coger objetos o ponerme el agua en el vaso, no puedo calcular. Lo he de hacer con estrategias, como tocar el vaso. Muy a menudo me doy golpes por la parte izquierda. Estuve mucho tiempo que no escuchaba bien por el o¨ªdo izquierdo y tampoco pod¨ªa respirar bien. Me dijeron que qued¨® una afectaci¨®n en el tabique nasal, pero que no era operable¡±.
El perd¨®n discreto de los dos consejeros
El consejero de Interior de la Generalitat, Jordi Jan¨¦, y su antecesor en el cargo, Ramon Espadaler, han pedido disculpas a Ester Quintana por las heridas que sufri¨® el 14 de noviembre de 2012 como consecuencia de una intervenci¨®n policial. A preguntas de su abogada, Laia Serra, Quintana ha explicado c¨®mo se produjeron esas disculpas, que fueron personales y discretas.
"Espadaler me dijo que le sab¨ªa muy mal lo que me hab¨ªa pasado, pero que por la posici¨®n institucional no pod¨ªa decirlo en p¨²blico", ha explicado la mujer, de 46 a?os, en su declaraci¨®n como testigo en el juicio que se celebra desde el lunes en la Audiencia de Barcelona. M¨¢s tarde, ha agregado, recibi¨® tambi¨¦n la llamada de Jan¨¦. "Primero por tel¨¦fono y luego nos entrevistamos con ¨¦l y se disculp¨® personalmente".
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