Los municipios de CDC adjudican un gran contrato a dos cargos del partido
La ACM asign¨® 740.000 euros a una empresa creada solo cuatro semanas antes
La Asociaci¨®n Catalana de Municipios (ACM), vinculada a Converg¨¨ncia y que agrupa a m¨¢s de 350 ayuntamientos catalanes, ha adjudicado un gran contrato de 749.000 euros una empresa controlada por dos cargos del partido en un concurso sin apenas competencia. Los beneficiados son dos personas con una larga trayectoria en Converg¨¨ncia: Ramon Llastarry y Josep Recaredo Vidiella. El primero ocup¨® hasta el a?o pasado la gerencia del Consejo Comarcal del Maresme, mientras el segundo fue hasta el mes de enero asesor en materia de Transparencia e Informaci¨®n P¨²blica de la consejera de Gobernaci¨®n de la Generalitat, Meritxell Borr¨¤s.
El servicio adjudicado, seg¨²n las bases del concurso, es la intermediaci¨®n en los contratos que la ACM firma con empresas privadas para ofrecer servicios a sus afiliados, una especie de central de compras que permite a los municipios obtener mejores precios. "La ACM comercializa estos servicios directamente a los ayuntamientos, pero con el concurso pretendemos extender la oferta a otros entes supramunicipales", como mancomunidades, consorcios o empresas vinculadas a los consistorios, entre otros, explica el secretario general de la ACM, Marc Pifarr¨¦.
El contrato adjudicado tiene una vigencia de cuatro a?os, prorrogables a otros dos, seg¨²n el contrato firmado entre la ACM y la empresa adjudicataria, Vectorcat. Pifarr¨¦ insiste en que este no tendr¨¢ ning¨²n coste para la entidad, puesto que la compa?¨ªa conseguir¨¢ una comisi¨®n por los descuentos obtenidos por la compra conjunta. El primer a?o, la comisi¨®n ascender¨¢ al 60% de los descuentos obtenidos, porcentaje que bajar¨¢ al 45% el segundo a?o, al 15% el tercero y al 10% en los siguientes, hasta un importe m¨¢ximo de 749.000 euros. Un dinero que si la ACM ofreciera directamente el servicio, como hace con los ayuntamientos, podr¨ªa ingresar la propia entidad y no pagar a la empresa adjudicataria.
La tramitaci¨®n del concurso, que tuvo escasa publicidad al ser solo anunciado en la p¨¢gina web de la ACM, presenta varios hechos llamativos. El primero es que, pese a la cuant¨ªa del importe licitado, solo se presentaron dos empresas. El segundo es la escasa entidad de las compa?¨ªas aspirantes. La perdedora, Metallurgical Corporation (con sede en Salamanca) es una empresa con apenas un trabajador y que ni siquiera ha presentado al Registro Mercantil las cuentas correspondientes al ejercicio 2014. La empresa ganadora, por su parte, fue constituida el pasado 26 de noviembre, solo cuatro semanas antes de que el concurso fuera publicado, el 23 de diciembre, y por tanto carec¨ªa de experiencia alguna.
El tercer hecho significativo son las personas que est¨¢n detr¨¢s de la empresa Vectorcat. En el momento de ser creada, fue nombrado administrador ¨²nico Jos¨¦ Recaredo Vidiella, que entonces era asesor de la consejera Borr¨¤s. Anteriormente, Vidiella hab¨ªa sido coordinador de Espacios Naturales en la Diputaci¨®n de Barcelona. El 19 de enero, en el ¨²ltimo cambio de Gobierno en la Generalitat y con el concurso a¨²n tramit¨¢ndose, Vidiella dej¨® el puesto de asesor de la consejera de Gobernaci¨®n.
Seg¨²n datos del Registro Mercantil, el pasado 25 de febrero, con el concurso ya ganado pero pendiente de firma, Vidiella tambi¨¦n ces¨® como administrador de Vectorcat, cargo en el que fue sustituido por Xavier Llastarry, hermano del exgerente del consejo comarcal del Maresme. El contrato definitivo fue firmado el 3 de marzo y solo cinco d¨ªas despu¨¦s, Vidiella y Ramon Llastarry entraron en la sociedad con el cargo de apoderados mancomunados, seg¨²n el Registro Mercantil. El resultado de este baile de posiciones fue que, pese a controlar la empresa, ninguno de los dos cargos convergentes tuvo que estampar su firma en el contrato con la ACM.
Aunque formada por ayuntamientos y otras entidades municipales, de cuyas cuotas se financia, la ACM es una entidad sujeta al derecho privado, lo que le da libertad a la hora de contratar a sus proveedores. "Pese a ello, hemos querido dotarnos con unas normas internas que nos obligan a sacar a concurso estos contratos", explica Marc Pifarr¨¦. "Hemos cumplido estrictamente con estas normas y las bases del concurso", sigue el secretario general de la ACM, que asegura que desconoc¨ªa los lazos entre Vectorcat y los cargos de Converg¨¨ncia. Sobre la escasa concurrencia al concurso, Pifarr¨¦ afirma que "esto no es un hecho que dependa de la ACM". "Nosotros publicamos el concurso en nuestra web e incluso extendimos el plazo de presentaci¨®n de ofertas para dar opciones a m¨¢s empresas", a?ade.
Vidiella, por su parte, pide que no se relacionen sus cargos pol¨ªticos con la empresa ni la adjudicaci¨®n. "Creamos la empresa porque vimos que existe esa necesidad y nos presentamos a un concurso publico que hemos ganado. Ramon y yo ya no estamos en Converg¨¨ncia. No se nos puede pedir que renunciemos a desarrollar una nueva carrera profesional", afirma. Vidiella tambi¨¦n insiste en que la ACM, "aunque tenga un presidente y un secretario general que son del partido, es una entidad con ayuntamientos de otros partidos".
La imagen de la ACM, actualmente presidida por el convergente Miquel Buch (alcalde de Premi¨¤ de Mar, situado en la comarca del Maresme), se ha visto en los ¨²ltimos a?os golpeada por un grave caso de corrupci¨®n, destapado por EL PA?S en febrero de 2012. Tras dos a?os de investigaciones, el juez instructor consider¨® acreditado que dos altos cargos de Converg¨¨ncia (Josep Maria Matas y Xavier Sol¨¤) se apropiaron de m¨¢s de un mill¨®n de euros de la entidad. El fiscal les pide cinco a?os de c¨¢rcel por los delitos de malversaci¨®n y falsedad documental.
Investigacion@elpais.es
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