Pl¨¢cido Domingo: ¡°Mientras la voz responda seguir¨¦ cantando¡±

Cincuenta a?os despu¨¦s de su debut en el Liceo, Pl¨¢cido Domingo vuelve al coliseo barcelon¨¦s para cantar como bar¨ªtono, el d¨ªa de Sant Jordi, Simon Boccanegra, la ¨®pera de Verdi con la que que el pasado s¨¢bado, en la Metropolitan Opera House de Nueva York, cumpli¨® la funci¨®n n¨²mero 3821 de su longeva carrera. Sigue al pie del ca?¨®n, con ilusi¨®n, y asegura que no piensa retirarse mientras el cuerpo aguante. "Mientras est¨¦ bien de voz y llene los teatros, pienso seguir cantando", afirm¨® ayer Domingo, con buen humor y energ¨ªa contagiosa, antes del ensayo de su nuevo reto liceista.

Domingo actuar¨¢ del 23 al 29 de abril en tres funciones de Simon Boccanegra, en el montaje dirigido esc¨¦nicamente por Jos¨¦ Luis G¨®mez y musicalmente por Massimo Zanetti, y al frente de un reparto en el que figuran la soprano canaria Davinia Rodr¨ªguez, el tenor mexicano Ram¨®n Vargas y el bajo italiano Ferrucio Furlanetto. "Despu¨¦s de cantar 50 a?os como tenor, he encontrado refugio en la cuerda de bar¨ªtono para seguir mi carrera y soy muy feliz por poder disfrutar cada d¨ªa que salgo a escena", comenta Domingo.

Aunque algunos cr¨ªticos, como hizo la semana pasada el del diario New York Times, le aconseja la retirada, Domingo tiene claro que ese momento a¨²n no ha llegado. "Soy el juez m¨¢s duro con mi voz y s¨¦ que la voz no es eterna, pero mientras responda, seguir¨¦ cantando". Volver¨¢ al Liceo la pr¨®xima temporada con Tha?s, de Massenet, en versi¨®n de concierto, y desvela que tiene firmados contratos hasta el 2019 en todo el mundo. "Yo firmo contratos con tres a?os de antelaci¨®n, pero no garantizo que vaya a llegara cumplirlos", dice con buen humor.

La carrera liceista de Domingo se inici¨® el 1 de enero de 1966, cuando el ¨²ltimo empresario privado del coliseo de la Rambla, Juan Antonio P¨¤mias, present¨® tres ¨®peras mexicanas: La mulata de C¨®rdoba, de Jos¨¦ Pablo Moncayo, Carlota, de Luis Sandi y Severino, de Salvador Moreno; en las tres actuaba un joven tenor de 25 a?os llamado Pl¨¢cido Domingo "Se dice pronto, pero han pasado 50 a?os desde ese debut. Ten¨ªa entonces 25 a?os y ahora tengo tres veces 25. Hay que ver c¨®mo pasa el tiempo", bromea Domingo. "Siempre vuelvo al Liceo con ilusi¨®n y emoci¨®n, y espero seguir haci¨¦ndolo".

La leyenda Domingo comenz¨® con un reto de m¨¢s envergadura, Manon Lescaut, de Puccini, que protagoniz¨® en 1971 junto a Virginia Zeani. Despu¨¦s, el camino hacia la gloria se forja en veladas legendarias junto a Montserrat Caball¨¦, con t¨ªtulos verdianos como Un ballo in maschera, Aida e I vespri siciliani y La africana de Meyerbeer, su ¨²ltima actuaci¨®n liceista con la diva catalana.

"La relaci¨®n se enfri¨® porque dej¨¦ de venir al Liceo, pero as¨ª es la ¨®pera, mi carrera empez¨® a crecer y ten¨ªa tantos contratos en Estados Unidos que decidimos dejar de residir en Barcelona, donde tuve mi domicilio entre 1972 y 1980, y toda la familia nos trasladamos a Nueva York", recuerda.

El Met fue desde entonces su principal teatro, y lo sigue siendo: "He protagonizado 750 funciones como tenor en el Met y m¨¢s de 200 como director de orquesta", se?ala con la precisi¨®n de un cantante que anota en su agenda su actividad diaria. "Disfruto llevando esa agenda al final de cada jornada, por eso s¨¦ que la del s¨¢bado pasado fue mi funci¨®n n¨²mero 3821".

No olvida Domingo los festivales de lujo que organizaba Llu¨ªs Portabella en el Liceo, en los que protagoniz¨® en los ochenta t¨ªtulos de Puccini - La boh¨¨me, Tosca y La fanciulla di West, y su papel m¨¢s emblem¨¢tico, Otello. "Se hac¨ªan bien las cosas y guardo emocionantes recuerdos de esos a?os. El Liceo ha cambiado mucho, pero sigue siendo el teatro de ¨®pera con m¨¢s tradici¨®n y solera de Espa?a".

Noches de pasi¨®n, y de reencuentros, como la funci¨®n de Fedora, de Giordano, junto a Renata Scotto, en 1988, en la que hicieron salir al escenario a Jos¨¦ Carreras. "Estaba en el teatro como espectador y le invitamos a salir a escena en la que fue su primera aparici¨®n p¨²blica tras superar la leucemia. Fue un momento de gran emoci¨®n para todos ".

Sus ¨¦xitos m¨¢s recientes han tenido color wagneriano, con Parsifal - su ¨²ltima ¨®pera representada en el teatro, en 2005 y La walkyria, en concierto, m¨¢s otros dos t¨ªtulos tambi¨¦n ofrecidos en versi¨®n concertante, Tamerlano, de H?ndel, y en la temporada pasada I due foscari, de Verdi, su primera actuaci¨®n como bar¨ªtono en el Liceo.

"Me siento cada vez m¨¢s c¨®modo en el repertorio de bar¨ªtono y pienso incorporar m¨¢s papeles verdianos, como Posa del Don Carlo y Miller de Luisa Miller, obras de Donizetti como Belisario y Roberto Devereux, y Guillermo Tell, de Rossini, que proyecto debutar en la ?pera de Los ?ngeles, de la que soy director art¨ªstico. "Cuando no pueda seguir cantando, me dedicar¨¦ a mi carrera como director de orquesta y director art¨ªstico, adem¨¢s de seguir con el concurso Operalia", dice. De retirarse, como se ve, nada de nada.