Carmena pide a Cifuentes que baje las multas por botell¨®n y permita trabajos sociales
El Ayuntamiento considera que, tras cursar 80.000 sanciones, se ha comprobado que no son disuasorias, y solicita adem¨¢s que se puedan conmutar por trabajos sociales
El Ayuntamiento de la capital, gobernado por Manuela Carmena (Ahora Madrid), est¨¢ ¡°preocupado por los graves riesgos para la salud y seguridad, las molestias y problemas de convivencia (ruido, suciedad), y los problemas relacionales y de g¨¦nero¡± que provoca el botell¨®n. De acuerdo con un estudio realizado en el ¨²ltimo trimestre, ha concluido que se trata de ¡°una pr¨¢ctica muy arraigada¡± de forma que ¡°el ocio sin alcohol no parece una alternativa¡±. ¡°Los j¨®venes nos dicen que van a seguir usando el alcohol, as¨ª que tendremos que tener estrategias de reducci¨®n de riesgos y da?os¡±, ha explicado esta ma?ana el concejal de Seguridad, Javier Barbero. Entre otras medidas, el gobierno municipal va a pedir a la Comunidad de Madrid que modifique la norma regional para reducir la cuant¨ªa de las sanciones (hasta 600 euros) y permitir que se conmuten por trabajos sociales.
La Ley regional de Drogodependencias proh¨ªbe desde 2002 ¡°el consumo de bebidas alcoh¨®licas en la v¨ªa p¨²blica, salvo terrazas o d¨ªas de fiestas patronales¡±. En 2012, la Comunidad (PP) endureci¨® el r¨¦gimen sancionador: dobl¨® la multa para los mayores de edad (de 300 a 600 euros); fij¨® en 500 euros el castigo para los menores; y elimin¨® la posibilidad de eludir el pago a cambio de trabajos sociales (unas 120 horas). Esta ¨²ltima medida fue impulsada por la entonces alcaldesa, Ana Botella (PP), que adem¨¢s redact¨® en 2011 una ordenanza del ruido que contempla sanciones de hasta 600 euros por el alboroto derivado del botell¨®n.
Barbero ha destacado hoy la ¡°contradicci¨®n importante¡± que supone que, adem¨¢s de la norma auton¨®mica, est¨¦ en vigor desde 2015 la Ley estatal de Protecci¨®n de la Seguridad Ciudadana. Esta norma sanciona ¡°el consumo de bebidas alcoh¨®licas en lugares, establecimientos o transportes p¨²blicos cuando perturbe gravemente la tranquilidad ciudadana¡±. Contempla multas de 100 a 600 euros, pero permite acciones compensatorias en el caso de menores.
80.000 multas sin resultado disuasorio
El Ayuntamiento est¨¢ ¡°trabajando en un plan sancionador alternativo que presentar¨¢ a la Comunidad para solicitar cambios legislativos, porque la cuant¨ªa de las multas y que no haya alternativa no est¨¢ dando resultados disuasorios¡±. Barbero ha explicado que entre 2012 y 2015 ¡°se han cursado 80.000 multas¡±, de las que unas 800 han sido a menores, ¡°de enorme cuant¨ªa¡±, pero ¡°no han tenido efecto disuasorio¡±. ¡°Una sanci¨®n econ¨®mica s¨®lo tiene sentido si es proporcionada y sirve para un objetivo, pero, despu¨¦s de 80.000 sanciones, si esto no funciona habr¨¢ que replantearlo; estamos convencidos de la que Comunidad estar¨¢ dispuesta a reflexionar¡±, ha a?adido Barbero.
Pese a que el Ayuntamiento s¨ª impone multas por botell¨®n, le resulta muy complicado cobrarlas. Los j¨®venes que reciben la denuncia policial tienen 10 d¨ªas para admitir su responsabilidad y pagar, en cuyo caso se benefician de una rebaja del 40% en la sanci¨®n. Pero lo habitual es que no se lo comuniquen a sus padres hasta tiempo despu¨¦s; as¨ª, cuando la notificaci¨®n llega por escrito al domicilio, ese plazo ya ha expirado y, enfrentados al pago de 600 euros, la mayor¨ªa opta por recurrir. La v¨ªa ejecutiva retrasa el pago hasta cuatro a?os. Y nada asegura que se produzca, puesto que el joven, si es mayor de edad, se puede declarar insolvente. Adem¨¢s, en caso de recurso judicial, el Ayuntamiento no tiene forma de probar que el joven estaba consumiendo efectivamente alcohol (puesto que el agente no prueba la bebida y carece de aparatos para comprobarlo).
El pasado mes de noviembre, fuentes municipales indicaron a EL PA?S que ¡°se ha comprobado que las multas no cumplen con el objetivo de reducir el riesgo de beber en las calles¡±. Entonces, Barbero ya apost¨® por cambiar la sanci¨®n econ¨®mica por ¡°alg¨²n tipo de trabajo para la comunidad o incluso de un tipo de ocio alternativo¡± (que consistir¨ªa en ¡°demostrar que la persona gestiona su ocio de otra manera que no sea bebiendo, que se ha gastado el dinero en actividades culturales, en deportivas, etc¨¦tera¡±).
Carteles en los comercios que venden alcohol
Esta ma?ana, el concejal de Seguridad ha presentado los resultados del estudio realizado en el ¨²ltimo trimestre del a?o pasado, que demuestran, seg¨²n ha dicho, que ¡°el botell¨®n es una pr¨¢ctica que, lejos de perder vigor, est¨¢ fuertemente arraigada entre j¨®venes de 14 a 25 a?os¡±. ¡°Se percibe como una posibilidad de encuentro grupal y como espacio diferenciador de ser joven frente a ser adulto, adem¨¢s de ser una actividad c¨®moda y accesible que no precisa planificaci¨®n ni un gasto que no puedan asumir¡±, ha explicado. ¡°Las causas y factores son variados, as¨ª que las medidas han de ser diferentes, no solo sancionadoras¡±, ha a?adido.
Para ello, el Ayuntamiento trabaja junto a Cruz Roja y la Asociaci¨®n Bienestar y Desarrollo en un plan piloto de seis meses que ¡°trabaje la intervenci¨®n motivacional en las zonas de botell¨®n¡±. Cruz Roja ya coloca carpas en lugares de ocio nocturno, realizando encuestas, intervenciones y actividades para que los j¨®venes tomen conciencia de los riesgos asociados al consumo de alcohol. En 2015 realiz¨® 62 intervenciones en toda la ciudad, cuyo resultado, seg¨²n ha se?alado esta ma?ana, es una reducci¨®n de entre medio d¨ªa a la semana y tres d¨ªas al mes en la pr¨¢ctica del botell¨®n, y un aumento del 14% al 18% en la percepci¨®n del riesgo de esta pr¨¢ctica.
La Asociaci¨®n Bienestar y Desarrollo se sumar¨¢ desde este mes a las intervenciones de la Cruz Roja con otras acciones de proximidad e informaci¨®n. Adem¨¢s, se llevar¨¢ a cabo una campa?a de sensibilizaci¨®n en comercios minoristas, colocando carteles con el lema ¡°Yo no vendo alcohol a menores¡±.
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