Luis Goytisolo, un iconoclasta terrorista literario

Su editor y amigo de juventud, Jorge Herralde, los califica de ¡°terrorismo literario a peque?a escala, fruto de un practicante del unabomberismo¡± (en referencia al fil¨®sofo y matem¨¢tico estadounidense de mediados de los 90 conocido por enviar cartas bomba en las que criticaba el sistema). Luis Goytisolo (Barcelona, 1935), el autor, lo considera una consecuencia de que ¡°hace ya un tiempo que no te puedes creer nada ni a nadie; en el mundo ya no hay nada que sea lo que parece¡±. El resultado es que desde 1968 el autor de Las afueras empez¨® a escribir unas extra?as reflexiones, una especie de largos aforismos, cargados de un humor ¡°irreverente, escatol¨®gico y disparatado, s¨ª, pero que la gente asume ya con total normalidad¡±, como admite ¨¦l mismo. Encabezados por el m¨¢s reciente, los ha reunido ahora en El atasco y dem¨¢s f¨¢bulas (Anagrama).

¡°El mundo es dif¨ªcil y disparatado y lo m¨¢s sorprendente es que en la primera f¨¢bula, escrita en pleno franquismo, eso ya se reflejaba¡±, constata hoy el escritor. Radiografiaban ¡°una sociedad de consumo cuyas tendencias totalizadoras ven¨ªan a remplazar, con instrumentos mucho m¨¢s sutiles y eficaces, el totalitarismo de tiempos pasados¡±, escribe el cr¨ªtico Ignacio Echevarr¨ªa en el pr¨®logo de un libro que recoge dichas f¨¢bulas ordenadas cronol¨®gicamente en sentido inverso: del ¨²nico in¨¦dito, el actual relato El atasco, a Tres, dos, uno, fin, que cerraba el primer libro, Ojos, c¨ªrculos, b¨²hos, aparecido en 1970 ya en Anagrama, con ilustraciones del artista daualsetense Joan Pon?. Le siguieron Devoraciones (1976, tambi¨¦n con Pon? y Anagrama) y el tercero, Una sonrisa a trav¨¦s de una l¨¢grima (en 1981, pero junto a los dos anteriores, primero en Bruguera, y luego en Alfaguara, en 1998 y 2004).

Goytisolo dispara contra todo, desde las selfies (¡°me parecen una manera de entretenerse y que no pienses en otras cosas¡±, dice), hasta la masificaci¨®n ciudadana (y el atasco como met¨¢fora de atolladero) y el turismo (¡°hay quien va a Playa B¨¢varo y se cree que aquello es un pa¨ªs¡±). La iconoclastia le lleva a escribir: ¡°C¨®nclave. Utilidad del arte. a) Como freno: (¡­) Lenin dijo que no pod¨ªa permitirse o¨ªr m¨²sica de Mozart porque apartaba su mente de la revoluci¨®n; b) Como inversi¨®n: no encontrar¨¢ manera m¨¢s fruct¨ªfera ¨Cni discreta¡ª de situar su dinero. Por algo el arte es patrimonio de la Humanidad por excelencia¡±.

¡°Ya no hay obreros; se habla de asalariados, veremos c¨®mo con los salarios m¨¢s bajos consiguen que sean a¨²n consumidores; o ah¨ª est¨¢ Arabia Saud¨ª, el pa¨ªs dictatorial quiz¨¢ con m¨¢s ejecuciones anuales del mundo y, en cambio, gran amigo y aliado de Occidente¡­ ?en qu¨¦ creer?¡±, se pregunta Goytisolo, que aventura que sus f¨¢bulas son un tipo de lectura muy moderno: ¡°Esas fragmentaciones, esos micro-relatos se utilizar¨¢n mucho en lo personal para lanzar frases por internet¡±.

Esa vigencia y potencial ¨¦xito de las f¨¢bulas, protagonizadas por personajes con poca humanidad, ¡°sin rastro de piedad o ternura¡±, seg¨²n Echevarr¨ªa, todo macerado en un ba?o Mar¨ªa de violencia m¨¢s o menos latente y, en resumen, funcionando como fant¨¢sticos informes de la ¡°omnipresente estupidez¡± humana, era inimaginable en Goytisolo cuando perge?¨® el primero en 1968, S¨¢tiro y s¨¢tira, fruto de una petici¨®n del artista Xavier Corber¨® para que le escribiera algo que acompa?ara unos aguafuertes. Al escritor, esos textos le sirvieron para desconectar de la angustia de Antagon¨ªa, ¡°piedra angular de todo lo que he escrito, en la que invert¨ª tres a?os s¨®lo planificando: lo ten¨ªa todo, hasta frases que sabr¨ªa d¨®nde iba a poner exactamente y en qu¨¦ parte¡­ Luego fueron 17 a?os escribiendo; esa escritura fue una evasi¨®n para m¨ª ante la presi¨®n de una obra as¨ª¡±, record¨® ayer. Fue tanta la evasi¨®n y el desparpajo que las dos primeras f¨¢bulas, publicadas en pleno franquismo, pasaron sin tachadura alguna la censura. ¡°Se critican diversos aspectos de la sociedad actual (¡­) El lenguaje empleado es oscuro y en ocasiones poco comprensible pero a veces presenta situaciones o solucione inmorales, peca de irreverencia o puede resultar en cierto modo tendencioso¡±, rezaba un aturdido censor en un informe de enero de 1971.

Durante la larga gestaci¨®n de Antagon¨ªa, formada por cuatro novelas, su amigo Herralde, aquel con el que en la ¨¦poca de estudiantes de bachillerato iban a veces a montar a caballo los domingos, era uno de los escasos v¨ªnculos que Goytisolo manten¨ªa con el mundo exterior. Quiz¨¢ estaba escrito, pues, que deb¨ªa ser ¨¦l quien le ayudara con Antagon¨ªa por segunda vez en la vida: en 2012, al editor se le ocurri¨® publicar en un ¨²nico volumen ese friso narrativo. ¡°En realidad, es una novela de una novela, en cuatro partes; editada como un todo no cuesta entenderla¡±, dice el autor. Hoy, el t¨ªtulo es todo un redescubrimiento, que se reedita puntualmente cada dos a?os: est¨¢ en v¨ªas de ser traducido en los EEUU y en Francia acaba de ser escogido como lectura obligatoria para el temario de oposiciones a c¨¢tedra en lengua espa?ola para 2017 y 2018¡­ desplazando ni m¨¢s ni menos que a El Quijote. Eso: Luis Goytisolo, un terrorista literario.