El absentismo escolar no corrige la tendencia en Euskadi
Cerca de 2.800 alumnos perdieron una de cada cinco clases sin justificaci¨®n en el curso 2014-2015
No es com¨²n ver ni?os vagando por las calles en horario escolar. Lo habitual es verles arremolinarse a las puertas de los colegios, quiz¨¢ con m¨¢s ansias al terminar la jornada que al empezarla todav¨ªa con lega?as y algo de sue?o. El absentismo escolar en Euskadi mantiene unos ¨ªndices bajos, sin embargo, no consigue corregir esta conducta que afecta al 1,4% de los alumnos en la etapa obligatoria, con mayor afecci¨®n en la el ciclo de la ESO (1,65%) que en Primaria (1,2%).
Una vez m¨¢s, la crisis vuelve a ser la palabra maldita, el argumento que dificulta dar pasos en la buena direcci¨®n. Seg¨²n los datos facilitados por el Departamento vasco de Educaci¨®n, los inspectores registraron el curso 2014-2015 un total de 2.819 casos. Es el n¨²mero de alumnos que se ausentaron, sin justificaci¨®n, al menos al 20% de las clases. Son 74 m¨¢s que el curso anterior.
Desde la consejer¨ªa eluden dibujar un perfil concreto pero ¨¦ste es un problema que, tradicionalmente, afecta a entornos que tienen dificultades para afrontar el d¨ªa a d¨ªa. ¡°Las causas que lo originan no est¨¢n exclusivamente en la escuela. Tambi¨¦n influye el contexto de relativa pobreza en el que viven los menores¡±, explica desde Comisiones Obreras, Pablo Garc¨ªa de Vicu?a. Es la pescadilla que se muerde la cola: situaciones de exclusi¨®n alejan a los ni?os de las aulas con el consiguiente riesgo de fracaso escolar que, a su vez, dificulta a esta generaci¨®n hacerse un hueco e insertarse en la sociedad.
El objetivo es la tolerancia cero. Por eso, el Gobierno vasco dispone de un protocolo espec¨ªfico que tiene como principal aliada a la comunidad educativa. Cuando un pupitre queda vac¨ªo, los profesores anotan la falta y tienen la orden de hablar con el alumno para conocer sus razones. A la segunda ausencia, se pone al corriente a las familias y si ¨¦stas hacen o¨ªdos sordos o son incapaces de corregir el comportamiento del estudiante, puede llegar el caso de implicar a los servicios sociales o, en ¨²ltima instancia, pedir la intervenci¨®n de la fiscal¨ªa. Este seguimiento consigui¨® que el curso pasado 1.478 alumnos retomasen el h¨¢bito de coger los libros. Como contrapunto est¨¢n los casos m¨¢s graves, que se prolongaron durante todo el periodo lectivo: con 688 absentistas en Primaria (0,5%) y 655 de la ESO (0,85).
Garc¨ªa de Vicu?a lamenta que no se haya conseguido atajar el problema, aunque a?ade que no tiene ¡°nada que reprochar¡± al departamento de Educaci¨®n. Vincula esta lacra con la crisis porque en algunas familias hay otros problemas m¨¢s acuciantes que la educaci¨®n. ¡°Aunque la crisis deber¨ªa conllevar una mayor dedicaci¨®n al aprendizaje para mejorar la cualificaci¨®n y con ello, las oportunidades, no siempre ocurre¡±, explica. Aunque sea una minor¨ªa, cuando se ven en un callej¨®n sin salida, los ni?os son utilizados para la mendicidad o en colectivos como el gitano, tradicionalmente absentista, se nota el baj¨®n en ¨¦poca de vendimia, por ejemplo.
El sindicato ELA mantiene una postura m¨¢s cr¨ªtica respecto a la acci¨®n del Gobierno de Urkullu. Xabier Irastorza, no duda en mencionar los recortes. Desde 2010 fija en cerca de 1.800 puestos de trabajo destruidos. "El incremento de los ratios ha provocado que haya m¨¢s alumnos por aula y eso repercute indudablemente en la atenci¨®n que los profesores pueden prestar a los alumnos en general, y a los que requieren de una dedicaci¨®n mayor en particular".
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