Las urbanizaciones ilegales siguen creciendo y se enquistan en la regi¨®n
Miles de madrile?os viven casas construidas en terrenos no urbanizables de entornos naturales
Miles de madrile?os viven en casas construidas en terrenos no urbanizables. Est¨¢n en zonas asociadas al chabolismo como La Ca?ada Real o Las Sabinas, pero tambi¨¦n hay cientos de casas y chal¨¦s levantados a las bravas en distintas zonas de Morata de Taju?a o Chinch¨®n. Mientras la Comunidad de Madrid se limita a decir que est¨¢ actualizando un mapa de viviendas ilegales y los Ayuntamientos se declaran incapaces de atajarlo, el problema, que est¨¢ m¨¢s que detectado desde hace 30 a?os, sigue creciendo a lomos de la impunidad. As¨ª lo ha podido comprobar este diario en El Molar, en la sierra norte de Madrid, donde m¨¢s de un 10% de las viviendas est¨¢n fuera de ordenaci¨®n. La contaminaci¨®n del subsuelo por la ausencia de alcantarillado es uno de los principales impactos negativos de estos asentamientos irregulares.
En 2009, los agentes forestales de la Comunidad de Madrid denunciaron una docena de viviendas que se estaban construyendo en terrenos no urbanizables en El Molar, a 39 kil¨®metros al norte de la capital. Una de ellas es la de la imagen de su izquierda que, como se puede comprobar, se termin¨® de edificar y est¨¢ habitada actualmente. Quiz¨¢ por eso, muy cerca de esa casa hay al menos otras dos en construcci¨®n en este momento, una de ellas, a escasos metros del r¨ªo Jarama.
Solo en El Molar, hab¨ªa en 2001 contabilizadas 600 viviendas irregulares (y un total de 3.400 viviendas censadas), que hoy, seg¨²n los lugare?os, pueden llegar f¨¢cilmente a las 800. En el sureste de la Comunidad, en la Vega del Taju?a, se calcula que hay m¨¢s de 700. En Chinch¨®n, la localidad de la zona m¨¢s afectada por este problema, se han presentado al menos 179 denuncias entre 2006 y 2010, unas 67 de ellas correspondientes a viviendas levantadas entre 2009 y 2010, seg¨²n fuentes de la UGT de los agentes forestales. El Ayuntamiento de Chinch¨®n, dirigido por Francisco Javier Mart¨ªnez Mayor (de la Agrupaci¨®n Transparencia y Servicio) no ha respondido a los reiterados intentos de este peri¨®dico de obtener su opini¨®n sobre este problema.
En el municipio de al lado, Morata de Taju?a, donde el Ayuntamiento calcula que unas 150 viviendas irregulares, el alcalde ?ngel S¨¢nchez Sacrist¨¢n (PSOE) si ha contestado. S¨¢nchez, que antes de llegar a la alcald¨ªa fue polic¨ªa local, conoce bien un problema que creci¨® entre los a?os sesenta y ochenta con casas de segunda residencia y que, cuando se quiso atajar en los noventa, ya era demasiado grande. Habla de "una sensaci¨®n de impunidad" que hace que la gente "no se crea las normas", y cuenta que, aunque denuncien, buena parte de las veces las decisiones judiciales no llegan a tiempo: las infracciones administrativas prescriben a los cuatro a?os y los delitos penales (v¨ªa utilizada muy poco y que solo es posible en determinados casos, por ejemplo, si la casa est¨¢ en dominio p¨²blico) a los cinco a?os. Transcurrido ese tiempo, se convierten en construcciones ¡°alegales¡±, que muy dif¨ªcilmente pueden acaban demolidas.
En los ¨²ltimos a?os, el Gobierno regional ha explicado en distintas ocasiones que su funci¨®n en estos casos es tramitar cada denuncia que les llega, pero que son los Ayuntamientos que deben hacer cumplir la normativa. Pero esta vez, preguntada por la magnitud del problema y sus posibles soluciones, una portavoz de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente se ha limitado a decir que est¨¢n actualizando el mapa de construcciones ilegales de la regi¨®n y que, cuando se tenga, ¡°se actuar¨¢¡±.
Mar¨ªa ?ngeles Nieto, de Ecologistas en Acci¨®n, se queja de que el problema no deja de crecer mientras las Administraciones se pasan la pelota entre ellas y no hacen nada. ¡°Si a la Comunidad de Madrid llega una denuncia, normalmente se limitan a avisar al Ayuntamiento para que act¨²e, pero este suele mirar para otro lado¡±, asegura. Los Consistorios pueden ordenar el precinto de las obras o de la vivienda; si no se les hace caso, poner multas y, finalmente, denunciar ante la fiscal¨ªa.
¡°Las Administraciones m¨¢s id¨®neas para actuar en este campo [la Comunidad], dejan en manos de Administraciones menos potentes y con much¨ªsimas mayores dificultades, la ejecuci¨®n de la disciplina urban¨ªstica, lo que da, en consecuencia, a mi juicio un sistema equivocado e ineficaz, siendo del todo punto imposible para los Ayuntamientos la realizaci¨®n de una pol¨ªtica urban¨ªstica de control eficaz¡±, insiste el acalde de Morata.
Enorme arraigo
Porque, adem¨¢s, a?ade, si a pesar de todo el Consistorio sigue adelante para dar ejemplo, los asentamientos est¨¢n tan arraigados, que la presi¨®n social acaba impidiendo los derribos (que pueden costar unos 60.000 euros), como le ocurri¨® hace a?os al alcalde de Arganda del Rey con algunos inmuebles de la urbanizaci¨®n de Valdecorzas. Tan arraigados est¨¢n, que muchos de esos asentamientos han ido siendo dotados de agua y luz. En muchos casos, incluso, los vecinos, censados, pagan impuestos como el de recogida de basuras o el de Bienes Inmuebles (IBI).
En El Molar, los centenares de vecinos de la zona Este del municipio que viven en torno al Camino Viejo Madrid-Burgos, muy cerca del Jarama, pagan tasas. Eso s¨ª, tienen los cubos de basura a la entrada del pueblo. Un poco m¨¢s arriba, tambi¨¦n cuentan con unos buzones donde recibir el correo ¡ªel cartero no llega hasta sus casas¡ª, aunque estos son solo para aquellos vecinos que pagaron a medias con el Consistorio el asfaltado del camino que une su urbanizaci¨®n con el casco urbano (la alcaldesa del municipio, Yolanda Sanz, de Ciudadanos, tampoco ha respondido a las llamadas de este diario).
Cuando carecen de luz, ponen paneles solares y si no tienen agua, usan pozos (con o sin permiso); pero lo que no tienen nunca estas zonas es alcantarillado. Y esto ¡ªm¨¢s all¨¢ de lo injusto que le pueda parecer a alguien que quien se salta impunemente las reglas consiga una casa en el campo mucho m¨¢s barata que el que las cumple¡ª provoca un verdadero problema de contaminaci¨®n y de insalubridad, por la acumulaci¨®n de fosas s¨¦pticas, de pozos negros e, incluso, de vertidos hechos directamente los r¨ªos. ¡°Encima, suelen estar en zonas de vega, donde el nivel fre¨¢tico [la primera capa de agua que se puede encontrar en cada zona bajo la tierra] est¨¢ mucho m¨¢s alto¡±, es decir, que es m¨¢s f¨¢cil que se filtren los residuos.
Dif¨ªcil soluci¨®n
El ¨²ltimo gran intento de soluci¨®n por parte de la Comunidad de Madrid fue en 1985: se elabor¨® un cat¨¢logo de 137 urbanizaciones ilegales y se dio un plazo de dos a?os para regularizarlas como ¡°n¨²cleos urbanos¡±, entre otras cosas, para poder dotarlos de servicios. Pero solo llegaron a completar el proceso una treintena.
Ahora, la situaci¨®n est¨¢ tan enquistada, que las posibles soluciones se antojan tremendamente complicadas. Los ge¨®grafos Daniel Devesa Crespillo, Antonio Romero Nieto, autores de un trabajo de 2014 sobre el tema, solo ven dos salidas y ambas con graves inconvenientes. La primera ser¨ªa expropiar y realojar, como se est¨¢ haciendo en las dos zonas m¨¢s identificadas con el chabolismo: la Ca?ada Real, entre Madrid, Rivas y Coslada, y las Sabinas, entre los municipios de M¨®stoles y Arroyomolinos. Esta v¨ªa tendr¨ªa dos problemas: el coste y la pr¨¢ctica imposibilidad de devolver la zona a su estado natural. La segunda soluci¨®n ser¨ªa la legalizaci¨®n, pero en este caso se tendr¨ªa que eliminar la posibilidad de comprar y vender y los regularizados vecinos deber¨ªan asumir los costes, al menos en parte, de los nuevos equipamientos y servicios, algo que dif¨ªcilmente iban a aceptar muchos de ellos. As¨ª, mientras nadie decide entre M¨¢laga o Malag¨®n, todo el mundo parece m¨¢s c¨®modo mirando hacia otro lado.
El mapa que la Comunidad no ense?a
En la anterior legislatura, el Gobierno regional encarg¨® un mapa de las construcciones que est¨¢n en terrenos no urbanizables de la Comunidad de Madrid, lo que significar¨ªa tener un mapa de las viviendas ilegales. El encargo recay¨®, a cambio de algo m¨¢s de 45.000 euros, en la empresa Melissa Consultor¨ªa e Ingenier¨ªa Ambiental S.L. El trabajo se entreg¨®, seg¨²n fuentes de esa compa?¨ªa, a finales del a?o 2013, pero nunca se hizo p¨²blico.
Ahora tampoco se va a hacer, explica una portavoz de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente. El mapa se est¨¢ actualizando y hasta que eso no est¨¦ hecho, "no se va a hacer p¨²blico porque puede que la fotograf¨ªa no sea la misma", a?ade. La fotograf¨ªa, seg¨²n Mar¨ªa ?ngeles Nieto, de Ecologistas en Acci¨®n, solo puede ser hoy m¨¢s grande.
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